El sistema totalitario cubano entró en fase terminal. Para que el mal no se repita los cubanos tenemos la obligación de establecer la relación entre la situación actual y las causas que la engendraron.
Una prueba de la entrada del totalitarismo a su última etapa es la imposibilidad gubernamental para ocultarla y para revertirla.
En julio de 2024 el VIII Pleno del Comité Central del Partido Comunista (CCPPC) reconoció la incapacidad para asegurar los productos de la Libreta de racionamiento que implementó en 1962, controlar la corrupción, los delitos y la violencia social. Además, en el año 2023 la economía sufrió una contracción del 1,9%, un alto déficit fiscal, elevadas emisiones monetarias, insuficientes ingresos de divisas, limitaciones con el combustible y la energía, y una inflación persistente; mientras las importaciones se cumplieron al 58% por carencia de divisas e incumplimiento en los planes productivos.
Seis meses después, el IX Pleno del CCPCC reconoció que no se ha avanzado con la necesaria celeridad, señaló la poca participación de la producción nacional en la libreta de racionamiento, el bajo aprovechamiento de las capacidades industriales instaladas, incluyendo la zafra azucarera.[1] Se dio a conocer que las afectaciones por déficit de energía eléctrica promedian entre 1400 y 1500 MW y que de ocho patanas turcas cinco se habían retirado por incumplimientos en el pago.[2] También señaló incumplimientos en el níquel, el ron, el azúcar y la langosta, [3] lo cual afectó las divisas en 900 millones de dólares. La producción de acero fue nula, la de cemento 43,2%, la madera 17,5%, y la inversión extranjera no alcanzó los resultados esperados. Mientras el arribo de turistas, entre enero y octubre de 2024, cayó un 48,23% en comparación con el mismo período de 2019.[4]
Lo anterior se refleja en la penosa situación de la canasta familiar normada del mes de diciembre: se entregará leche sólo para niños y dietas crónicas, se completará el arroz de noviembre y se distribuirán dos libras de azúcar por consumidor, los granos pendientes de meses anteriores, sal, aceite: el pollo solo para menores de 13 años y mayores de 65, y dietas. [5] Y también en la realización de 606 303 inspecciones que detectaron 357 489 violaciones para un índice de 59%, lo cual confirma un deterioro social indetenible.
El Gobierno, en lugar de introducir las reformas profundas que la situación demanda, continúa implementando medidas de freno que agudizarán la crisis. Tres ejemplos lo ilustran:
1) En 2021 el Decreto-Ley 46 autorizó a las Mipymes a importar y exportar mercancías de forma mayorista. Tres años después, en 2024, la Resolución 56 del Ministerio de Comercio Interior estableció que en lo adelante, los que realizan esa actividad para poder continuar, tienen que actualizar su licencia comercial, pero ahora mediante la participación de entidades estatales. Es decir, se regresa al monopolio del Estado en el comercio exterior.
2) La Ley de Comunicación Social No. 162, en vigor desde el pasado mes de octubre, es la más viva expresión del totalitarismo en fase terminal. La misma define al Estado como único agente de la comunicación y prohíbe las narrativas contrarias a la versión oficial, nada más ni nada menos que en pleno siglo XXI.
3) Las gestiones en la arena internacional en busca de cobijo para tratar de conservar el poder. Entre ellas destacan: el ingreso al BRIC[6] y los esfuerzos para ser admitida en la Unión Económica Euroasiática, integrada por Rusia, Belarús, Kazajistán. Kirguistán. En el primer caso acaba de ser admitida entre trece nuevos miembro asociados, con la peculiaridad de que de los 23 miembros plenos y asociados, Cuba es el único país sin economía de mercado con PIB que decrece de forma sostenida y que no posee ni azúcar para intercambiar; una realidad develada por el canciller cubano, quien a cambio ofreció la Isla para facilitar el acceso del bloque a mercados importantes de América Latina y el Caribe y para establecer asociaciones.[7]
Entre las causas del declive el primer lugar lo ocupa la implantación del totalitarismo, que barrió con la institucionalidad existente, la sociedad civil, las libertades, los derechos y desactivó al ciudadano.
Esa cruda realidad se agudiza ante un escenario caracterizado por el ya insostenible empeoramiento de la vida de los cubanos, el hartazgo y la creciente convicción de que la mayor responsabilidad está en la incompetencia gubernamental; escenario que se agudizará con la próxima toma de posesión de Donald Trump en Estados Unidos. Al respecto, el presidente Miguel Díaz-Canel, dijo en Cienfuegos: “Era un escenario previsto […]. Estamos dispuestos a dialogar en igualdad de condiciones con el Gobierno de Estados Unidos, sin imposiciones, con respeto y, por supuesto, sin nada que afecte nuestra soberanía ni nuestra independencia”.[8] Palabras irreales, contrarias a lo que se ha venido haciendo y fuera de tiempo.
Irreales, porque con el primero que tienen que dialogar es con el pueblo cubano; contrarias porque lo que se ha estado y se continua intentando es demostrar una fuerza que no se posee, como se intentó con la marcha del pasado 20 de diciembre y buscar alianzas internacionales para sobrevivir sin cambiar; y fuera de tiempo porque esa oportunidad fue despreciada cuando Barack Obama la ofreció durante su mandato.
El objetivo de estas líneas es animar la reflexión acerca de la proximidad del colapso del sistema totalitario y la comprensión de las causas, para que ese mal, en estado terminal, y en el que una gran parte de los cubanos hemos sido corresponsables, nos conduzca a asumir la conducta, comprometida, que corresponde a una condición por recuperar, la de ciudadano.
La Habana, 30 de diciembre de 2024
[1] Granma, viernes 12 de diciembre de 2024, suplemento.
[2] Granma, miércoles 18 de diciembre de 2024, p. 3
[3] Granma, miércoles 27 de noviembre de 2024, p.4
[5] Granma, lunes 23 de diciembre de 2024, p.4
[6] Siglas del foro político, económico y comercial, integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
[7] Granma, viernes 25 de octubre de 2024, p.8
[8] Granma, jueves 28 de noviembre de 2024, p.4