Por Pedro Argüelles
El respeto al derecho ajeno es la paz.
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Porque, en definitiva, todos somos hijos de Dios y, por lo tanto, hermanos, y creo que todo esto no es una utopía ni nada que se le parezca. No, ha habido y hay muchos hombres y mujeres que han trabajado y luchado, y trabajan y luchan por estos paradigmáticos valores y principios cristianos y democráticos en todo el mundo y a lo largo de la historia universal, y por el abnegado, sufrido y a veces anónimo esfuerzo y sacrificio de todos ellos, la humanidad – con todas sus luces y sombras – ha llegado hasta donde ha llegado y continuará así hasta lograr un hogar mundial donde prevalezcan los derechos y libertades sin fronteras. Amén.
A todos los que aman la paz, dedico este poema mío:
Sueño
Sueño con fusiles proyectando flores
Y al dar con el aire eclosionan
En cascadas de colores.
Pedro Argüelles Morán
Prisionero de conciencia. Grupo de los 75
Prisión provincial de Canaleta, Ciego de Ávila