El concepto de Patria para los cubanos nace muy aparejado al proceso independentista, con las ideas y aspiraciones del Presbítero Félix Varela, Carlos Manuel de Céspedes, el Padre de la Patria, y José Martí y muchas otras figuras de la historiografía cubana. Si nos remitimos al significado estricto de la palabra estamos hablando de “la tierra de nuestros padres”. Sin embargo, cuando decimos patria también decimos Nación independiente, en la que se unen las personas que conviven como una comunidad social interrelacionada a través de lazos no solo territoriales, sino también idiomáticos, culturales, históricos y políticos.
La Patria se compone de elementos objetivos como su geografía, sus padres fundacionales, su economía, su sistema político y la propia población que la integra; y además, de elementos subjetivos como la cultura, la religión, la historia, la nacionalidad y los proyectos de futuro devenidos del compromiso con “lo nuestro”. Nunca se debe confundir con el Estado, el Gobierno, la ideología oficial, un movimiento, un Partido o una persona en particular.
La Patria puede ser por nacimiento, por ascendencia de origen de nuestros padres, o por elección como consecuencia de la entrega voluntaria. Tenemos muchos ejemplos en la historia de Cuba, como el Generalísimo Máximo Gómez, quien habiendo nacido en República Dominicana, sintió y vivió la causa cubana en sus entrañas. Tanto fue así que supo transmitir ese legado a su hijo Francisco (Panchito) Gómez Toro, nacido en la manigua el 11 de marzo de 1876, y que entregó su vida en la causa libertaria, con tan solo 20 años.
Para los jóvenes de estos tiempos, especialmente para los jóvenes cubanos, que peregrinamos aquí, allá y acullá, deberían pesar mucho las palabras del Apóstol de la Independencia cuando decía que “la patria es dicha y dolor de todos”. El desarraigo, la emigración, la ausencia de una formación integral de la persona, respaldada en el cultivo de valores y virtudes, hacen que el sentimiento de patriotismo escasee o no sea vivido en su total dimensión. Colocar los ojos en el destino de la tierra que nos vio nacer, y no estar pendientes de las oportunidades para escapar, es el principal desafío del presente cubano. La Nación se construye con la entrega y el sacrificio de sus hijos.
- Yoandy Izquierdo Toledo (Pinar del Río, 1987).
- Licenciado en Microbiología.
- Máster en Bioética por la Universidad Católica de Valencia y el Centro de Bioética Juan Pablo II.
- Máster en Ciencias Sociales por la Universidad Francisco de Vitoria, Madrid, España.
- Miembro del Consejo de Redacción de la revista Convivencia.
- Responsable de Ediciones Convivencia.
- Reside en Pinar del Río.