Una conferencia por la unidad y la reconciliación nacional

Con ocasión de la Conferencia dictada por el Sr. Carlos Saladrigas el 30 de marzo de 2012 en el Centro Félix Varela de La Habana.
Por Oscar Espinosa Chepe
Image
“Cuba y su Diáspora: actitudes y políticas que debe aplicar la Diáspora para reintegrarse en Cuba”, fue el tema de la conferencia impartida por Carlos Saladrigas, empresario cubano-americano, el 30 de marzo, auspiciada por la revista Espacio Laical en la Cátedra Padre Félix Varela, que radica en el antiguo Seminario San Carlos.

Con ocasión de la Conferencia dictada por el Sr. Carlos Saladrigas el 30 de marzo de 2012 en el Centro Félix Varela de La Habana.
Por Oscar Espinosa Chepe

Foto: Miriam Leyva

El Sr. Oscar E. Chepe, 2do por la derecha junto al Sr. Saladrigas, al centro.

“Cuba y su Diáspora: actitudes y políticas que debe aplicar la Diáspora para reintegrarse en Cuba”, fue el tema de la conferencia impartida por Carlos Saladrigas, empresario cubano-americano, el 30 de marzo, auspiciada por la revista Espacio Laical en la Cátedra Padre Félix Varela, que radica en el antiguo Seminario San Carlos.
La nutrida asistencia a la sala de apreciables dimensiones motivó que fuera necesario dejar abiertas las puertas y ventanas del local para que pudieran participar un estimado de 150-200 personas. La heterogeneidad fue notable, ya que junto a integrantes de la disidencia y la sociedad civil independiente, estuvieron conocidos intelectuales pertenecientes a entidades oficiales, personalidades de diversas religiones, laicos católicos, diplomáticos y periodistas extranjeros acreditados en La Habana.
En la primera parte, Saladrigas leyó un texto con sus consideraciones sobre las características de la diáspora cubana y la necesidad de su aportación a las transformaciones que Cuba demanda con urgencia. Fue muy coherente y realista, señalando las enormes dificultades que habrá que superar para el necesario encuentro entre los cubanos de la Isla y la comunidad en el exterior. No fue complaciente ante el régimen; señaló que las dificultades no solo provienen de sectores del exilio, sino que parten también del interior de la Isla, con personas negadas a terminar este período oscuro de nuestra historia, que tanto dolor y odio ha generado.
En su intervención, abogó por la reflexión y recapacitar sobre antiguos errores y dogmas, e indicó que “los problemas de Cuba son grandes, pero son nuestros problemas, y debemos y tenemos que resolverlos entre nosotros los cubanos. No serán fáciles, pero no tenemos otra opción… Veo a Cuba como un país rico en capital humano, tanto dentro como fuera, y en el mundo contemporáneo el patrimonio humano es más importante que el financiero… Sin embargo, para realizar el potencial de ese capital humano, tanto aquí como en la diáspora, requiere cambios y cambios grandes, que le corresponden a todas las partes, tanto a la diáspora como al gobierno y a la propia oposición”.
En la segunda parte, se realizaron varias rondas de preguntas que evidentemente reflejaban las posiciones de cada participante. Lo más importante fue el respeto al criterio ajeno, lo cual demuestra que el debate transparente y responsable es posible en Cuba, e incluso indispensable para encontrar solución a los grandes problemas que atenazan la sociedad.
Indudablemente la conferencia de Carlos Saladrigas indica que mucho está cambiando en la sociedad cubana. El hecho de que un hombre que fuera atacado en el diario Granma hace dos años pueda viajar a Cuba y brindar sus ideas es un paso de avance, junto a otros que se están dando en el plano intelectual, aunque todavía estén muy lejanos de lo requerido. Si algo ha cambiado de forma impresionante en los últimos años, es la mentalidad del cubano, consciente de que el modelo actual ha fracasado y nuevos derroteros es necesario adoptar para salir de la crisis. Puede afirmarse que cada día es más fuerte y abarcador el consenso popular en favor del cambio, en un contexto pacífico y de reconciliación.
Desafortunadamente esta situación es contradictoria, pues al tiempo que se produjo la conferencia de Carlos Saladrigas, y personas con distintas posiciones políticas pudieron encontrarse en una sala, hechos repudiables vuelven a repetirse, como la ola de detenciones realizadas en el oriente del país, nada menos que a pocos días de haber estado el Papa Benedicto XVI en Cuba, cuando señaló la necesidad de cambios.
Todo parece indicar que los duros del gobierno se han sentido tocados por los modestos pasos democratizadores y han impuesto acciones contra la disidencia pacífica, a fin de aterrorizar a toda la población. Incluso podría ser un movimiento de los sectores reformistas del gobierno para aplacar los ánimos de sus compañeros más recalcitrantes. En ese marco podría comprenderse la súbita conferencia de prensa brindada por el vicepresidente Marino Murillo, coincidente con la visita papal, para destacar que en Cuba no habrá cambios políticos, como si la rueda de la historia y la voluntad de un pueblo pudieran detenerse con meras palabras.
Con la conferencia de Carlos Saladrigas se ha dado un paso importante en el camino hacia la unidad y la reconciliación nacional. Tanto al interior de la Isla, como en nuestra diáspora, deberá servir de aliento para reforzar nuestro trabajo por una nueva Cuba, donde todos los ciudadanos, por encima de ideologías, podamos reconstruir nuestro hogar nacional y vivir en paz y armonía.
La Habana, 9 de Abril de 2012
Oscar Espinosa Chepe
Economista y Periodista Independiente.
Scroll al inicio