Durante los días 16, 17 y 18 de Septiembre, recibimos en Pinar del Río, a la Dra. Hilda Molina.
La Dra. se encontró con miembros del equipo de Convivencia y con otro grupo más amplio de colaboradores. Visitó a Mons. José Siro, antiguo Obispo de Pinar del Río y conversó con algunos colegas en la ciudad.
Fueron tres días intensos. Por dos razones: queríamos que se sintiera lo mejor posible y trabajamos bastante para asegurarlo, y, sobre todo, porque la carga de emociones que se suscitan en todo el que la conoce y la escucha, es muy fuerte.
Contó su historia personal de sufrimientos e impotencia con la sencillez de las almas grandes, que saben sufrir con entereza y dignidad. Impresiona su estilo sereno y su transparencia. Estimula su esperanza y la fuerza que se vislumbra en el carácter de una mujer dulce, que habla despacio, pero sin titubeos.
Para los pinareños que la conocimos personalmente hubo un antes y un después de su visita. Conocer a quien ha sufrido en carne propia los atropellos, las humillaciones, el encierro, las falsas acusaciones, los atentados a su integridad y a su buena fama y escucharlo de su propia voz, es un privilegio que sabemos valorar.