De padres españoles, el 7 de junio de 1812 nació en La Habana el periodista, historiador, jurista, pedagogo y bibliógrafo, Antonio Bachiller y Morales, otro de los precursores de la patria y la nación cubanas.
Antonio Bachiller estudio en el Seminario San Carlos y San Ambrosio, se graduó de bachiller Derecho Canónigo y Derecho Civil en la Real y Pontificia Universidad de La Habana, y de licenciado en Derecho Canónico. Se estrenó como docente en el Seminario San Carlos, fue designado secretario de la Sección de Educación de la Sociedad Económica de Amigos del País y director de la Cátedra de Economía Política de esa institución. En la Universidad de La Habana ocupó las cátedras de Derecho Natural y de Fundamentos de la Religión, participó en la reforma universitaria de 1842 y ocupó el decanato de la facultad de Filosofía. Entre 1863 y 1869 se desempeñó como catedrático de Economía Política en el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana, donde organizó la biblioteca del centro y ocupó el cargo de director.
De ideas liberales, Bachiller y Morales participó en la política como concejal del Ayuntamiento de La Habana (1850), fue exponente de la unidad moral de las razas y de la autonomía de Cuba, como único medio para terminar la guerra, por lo que su casa fue asaltada y su biblioteca destruida. Estuvo presente en los Sucesos del Teatro Villanueva y del Café del Louvre en 1869, por lo que al ser considerado sospechoso por las autoridades españolas emigró a Estados Unidos, donde colaboró, entre otros, con la gran Enciclopedia Americana de Appleton[1]; “El Mundo Nuevo”, “La América Ilustrada”, el “Museo de las Familias”, y el “Educador Popular”, publicó dos ediciones de “La Guía de la Ciudad de Nueva York”; y escribió el prólogo a las obras de José María Heredia. A su regreso a Cuba en 1878, con carta de ciudadano norteamericano, renunció a la ciudadanía española y participó como redactor y colaborador de importantes revistas y publicaciones periódicas de Cuba.
Junto a textos sobre diversas temáticas, Bachiller y Morales legó obras de gran impacto para el devenir de la Isla. Entre ellas dos fundamentales:
-La primera “Apuntes para la historia de las letras y de la instrucción pública de la isla de Cuba”: un estudio de la bibliografía hispanoamericana y de los progresos alcanzados por la civilización en Cuba que constituye una obra fundacional de la incipiente cultura insular, que contiene el título “Publicaciones Periódicas-Catálogo razonado y cronológico hasta 1840 inclusive”, que fue la primera obra referencial publicada en la Isla. Para aquilatar su importancia basta decir que el desarrollo de cualquier sociedad requiere de la organización y transmisión de los conocimientos obtenidos; una función que desempeñó el libro hasta el surgimiento de las revistas periódicas, hasta que el volumen creciente de información generó la revista de resúmenes (referativa). Así la Bibliografía se impuso como necesidad; campo en que Bachiller y Morales fue un precursor.
-La segunda, el compendio denominado “Cuba Primitiva”, cuya segunda edición presentó en el Congreso Internacional de Americanistas de Madrid en 1881, un trabajo de investigación antropológica de las raíces del cubano que precedió los estudios posteriores de Fernando Ortiz y de otros estudiosos de la antropología en Cuba.
Su colección bibliográfica, que constituye hoy uno de los fondos más valiosos de la Biblioteca Nacional José Martí.
Bachiller y Morales fue secretario de la sección de educación y Socio de Mérito de la Sociedad Económica de Amigos del País, presidente de la Sociedad Antropológica de la Isla de Cuba, Miembro de la Sociedad Arqueológica de Madrid, de la Sociedad de Historia de Nueva York, de la Sociedad Económica de Puerto Rico y Socio Correspondiente de la Academia de Anticuarios del Norte de Europa.
Es altamente significativo que en la época en que Bachiller y Morales inició su labor intelectual las facultades omnímodas establecidas para las colonias en 1825 no fueron tan restrictivas como la establecida para la libertad de pensamiento con los límites establecidos en 1961 a la libertad de expresión: ”dentro de la revolución todo, fuera de la revolución nada”.
Por su labor, al morir el 10 de enero de 1889, José Martí lo calificó de: “Caballero cubano, americano apasionado, cronista ejemplar, filólogo experto, arqueólogo famoso, filósofo asiduo, maestro amable, abogado justo, literato diligente y orgullo de Cuba”. Y en 1958 la Biblioteca Nacional creada en 1901 se trasladó al flamante edificio en la Plaza Cívica, hoy Plaza de la Revolución y se instauró su fecha de su nacimiento (7 de junio) como el Día del Bibliotecario Cubano.
Su obra bibliográfica, continuada desde Eusebio Valdés[2] en la compilación “Algunos apuntes para una bibliografía médica cubana” (1878), hasta Carlos Manuel Trelles[3], colocaron a la bibliografía cubana en un lugar de avanzada en el continente.
Los aportes de Bachiller y Morales confirman irrefutablemente que la historia no se reduce a un panteón de guerreros y un listado de hazañas militares. La patria y la nación incluye los esfuerzos en las letras, la ciencia, la investigación y las construcciones que fomentaron la cultura de lo cubano, que antecedió, acompañó y sucede a los estallidos insurreccionales, como es el legado que nos dejara el padre de la bibliografía cubana.
La Habana, 6 de junio de 2023
[1] Enciclopedia Americana de Appleton, una colección de biografías de personajes notables de la historia americana.
[2] Eusebio Valdés Domínguez (1846-1887), abogado, amigo entrañable de José Martí y hermano de Fermín Valdés Domínguez.
[3] Carlos Manuel Trelles Govin (1866-1951), bibliógrafo y bibliotecario, director de la biblioteca pública de Matanzas entre 1898 y 1812, considerad el más eminente bibliógrafo cubano de todos los tiempos
- Dimas Cecilio Castellanos Martí (Jiguaní, 1943).
- Reside en La Habana desde 1967.
- Licenciado en Ciencias Políticas en la Universidad de La Habana (1975), Diplomado en Ciencias de la Información (1983-1985), Licenciado en Estudios Bíblicos y Teológicos en el (2006).
- Trabajó como profesor de cursos regulares y de postgrados de filosofía marxista en la Facultad de Agronomía de la Universidad de La Habana (1976-1977) y como especialista en Información Científica en el Instituto Superior de Ciencias Agropecuarias de La Habana (1977-1992).
- Primer premio del concurso convocado por Solidaridad de Trabajadores Cubanos, en el año 2003.
- Es Miembro de la Junta Directiva del Instituto de Estudios Cubanos con sede en la Florida.
- Miembro del Consejo Académico del Centro de Estudios Convivencia (CEC).