Fugas, destierros y prisiones

Martes de Dimas

La deserción de peloteros, el destierro de de artistas y el encarcelamiento de cientos de jóvenes amenazan a la pelota, al arte y a toda la nación. Unos en busca de un futuro fuera de Cuba, los otros tratando de forjarlo sin abandonar el país; aunque aman a su país unos y otros son tratados como objetos o parias.

Entre fines de septiembre y principios de octubre docepeloteros desertaron en México en busca de un futuro inaccesible en su país, mientras el gobierno mantiene encarcelados a cientos de jóvenes por participar en la manifestación pública del 11-Je y  l vez expulsa a dos artistas que luchan por una Cuba mejor. Aunque la nación los necesita, el gobierno, prisionero del poder y atrincherado en la ideología, culpa a Estados Unidos de los primeros y se atribuye el derecho de encarcelar o desterrar a los segundos.

En el caso de la pelota Cuba, esa política ha conducido a un dilema: se corrige el rumbo tomado en 1961 o se suspende la participación en eventos internacionales. Los datos de antes y después de esa fecha lo confirman.

Después de clasificar para la Super Ronda en el III Campeonato Mundial Sub 23, el equipo Cuba, después de caer ante Venezuela y México, superó a Panamá en extrainning.La posibilidad de discutir la medalla de bronce depende de los resultados de otros equipos. Más allá de cualquier resultado Cuba impuso un récord de fugas, que aún podría superarse: siete integrantes del equipo escaparon. Cuatro meses antes, el equipo cubano al Torneo Preolímpico de las Américas clasificó y otros cuatro cubanos desertaron.

El béisbol o pelota, de origen estadounidense, debutó en la Isla en la segunda mitad del siglo XIX y en la primera década del XX ya se imponía a equipos profesionales de Estados Unidos. Se fundó la Liga Cubana de Béisbol y en 1947 Cuba se convirtió en un circuito subsidiario de las Grandes Ligas. Primero con la radio y luego con la televisión, la pelota llegó a todos los rincones del país, devino pasión y se consolidó como el deporte nacional y la práctica sociocultural más importante de la Isla.

Las series mundiales que comenzaron en Londres (1938) tuvieron por sede a La Habana, donde los del patio ganaron cuatro de cinco encuentros. En la Serie del Caribe, en los primeros 12 campeonatos (1948 a 1960), Cuba se impuso en siete. Por esos y otros resultados la Liga Cubana se convirtió en el circuito principal de América Latina.

A pesar de esos resultados, en la primera versión del Clásico Mundial de Béisbol, en 2006 Cuba quedó en segundo lugar. En la segunda en 2009 pasó al quinto lugar y se fugaron varios jugadores. En la tercera en 2013 repitió la quinta posición. Y en la cuarta versión en 2017 la derrota fue estrepitosa: no clasificó. El declive fue más evidente en los topes con las selecciones universitarias de Estados Unidos, a las que después de haberla derrotado en ocho de diez oportunidades, en 2013 perdió los cinco encuentros. En la Serie del Caribe de 2014. a la que Cuba se reincorporó después de 54 ausentes, no pudo llegar a semifinales. En la de 2015 perdió los primeros tres juegos, pero gracias al balance de ganados y perdidos se impuso en el último partido y ganó el campeonato. En 2016 cayó en semifinales y los hermanos Yulieski y Lourdes Gurrieldesertaron.

Mucho más reciente, en junio de 2021, el equipo cubano al Torneo Preolímpico de las Américas, después de haber sido finalista en todas las citas anteriores y haber obtenido tres títulos y dos subtítulos, fue eliminado; mientras cuatro miembros de la delegación desertaron. En ese mismo mes, por vez primera, Cuba quedó fuera del sistema de clasificación del “Top Ten” del ranking mundial de béisbol.

Entre las múltiples causas del declive hay una principal: la abolición de la pelota profesional. Después de creado el Instituto Nacional de Deporte, Educación Física y Recreación (INDER), en febrero de 1961, se prohibieron: el deporte profesional, las trasmisiones televisivas del béisbol norteamericano, la Liga Nacional, las ligas de verano y los topes con equipos de Grandes Ligas.

Los peloteros cubanos impedidos de medirse con los mejores del mundo se impusieron, durante décadas, en las competencias amateurs centroamericanas, panamericanas y mundiales. El 2 de enero de 1967, el líder de la revolución dijo: se erradicó el deporte profesional, y sobre todo, se erradicó en aquel deporte, que era uno de los más populares: la pelota… Pero lo más interesante es que jamás ningún deportista profesional cuyo negocio es el deporte, jugó con tanto entusiasmo, con tanta entereza, con tanto coraje, como el que llevan a cabo nuestros deportistas, que no son profesionales. Sin embargo, al comenzar los choques con profesionales, la ilusión se desvaneció.

La pelota “esclava” demostró ser superior a la “libre” y cientos de jugadores desde 1980 comenzaron a desertar. En 1991, el pitcher habanero, René Arocha, inauguró la fuga de los miembros activos de la selección nacional. Desde entonces, a pesar de las medidas represivas las fugas han sido incontenibles hasta el destacado lanzadordel equipo industriales Brian Chi, que junto a otros diezpeloteros según el mentor del equipo seleccionados por su patriotismo- se fugaron durante la celebración del Mundial Sub 23 en México.

Como puede verse derrotas y deserciones han marchado juntas. Casi todos los mejores pitchers y con ellos cientos de jugadores de todas las posiciones, muchos de los cuales brillan en las Grandes Ligas, al punto que en 2021 hay más estrellas cubanas en la Grandes Ligas que antes de 1959.

El deporte, subordinado a la política, donde el Estado asume y costea todos los gastos a cambio de que los atletas, convertidos en una especie de gladiadores, pongan todo su pensamiento y sus músculos en función de causas ajenas a la naturaleza del deporte. En esa concepción político-ideológica radica la principal causa del fracaso. Atribuirlo a otros factores como el robo de cerebros, o la política de Estados Unidos hacia Cuba, es una forma de evadir la realidad. Lo cierto es que los peloteros de otros países no tienen necesidad de fugarse porque pueden contratarse libremente y no a través de ninguna agencia del Estado, como ocurre en Cuba.

Resulta extremadamente contradictorio que el gobierno cubano culpe a Estados Unidos de la fuga de sus deportistas, a la vez que impide el regreso de los que se fugan, como lo hace con otros profesionales como es el caso de los médicos; pero la contradicción es más alarmante cuando mediante la presión -en un intento desesperado por desarticular la resistencia de los jóvenes intelectuales- encarcela a otros cientos por expresarse públicamente y logra el destierro de cubanos que por su voluntad no quieren abandonar la patria, como acaba de ocurrir con el artista de la plástica Hamlet Lavastida y la poeta Katherine Bisquet, que después de varios meses de detención, él en Villa Marista y ella en su domicilio, tuvieron que abandonar el país el pasado lunes 27 de septiembre, coincidiendo, casualmente, con la fuga de los peloteros del Mundial Sub 23.

La Habana, 3 de octubre de 2021

 


  • Dimas Cecilio Castellanos Martí (Jiguaní, 1943).
  • Reside en La Habana desde 1967.
  • Licenciado en Ciencias Políticas en la Universidad de La Habana (1975), Diplomado en Ciencias de la Información (1983-1985), Licenciado en Estudios Bíblicos y Teológicos en el (2006).
  • Trabajó como profesor de cursos regulares y de postgrados de filosofía marxista en la Facultad de Agronomía de la Universidad de La Habana (1976-1977) y como especialista en Información Científica en el Instituto Superior de Ciencias Agropecuarias de La Habana (1977-1992).
  • Primer premio del concurso convocado por Solidaridad de Trabajadores Cubanos, en el año 2003.
  • Es Miembro de la Junta Directiva del Instituto de Estudios Cubanos con sede en la Florida.
  • Miembro del Consejo Académico del Centro de Estudios Convivencia (CEC).

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