Por Guillermo Seijo
Jorge es un joven artista en plena evolución. Durante dos años, ha pintado en el taller “Iris” en mi casa donde he sido testigo de su constancia y superación de la calidad en la factura y el dominio del color en los paisajes hiperrealistas, dignos reflejos del lugar asombroso donde vivimos y que sin dudas ha influenciado en su obra.
Por Guillermo Seijo
Jorge es un joven artista en plena evolución. Durante dos años, ha pintado en el taller “Iris” en mi casa donde he sido testigo de su constancia y superación de la calidad en la factura y el dominio del color en los paisajes hiperrealistas, dignos reflejos del lugar asombroso donde vivimos y que sin dudas ha influenciado en su obra. Aunque en sus inicios tuvo alguna que otra pieza surrealista, es el paisaje naturalista quien se ha adueñado de su persona y el que defiende con su obra.
Es de destacar que en sus últimas composiciones hay una tendencia hacia un menor número de elementos, que es signo de la maduración, puesto que la genuina obra de arte tiende más bien al escamoteo que al barroquismo.
Guillermo Seijo
26 de septiembre de 2015