Por Consejo de Redacción
El pasado 17 de febrero de 2016, a las 8:00 pm, en el Salón Padre Félix Varela de la Ermita de la Caridad en Miami, fue presentado el libro “Un umbral para la ciudadanía y la sociedad civil en Cuba” de Dagoberto Valdés Hernández, Director del Centro de Estudios Convivencia.
Por Consejo de Redacción
El pasado 17 de febrero de 2016, a las 8:00 pm, en el Salón Padre Félix Varela de la Ermita de la Caridad en Miami, fue presentado el libro “Un umbral para la ciudadanía y la sociedad civil en Cuba” de Dagoberto Valdés Hernández, Director del Centro de Estudios Convivencia.
El libro, que está ilustrado por el destacado pintor pinareño Jesús Gastell, es un compendio de los primeros 50 editoriales de la revista bimestral Convivencia y ha sido publicado por Alexandria Library, prestigiosa editorial que ha dado a la luz a más de cien autores cubanos, y que dotó a la obra de un valioso Índice temático para la consulta del lector.
La presentación del volumen estuvo a cargo de un panel integrado por: el Ingeniero Helio González, cofundador de las Semanas Sociales Católicas en Miami, la Licenciado Annie Plasencia, educadora y especialista en Literatura hispánica, el Licenciado Yoandy Izquierdo, miembro del Consejo de redacción de la revista y responsable de Ediciones Convivencia y el Ingeniero Modesto Arocha, director y editor de Alexandria Library.
Al comenzar el acto, la invocación a Dios estuvo a cargo del Padre Céspedes, sacerdote cubano que trabaja en la Ermita de la Caridad. El maestro de ceremonia fue el Dr. Gerardo Martínez Solanas, economista católico que trabajó por más de treinta en las Naciones Unidas.
El Sr. Helio González, destacó la fe en la fuerza de lo pequeño del proyecto Convivencia, la continuidad con el Centro de Formación Cívica y Religiosa y su revista Vitral desde 1993, dando testimonio de perseverancia durante décadas, haciendo mención de la imperecedera obra “El poder de los sin poder”, de Václac Hável.
Con un bello lenguaje poético y magisterial la Sra. Annie Plasencia evaluó formalmente la obra, describiendo las características del género editorial y ensayístico y desentrañando la semiótica del título “Un umbral para la ciudadanía…”, invitando a todos a la lectura para pasar de la lumbre del hogar personal y doméstico, a la luz cenital de la nación y el mundo, siempre más allá del umbral. De la luz al alumbramiento de nuevas luces para el futuro.
Yoandy Izquierdo, relató el proceso editorial, destacó la participación de más de cuarenta artistas plásticos de la Isla y de la Diáspora que generosamente han entregado sus obras para ilustrar la revista, el libro y engrosar la sección de galería que se puede apreciar en nuestro sitio web www.convivenciacuba.es
El editor de Alexandria Library, Sr. Modesto Kiko Arocha, concluyó el panel citando valoraciones positivas y críticas de la obra del autor y de los proyectos Vitral y Convivencia.
En sus palabras de agradecimiento a todos, Dagoberto Valdés expresó que la familia, la Iglesia y el amor a la Patria, son y deben ser los pilares fundamentales para servir a la edificación de una nación libre, democrática, próspera y feliz. Después de encomendar el proyecto Convivencia bajo el patrocinio de “Cachita” del Cobre y del “primero que nos enseñó en pensar”, el autor sugirió que “todo cubano y cubana debemos aprender el sencillo lenguaje de la palma real: elevación de miras, un penacho de buenos pensamientos, la utilidad de la yagua, y los pequeños frutos que ofrece sin ruidos”.
El libro está disponible en Amazon en
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La noche culminó bajo el luminoso manto de la Virgen de la Caridad, madre de todos los cubanos, con el lenguaje universal y libérrimo de la música, interpretada magistralmente y con cubanísima pasión por los reconocidos artistas Andrés Trujillo al violín y su esposa Darlene Trujillo al piano, que nos deleitaron con cuatro piezas cubanas cerrando con las estremecedoras notas de “El Mambí”, que puso en vilo a la sala y de pie a todos los participantes en un salón presidido por el venerable Padre Félix Varela, la Virgen de la Caridad, la bandera y el escudo cubanos y como acunando el amor patrio que se sentía, rodeaban la sala 12 bustos de los padres fundadores de la Nación.