Existen algunas variables o indicadores que son de vital importancia para evaluar o medir de forma apropiada la actividad emprendedora en un país determinado. Partiendo de una de esas variables (Contexto social, económico, cultural y político) se propone en este texto un análisis breve del estado del emprendimiento en Cuba.
El contexto social, económico, cultural y político condiciona no solo el emprendimiento sino cualquier otra actividad que se desarrolle en una sociedad. Sin dudas, estos factores son de los que más impactan la actividad emprendedora, para bien o para mal, y pueden definir la posible evolución e incluso destrucción del sector emprendedor en cualquier país o contexto. Es por ello que analizar estas variables y cada una de sus formas de impactar al emprendimiento es vital para intentar generar condiciones en las que el contexto cultural, político y económico aporten en lugar de limitar a los emprendedores.
– En cuanto al contexto cubano actual, existen factores políticos, por ejemplo, que limitan el desarrollo de emprendimientos. Así lo demuestran los siguientes elementos: la decisión carente de fundamento de prohibir el desarrollo de negocios a muchos profesionales, las limitaciones al crecimiento de los emprendedores en cuanto a acumulación de riquezas y de propiedades, los condicionamientos políticos que con frecuencia se imponen como requisito para acceder a condiciones ventajosas para el desarrollo de los negocios, entre otros ejemplos que hacen que el ambiente político cubano sea hostil en muchas ocasiones para el emprendimiento (incluso cuando en teoría se proyecta una imagen desde instituciones gubernamentales que muestra lo contrario).
– De igual forma el contexto económico y la profunda crisis que se vive afecta al emprendimiento, dificultando la actividad de los emprendedores. Ejemplos de como el contexto económico afecta a este sector son los siguientes: la ineficiencia de muchas empresas e instituciones con las que los emprendedores están obligados a lidiar; la escasez de insumo, de capital, de un comercio eficiente y organizado; la no convertibilidad de la moneda, la inflación, la inestabilidad macroeconómica en general. Estas y otras variables económicas hacen que el proceso de emprender sea más difícil y si bien los problemas abren ciertos espacios para la innovación y la búsqueda de soluciones creativas en algunos casos, al mismo tiempo dificultan el desarrollo de muchos otros emprendimientos.
– El contexto social y cultural es también una variable que puede determinar el desarrollo de los emprendimientos. En el caso de Cuba, la desesperanza, la indiferencia y la apatía de los jóvenes principalmente, son elementos que frenan a muchos de lanzarse a emprender. Pero a la vez la educación que recibimos, las costumbres, los prejuicios, así como condiciones de vida marcadas por dificultades, carencias y limitaciones del entorno, hacen que muchos no emprendan o que el proceso de emprender sea más complicado.
Es un hecho que el contexto puede afectar a los emprendedores por lo que resulta importante llamar la atención sobre la necesidad de atenuar esas barreras para que el sector emprendedor pueda desarrollarse, innovar y aportar significativamente al progreso de la nación. Crear un ambiente político, económico, social y cultural que promueve y cree condiciones para el desarrollo del sector emprendedor debería ser una prioridad para todos. Y de manera especial para las autoridades cubanas que han iniciado ya una apertura al sector privado y que por lo tanto tienen la responsabilidad de llevar adelante un conjunto de reformas que hagan de dicho proceso un paso sin regreso hacia el progreso y el desarrollo económico y social del país.
Jorge Ignacio Guillén Martínez (Candelaria, 1993).
Laico católico.
Licenciado en Economía. Máster en Ciencias Sociales por la Universidad Francisco de Vitoria, Madrid, España.
Miembro del Consejo de Redacción de la revista Convivencia.
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