El Colegio Seminario San Carlos y San Ambrosio

Martes de Dimas

La potente influencia que las ideas del liberalismo y la ilustración tuvieron en la Cuba del siglo XIX resultan inexplicables sin el tamiz de los intereses, figuras e instituciones existentes en la Isla.

Desde el siglo XVIII la oligarquía criolla venía reclamando una porción del poder que poseían los peninsulares. En la Llave del Nuevo Mundo, Arrate y Acosta, ideólogo de esa clase social, impugnó el lugar que ocupaban en la jerarquía establecida. Para ese fin los criollos necesitaban contar con centros culturales. El Seminario San Ambrosio, la Real y Pontificia Universidad de San Gerónimo, el colegio San José, el Seminario San Basilio Magno en Santiago de Cuba y la Sociedad Amigos del país, entre otras, respondieron a ese fin.

El Seminario San Carlos y San Ambrosio -cuya sede estuvo en la calle San Ignacio, entre Empedrado y Chacón, Habana Vieja hasta su traslado en el año 2010 al Municipio de Guanabacoa, surgió de la política seguida por el rey Carlos III para modernizar la sociedad española; deseo coincidente con los intereses de la oligarquía criolla, imbuida en las inquietudes intelectuales de la época.

Resultado de la fusión del Seminario San Ambrosio (1689) con el Colegio San José (1721), la nueva institución inauguró sus actividades docentes en 1774. El nombre de Carlos en honor al rey español; el de San Ambrosio para establecer la continuidad con el Colegio que le precedió.

Si bien las ideas de la ilustración habían sido introducidas en Cuba por el Gobernador Don Luis de las Casas, la verdadera labor modernizadora comenzó con el nombramiento en 1800, como Obispo de La Habana, Juan José Díaz de Espada, de origen vasco, quien había sido testigo en su país de las ideas iluministas que habían entrado a España precisamente por las provincias vascas.

Espada creó las cátedras de Química, de Botánica y un gabinete de Física, que elevaron el nivel científico del Seminario. Entre esas innovaciones sobresale la inauguración de la Cátedra de Constitución, asumida por el padre Varela, quien, para ese fin, elaboró las Observaciones sobre la Constitución política de la Monarquía Española, en línea con los principios básicos del liberalismo español, para, según sus palabras: presentar sus bases: la soberanía y libertad como los principios de que emana toda constitución, y de esta la división de poderes y sus atribuciones.

El alto nivel de su profesorado se confirma con su primer rector, Rafael del Castillo y Sucre, la personalidad intelectual más destacada de la generación anterior a José Agustín Caballero, y después con el nutrido grupo de profesores y alumnos protagonistas de la historia científica, política, económica y cultural de Cuba. Basta citar nueve de ellos:

-José Agustín Caballero, filósofo y teólogo -figura máxima del Seminario -encabezó la cátedras de Filosofía, de Sagrada Escritura y de Teología Moral; el último escolástico del siglo XVIII y primer filósofo del siglo XIX.

-Francisco de Arango y Parreño, quien elaboró el proyecto económico mejor estructurado, más exitoso desde el punto vista económico y más triste por las consecuencias que acarreó la institución esclavista.

-Félix Varela y Morales, quien ocupó las cátedras de Latinidad, de Filosofía y de Constitución, le trazó un rumbo propio al pensamiento cubano, introdujo la ética en los estudios científicos, sociales y políticos., fue el primero que le habló a la juventud cubana de Constitución, soberanía del pueblo, libertad, igualdad jurídica, bien común, democracia y se empeñó en la formación de los sujetos para ese empresa,

-José Antonio Saco sustituyó a Varela en la Cátedra de Filosofía, estableció la relación entre educación, economía y desarrollo, legó valiosísimas obras de nuestra historia y se propuso crear una sociedad capitalista a partir de la realidad colonial.

-José de la Luz y Caballero, ejerció la Cátedra de Filosofía que habían ocupado Varela y Saco. De sus enseñanzas en los colegios que dirigió se nutrieron figuras claves de la contienda independentista de 1868 como Francisco Vicente Aguilera, Pedro Figueredo, Ignacio Agramonte, Manuel Sanguily, Antonio Zambrana y como Rafael Mendive, el maestro de José Martí.

-Domingo del Monte, crítico literario, integrante de la legión de jóvenes ilustrados emergidos del Seminario, fue Director de la emblemática Revista y Repertorio Bimestre de la isla de Cuba (1831), promotor de las tertulias para sustituir los espacios cívicos clausurados por las autoridades coloniales y quien influyó en sus seguidores llevar la inhumana vida de los esclavos a la literatura.

-Tomás Romay Chacón, médico, considerado el primer gran higienista cubano, uno de los protagonistas de los cambios que conectaron a la Isla con las corrientes más avanzadas de su época, quien, junto a José Agustín Caballero, inauguró el período científico natural del pensamiento cubano, inauguró la enseñanza regular y metódica de la Clínica en los hospitales e hizo valiosas contribuciones al estudio de la Fiebre Amarilla.

-Felipe Poey Aloy, francés de nacimiento, integró junto a Félix Varela, José Antonio Saco, José de la Luz y Caballero y Domingo del Monte, la llamada pentarquía creadora. Publicó el Compendio de Geografía de la Isla de Cuba, primer libro de texto escrito y publicado en la Isla; el Compendio de Geografía Moderna y su obra monumental Ictiología Cubana, premiada con Medalla de Oro y Diploma de Honor en 1883 en la Exposición Colonial de Amsterdam.

-Esteban Tapia Pichardo, el más destacado geógrafo de Cuba. En 1829 editó la Cartilla geográfica y el Compendio de Geografía de la Isla de Cuba y el Diccionario Provincial de Voces y Frases Cubanas, primer diccionario de cubanismos en América Latina, y el Gran Mapa de Cuba, la más grande y completa de sus obras.

Con esas figuras, entre otras muchas salidas del Seminario San Carlos y San Ambrosio, la creación artístico-literaria, la economía, los estudios sociales, las ciencias naturales y exactas, la pedagogía, y la filosofía, coadyuvaron al progreso y colocaron al pensamiento cubano en un nivel tan elevado que obliga a preguntar: ¿Cómo es posible con esos antecedentes que la Cuba de hoy, especialmente a partir de la segunda mitad del siglo XX, haya retrocedido hasta el estancamiento en que hoy se encuentra la nación cubana?

La Habana, 4 de enero de 2020

 

 


  • Dimas Cecilio Castellanos Martí (Jiguaní, 1943).
  • Reside en La Habana desde 1967.
  • Licenciado en Ciencias Políticas en la Universidad de La Habana (1975), Diplomado en Ciencias de la Información (1983-1985), Licenciado en Estudios Bíblicos y Teológicos en el (2006).
  • Trabajó como profesor de cursos regulares y de postgrados de filosofía marxista en la Facultad de Agronomía de la Universidad de La Habana (1976-1977) y como especialista en Información Científica en el Instituto Superior de Ciencias Agropecuarias de La Habana (1977-1992).
  • Primer premio del concurso convocado por Solidaridad de Trabajadores Cubanos, en el año 2003.
  • Es Miembro de la Junta Directiva del Instituto de Estudios Cubanos con sede en la Florida.
  • Miembro del Consejo Académico del Centro de Estudios Convivencia (CEC).

Ver todas las columnas anteriores

Scroll al inicio