La Navidad en Cuba

Yoandy Izquierdo Toledo
Jueves de Yoandy

Con el paso inexorable del tiempo ya tenemos aquí las fiestas de Navidad en las que celebramos el nacimiento de Jesucristo.

Hoy reflexionaré sobre la Navidad en Cuba de 2021. Ha sido un año terrible y significativo. Terrible por la insoportable crisis económica, política y social en que subsistimos. Por la muerte y el sufrimiento que generó este sinvivir y a lo que se agregó la pandemia del Coronavirus. Terrible por la represión, la cárcel, los juicios y las injustas y largas condenas que han hecho coincidir con estas fiestas, para que estas Pascuas queden para la historia marcadas por el sufrimiento de todas esas familias y de todo el pueblo.

Es también, y paradójicamente, una Navidad significativa y esperanzadora. Nunca más apropiado lo que celebramos que es el nacimiento de lo nuevo, “del Sol que nace de lo Alto”, para significar y hacernos tomar conciencia de que algo nuevo ha nacido en Cuba durante este año 2021: algo nuevo, inédito, diferente, ha irrumpido en la historia nacional en medio de la noche más oscura de nuestra Patria: el pueblo se ha expresado multitudinariamente en las calles de toda la Isla el 11 de julio de 2021. Desde ese día, y también antes, en Cuba es Navidad. Noche de terror y luz en la oscuridad. ¿Hay algo más parecido al Belén de hace más de dos mil años?

No nos dejemos aplastar por esta insoportable situación. Muchos se preguntarán cómo celebrar la Nochebuena si nuestra cena tradicional es imposible. Si el hambre se acrecienta. Si los precios y la inflación alcanzan niveles estratosféricos. Si hay tanto dolor en miles de familias que tienen a algunos de sus parientes presos. Si han escogido precisamente estas fechas para celebrar esos juicios bochornosos a personas decentes que solo optaron por manifestarse pacíficamente y pedir libertad, Patria y Vida.

Pues debemos responderles que la esencia de la Navidad no es la cena de Nochebuena, ni el Árbol con sus luces, ni los belenes de yeso y cartón. Navidad es preparar nuestro corazón y nuestra alma para acoger a Jesús. Es reconocer una Estrella de esperanza en medio de esta oscura noche de Cuba. Es transmitir palabras y acciones de esperanza como aquellos ángeles que anunciaron una buena noticia “al pueblo que andaba en tinieblas”.

Es creer que en la humildad de nuestra existencia, en la pequeñez de las obras que podamos hacer, Dios envía a su único hijo para fecundar y multiplicar nuestra pequeñez.

¡Feliz Navidad para todos!

 


  • Yoandy Izquierdo Toledo (Pinar del Río, 1987).
  • Licenciado en Microbiología.
  • Máster en Bioética por la Universidad Católica de Valencia y el Centro de Bioética Juan Pablo II.
  • Máster en Ciencias Sociales por la Universidad Francisco de Vitoria, Madrid, España.
  • Miembro del Consejo de Redacción de la revista Convivencia.
  • Responsable de Ediciones Convivencia.
  • Reside en Pinar del Río.

 

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