Por Fernando Martínez Calzadilla
La sociedad civil es una fuerza activa y transformadora y como tal se comporta. Esta característica distintiva, se puede observar a simple vista en cada hecho de la vida diaria. Bastaría con echar una simple mirada a nuestro alrededor. Es quizás por este dinamismo que la sociedad civil cubana, ha roto hasta cierto punto con el inmovilismo existencial en que ha vivido durante mucho tiempo. Un despertar de una nueva intelectualidad cubana, viene a dar un aire de renovación a la rutina en que se ha caído por diversas causas.Ejemplo de esto es la creación de nuevos espacios y movimientos cívicos dedicados a fomentar la verdadera cultura cubana, libre de dogmatismos y de proselitismo de todo tipo.Si bien los avances son aun discretos, se nota que se ha iniciado la marcha.
El pasado día dos de agosto, en uno de los centros culturales comunitarios independientes que existen ya en nuestro país, pertenecientes al Programa Cultural Libertad, se desarrolló una emotiva charla sobre la trascendencia histórica de la revista Vitral y las proyecciones futuras y perspectivas de la nueva revista sociocultural Convivencia.
Notable a primer golpe de vista, era la diversidad, factor primordial en toda asamblea que busque el verdadero sentir de la mayoría. La actividad comenzó a primera hora de la mañana, con un diálogo informal entre los diferentes participantes, los que buscaron en diferentes grupos los temas que más les interesaban. La gran mayoría de los participantes éramos jóvenes. La mujer cubana también tuvo su espacio reservado y no precisamente en la cocina, la que le tocó a los hombres, sino debatiendo sobre temas existenciales y formas en que se pudiera dar un mayor protagonismo a las féminas, entre los diversos espacios de la sociedad civil y la vida cotidiana.En horas del mediodía se pasó ha festejar entre los presentes con un modesto almuerzo criollo, matizado por la alegría y la atmósfera de compenetración mutua entre todos los participantes.Un poco después de la una de la tarde en un improvisado auditorio, se dio paso al foro público, diálogo abierto y franco entre miembros de diversos factores de la sociedad civil; feministas, religiosos, intelectuales, partidarios de corrientes políticas, todos en la más limpia atmósfera de respeto. Primeramente el periodista independiente Fernando Martínez Calzadilla, dio una panorámica sobre la trascendencia de Vitral y la nueva revista Convivencia, dándole paso a Juan Carlos Fernández, animador del extinto Centro de Formación Cívica y Religiosa de Pinar del Río, y corresponsable de la también desaparecida Hermandad de Ayuda al preso y sus Familiares, que abordó el tema de la importancia de estos espacios de formación e información también para los prisioneros cubanos y sus familiares.
Completó lo que fue el colofón de todo el debate, la cascada de opiniones. Todos hablaron de lo que sintieron con la desaparición de Vitral como voz de una comunidad y de lo que significa el resurgir de esta voz en Convivencia. Fue mucho lo que se habló y muy bueno, tanto que al final del día quedaba en todos el delicioso sabor que queda cuando se saborea, en medio de nuestros campos cubanos, un panal de rica miel. Antes de lo que deseábamos terminaba la velada, pues sucede que las cosas buenas terminan pronto. Todos emprendieron el regreso, hablando de la vida, lo vivido y lo aprendido, teniendo, estoy seguro, una nueva visión del momento y la importancia que tiene cada uno de ellos en estos instantes.Asi terminó un día cualquiera en la vida de una sociedad civil que empieza como el niño a dar sus primeros pasos para erguirse en pie como una persona que es capaz de valerse por sí misma. Algo se aprendió en ese fraternal encuentro: a valorarnos, conocernos y aprender una nueva lección nacida de entre nosotros, de nuestras propias vivencias. Creo que ese es el mejor regalo que se le puede hacer a Vitral y Convivencia: saber que, gracias a ellas, aprendimos la lección: somos personas libres, podemos tejer entre todos una nueva sociedad civil en la más rica diversidad de los cubanos y cubanas.
Fernando Martínez Calzadilla
Periodista Independiente
Director del Programa Cultural Libertad.
Comunidad Briones Montoto
Pinar del Río