Martes de Dimas
Hace 119 años, el 20 de mayo de 1902, en el Palacio de los Capitanes Generales convertido en Palacio Presidencial, tuvo lugar el nacimiento de la República de Cuba.
En presencia de varios oficiales del Ejército de Liberación, del Ejército de Ocupación y del Presidente Tomas Estrada Palma con su Consejo de Secretarios, se celebró la ceremonia de traspaso de poder.
El general Leonardo Wood dio lectura a un mensaje del presidente de Estados Unidos y pronunció unas breves palabras. Seguidamente el generalísimo Máximo Gómez, ebrio de emoción, al izar la enseña nacional exclamó: ¡Creo que hemos llegado!
Durante cuatro días veteranos de la guerra, políticos y hombres de negocio congratularon a los ocupantes con bailes y banquetes. Mientras el pueblo celebraba el advenimiento. El 19 de mayo, aniversario de la muerte de Martí se hizo un alto en la celebración, fue día de luto y veladas solemnes, y a las doce de la noche se reinició la fiesta que duró hasta el amanecer del día 21.
El 20 de mayo se incorporó al panteón de efemérides nacionales: 28 de enero, natalicio del Apóstol; 24 de febrero, comienzo de la Guerra de Independencia; 10 de octubre, Grito de Yara y 7 de diciembre, caída del Titán de Bronce. Cada año la fecha se celebraba por lo grande. Ese día las muchachas vestían ropas con los colores de la bandera, las instituciones y centros de enseñanza lo festejaban y la prensa le dedicaba sus mejores espacios.
Después de 1959 se intentó despojar esa fecha de su simbolismo y atribuirle todos los males de la nación y en 1963 dejó de celebrase. El 16 de septiembre de 2015, el historiador Rolando Rodríguez, soslayando que la República en Armas sólo pudo regir en los territorios liberados y que fue en 1902 que Cuba emergió como país independiente en el concierto de naciones, publicó en el diario Granma, que el 20 de mayo no podía recordarse como el día de surgimiento de la República porque ella había comenzado en Guáimaro el 10 de abril de 1869.
Las sin razones para borrar una fecha tan simbólica nos remite a la conformación de la primera constitución republicana. En julio de 1900 el Gobierno de Ocupación convocó al pueblo de Cuba a elecciones para designar los delegados que redactarían la Constitución y para formular cuáles deberían ser las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos. Terminada la redacción del texto, la Comisión encargada de exponer dichas relaciones recibiólas instrucciones a tener en cuenta[1]. Después de múltiples debates, gestiones y desencuentros, los delegados cubanos recibieron una nota del Secretario de la Guerra, que establecía, como condición para cesar la ocupación, la incorporación de la Enmienda Platt, la cual, como fragmento de la constitución norteamericana, tenía fuerza de ley. Agotadas todas las posibilidades, la Asamblea Constituyente decidió aprobar la Enmienda.
Con el país ocupado, el Ejército Libertador desmovilizado, el Partido Revolucionario Cubano disuelto, la Nación sin cristalizar, sin Estado ni gobierno propios, con la economía en ruina y el pueblo agotado por la prolongada lucha, votar en contra implicaba la ocupación indefinida y el reinicio de la guerra, lo que ante la superioridad del ocupante constituía un acto suicida.
Cuba nació sin independencia absoluta, pero con derechos civiles y políticos, y la separación de los poderes públicos refrendados en el texto constitucional. Se le cerró el paso a la anexión, se retiró el Ejército de ocupación y nuestro destino ya no sería el de Puerto Rico, Guam o Filipinas. En 1925 se recobró la soberanía sobre Isla de Pinos, en menos de 20 años Cuba emergió desbarajuste social derivado de la guerra, se fortaleció la sociedad civil, en 1914 se creó la Moneda Nacional para disminuir la dependencia respecto al dólar norteamericano, en 1934 nos desembarazamos de la Enmienda Platt, en 1937 se dictó la legislación laboral más avanzada que Cuba ha tenido hasta hoy. Y en 1939 se redactó la flamante Constitución de 1940.
Aprobar la Enmienda Platt, en las condiciones en que se hizo, no fue un acto de entreguismo, sino de madurez, de visión de futuro: una manifestación de cultura política. Por ello, el 20 de mayo constituyó un acontecimiento crucial de la historia de Cuba. ´Dejó atrás cuatro siglos de colonialismo hispano y tres años de ocupación norteamericana para ocupar un lugar en el concierto de naciones con personalidad jurídica.
La cultura de la violencia, la intransigencia y el todo o nada, han aportado muy poco al bienestar de los pueblos. La balanza de la historia demostró que a pesar de las dificultades confrontadas la República que nació en 1902 en la década de los cincuenta se encontraba ubicada en el pelotón de avanzada de la región. Mientras la Cuba de hoy, después de seis décadas de intransigencia, está inmersa en la crisis más profunda de su historia.
Razones suficientes para que el 20 de mayo ocupe nuevamente su lugar en el panteón de nuestras fiestas patrias.
La Habana, 17 de mayo de 2021
[1] Eliu Root, Secretario de la Guerra de Estados Unidos
- Dimas Cecilio Castellanos Martí (Jiguaní, 1943).
- Reside en La Habana desde 1967.
- Licenciado en Ciencias Políticas en la Universidad de La Habana (1975), Diplomado en Ciencias de la Información (1983-1985), Licenciado en Estudios Bíblicos y Teológicos en el (2006).
- Trabajó como profesor de cursos regulares y de postgrados de filosofía marxista en la Facultad de Agronomía de la Universidad de La Habana (1976-1977) y como especialista en Información Científica en el Instituto Superior de Ciencias Agropecuarias de La Habana (1977-1992).
- Primer premio del concurso convocado por Solidaridad de Trabajadores Cubanos, en el año 2003.
- Es Miembro de la Junta Directiva del Instituto de Estudios Cubanos con sede en la Florida.
- Miembro del Consejo Académico del Centro de Estudios Convivencia (CEC).