Martes de Dimas
El problema
El envejecimiento poblacional tiene múltiples causas. En Cuba dos son las fundamentales: emigración creciente y fecundidad decreciente.
La fecundidad mínima (de reemplazo) para que una población no disminuya se sitúa en 2,1 hijos por mujer como promedio. En Cuba esa tasa descendió, entre 1960 y 2019, de 4,19 a 1, 60 hijos. La falta de perspectivas de la mujer cubana la ha obligado a aplazar la decisión de tener hijos.
La migración, por su parte ha lanzado fuera de nuestras fronteras a cerca de 2 millones de cubanos desde 1959, en su gran mayoría comprendidos en la edad laboral, incluyendo al número creciente de disidentes y activistasque el gobierna destierra, una política de Estado que ha retomado fuerza después de los acontecimientos del 11J.Esas Las salidas alivian temporalmente la presión interna que tiene el Gobierno con la crisis, pero no actúan sobre la causa.
Cuba, como vimos el pasado martes, hasta 1959 fue un país de inmigrantes. De esa fecha hasta hoy, el 2022, ha sido y es un país de emigrantes, como se conoce por las noticias acerca de salidas o fugas hacia cualquier otra región del planeta. Un ejemplo son las delegaciones de deportistas que abandonan las delegaciones en que viajan a competiciones internacionales. Entre estos son alarmantes las noticias de peloteros: unos 635 peloteros abandonaron el país en los últimos seis años; y en los primeros nueve días del año en curso otros cuatro han seguido ese camino y dos están desaparecidos, como suele ocurrir antes de confirmarse la fuga.
Si la tasa de fecundidad disminuye y los jóvenes toman el camino de éxodo, los grupos de edades de 0 a 14 años y de 60-65 años aumentan, mientras los comprendidos en la edad laboral disminuyen; lo que está convirtiendo a Cuba en un país de ancianos económicamente insostenible. La población cubana, que en diciembre de 1998 sobrepasó los 11 millones de personas, está condenada a no alcanzar los 12 millones. Tal transición demográfica a la cubana, nos arrastra hacia una sociedad de ancianos; en un contexto caracterizado por la incapacidad administrativa, la descapitalización de la fuerza de trabajo y una enorme deuda externa, lo que augura un empeoramiento de las condiciones de vida y un fuerte impacto económico, político y social.
La respuesta gubernamental
Las respuestas del Gobierno, según los reportes de la prensa oficial acerca de la reunión del 27 de diciembre del Presidente cubano con miembros de la Academia de Ciencias, se limitan a: estimular la natalidad, mayor atención a las mujeres embarazadas, asignación de viviendas a madres con tres o más hijos, incrementar capacidades en círculos infantiles, mayor atención a las parejas infértiles y a las familias encargadas del cuidado de los menores, reincorporar al trabajo a las personas de la tercera edad y otras similares.
Conclusiones
La causa de la emigración comenzó en 1959 con la implantación del totalitarismo. Insistir en la responsabilidad de Estados Unidos es demorar peligrosamente su solución, mientras el éxodo y la baja tasa de fecundidad seguirán haciendo estragos en la envejecida y empobrecida población de la Isla: pérdida de vidas humanas, separaciones familiares, y descapitalización de profesionales.
La crisis demográfica -que es la calificación que corresponde a lo que está ocurriendo en Cuba- es una manifestación más de la inviabilidad del modelo totalitario.
Las reformas económicas tienen que acompañarse con reformas migratorias para que los cubanos puedan salir, entrar y fijar su residencia temporal o permanente en cualquier país. El Gobierno de Cuba tiene que tratar a los que se han tenido o han obligado a irse, como cubanos con todos sus derechos y deberes, incluyendo la doble ciudadanía, el voto electoral, establecer negocios o comprar propiedades en Cuba.
La crisis demográfica es una manifestación más de la crisis estructural en que el país está inmerso, como lo son el problema de la vivienda, de la corrupción o de la ineficiencia económica, que apuntan a una tragedia nacional.
Su prolongada duración, la diversidad sociológica de los emigrados, el daño causado y la cantidad que acechan la oportunidad para hacerlo, constituyen razones suficientes para dejar atrás las infructuosas evasiones y enfrentar de una vez las verdaderas causas.
El carácter permanente de las fugas y la ineficacia de las medidas represivas para detenerlas, indican la existencia de una causa profunda con un impacto demoledor sobre el presente y futuro, cuyo denominador común es la imposibilidad de los cubanos de realizar sus sueños en su país natal.
Hasta hoy, brilla por su ausencia la colocación de los problemas que aquejan a la nación cubana por encima de los intereses y las ataduras ideológicas del Partido-Estado Gobierno.
La Habana, 10 de enero de 2022
- Dimas Cecilio Castellanos Martí (Jiguaní, 1943).
- Reside en La Habana desde 1967.
- Licenciado en Ciencias Políticas en la Universidad de La Habana (1975), Diplomado en Ciencias de la Información (1983-1985), Licenciado en Estudios Bíblicos y Teológicos en el (2006).
- Trabajó como profesor de cursos regulares y de postgrados de filosofía marxista en la Facultad de Agronomía de la Universidad de La Habana (1976-1977) y como especialista en Información Científica en el Instituto Superior de Ciencias Agropecuarias de La Habana (1977-1992).
- Primer premio del concurso convocado por Solidaridad de Trabajadores Cubanos, en el año 2003.
- Es Miembro de la Junta Directiva del Instituto de Estudios Cubanos con sede en la Florida.
- Miembro del Consejo Académico del Centro de Estudios Convivencia (CEC).