Los colegios religiosos de Cuba, junto a las escuelas laicas privadas, desempeñaron en la República un valioso papel que la prensa oficial omite.
Ante el estado deplorable de la enseñanza, resultado de la Guerra de independencia, el general Leonard Wood, jefe del Gobierno de Ocupación dictó las normativas jurídicas que sentaron las bases para su restitución y modernización. Las lecciones de memoria, el verbalismo y el papel pasivo del alumno se suprimieron, se crearon 3 mil nuevas aulas, se procedió a la formación de maestros con el apoyo de las asociaciones cívicas y la iniciativa privada, y se reguló la participación activa de las iglesias cristianas en la enseñanza; preceptos que fueron ampliados por las constituciones republicanas de 1901 y de 1940.
Siete ejemplos ilustrativos de colegios religiosos fueron:
El Colegio de Belén
El Real Colegio de Belén, fundado en 1854 por la Orden de los Jesuitas, fue trasladado en 1925 de La Habana a una moderna edificación construida en el reparto Buena Vista, Marianao. En este centro docente, conformado por nueve pabellones y un observatorio meteorológico con los instrumentos más modernos de la época, se formaron cientos de destacados técnicos y especialistas. Por gestiones de un grupo de ex alumnos[1] a fines de la década de 1940 este Colegio, en el que Fidel Castro se graduó de bachiller, extendió la enseñanza hasta el nivel universitario en 1961 fue confiscado y convertido en el Instituto Técnico Militar.
Las Escuelas Pías
Los Escolapios en 1857 crearon, en el antiguo convento San Francisco, en Guanabacoa, la primera Escuela Normal que tuvo Cuba. La misma comprendía la enseñanza primaria, la superior, y las de comercio, Lenguas y Bachillerato. Esta Escuela –devenida referencia educacional– tenía capacidad para albergar alrededor de 200 alumnos en sus dormitorios. A la vez los escolapios fundaron otros cuatro colegios atendidos por medio centenar de religiosos, de cuyas aulas emergieron figuras prominentes de la política, la ciencia y las artes de Cuba.
La Universidad Santo Tomás de Villanueva
Los Agustinos en 1901 inauguraron el Colegio San Agustín y en 1946 fundaron la primera Universidad privada de Cuba: la de Santo Tomás de Villanueva, conformada por siete edificios dotados con los últimos adelantos[2]. Conformada por diez facultades y tres escuelas, a la que asistían 1 600 alumnos, se colocó entre las mejores universidades privadas de Hispanoamérica. En 1961 fue convertida en un Politécnico de Informática y Química.
El Colegio De La Salle
El 10 de septiembre de 1905 se inauguró el Colegio De La Salle en La Habana Vieja. Y en 1921 se trasladó a los terrenos de la Parroquia del Vedado, en la intersección de las calles C y 11, y de aquí a la manzana comprendida entre las calles 11 y 13, y C y D, en el mismo Vedado. En 1957 tenía unos cinco mil niños y jóvenes matriculados (mil de ellos en clases gratuitas). Los hermanos De La Salle erigieron colegios análogos en todas las provincias de Cuba. Fueron los pioneros en tener un laboratorio de física docente y entre sus aulas contaban con un museo de historia natural propio. Algunos de sus libros de textos fueron adoptados por otros colegios privados y públicos.
El Colegio Sagrado Corazón de Jesús
La congregación Misioneros del Sagrado Corazón de Jesús estableció varios colegios en la Isla para impartir enseñanza primaria, secundaria y media superior para la formación cristiana de niñas. En 1946 comenzaron la edificación del mayor y más moderno de sus centros: el Colegio Sagrado Corazón de Jesús, al Este de La Habana, inaugurado en 1958, donde se impartía docencia desde el Kindergarten hasta el bachillerato, para 880 alumnos, y poseía un sistema de becas para niñas pobres. En su edificación se instauró la actual Escuela de Medicina “Victoria de Girón“.
El Candler College
Este colegio metodista se fundó en La Habana en 1899. En su proceso de expansión inauguraron en 1913 una nueva sede en Marianao. El de La Habana se renombró como Colegio Metodista Central y el de Marianao conservó el nombre de Candler College, que devino uno los colegios metodistas más destacados. Comprendía un grado de educación preprimaria y siete de educación primaria. Al terminar el sexto grado los estudiantes podían entrar al bachillerato previo examen de ingreso oficial. El High School, en inglés, consistía en cuatro años de educación secundaria para continuar estudios de educación superior en los Estados Unidos. En su edificación se instaló el Politécnico Amistad Cubano-Soviética
El Colegio Buenavista
Los padres de los alumnos solicitaron a la dirección del Candler College que proporcionara educación cristiana a niñas de forma similar a los varones. En respuesta se inauguró en 1920 el colegio femenino Buenavista que ofrecía preescolar y educación primaria en español e inglés hasta el octavo grado. Las alumnas continuaban la educación secundaria en Candler College. Para que sus graduados continuaran estudios universitarios se creó, en 1956, la Universidad Candler para las carreras de Pedagogía, Idiomas, Filosofía y Letras, Farmacia y Ciencias Comerciales.
Los colegios católicos y protestantes −la mayoría de ellos con buena infraestructura y adecuados recursos educativos −junto a la preparación de estudiantes de las clases altes y medias− impartían enseñanza a estudiantes pobres de forma gratuita o con cuotas reducidas. En ellos se aplicaba el Programa Oficial del Ministerio de Educación, los libros de texto empleados eran los de la Educación Oficial, se enseñaba y respetaba la historia nacional y las fechas históricas, lo que permitía la formación de ciudadanos comprometidos con su nación, no con una ideología, un gobierno o un partido político. Para graduarse los estudiantes tenían que someterse a examen ante Tribunal, de acuerdo al plan establecido para los centros oficiales.
Dos meses después de declarado el carácter socialista de la revolución, el 6 de junio de 1961, el Gobierno revolucionario confiscó todos los colegios privados laicos y religiosos y declaró la exclusividad del Estado para ejercer la enseñanza y se adjudicó la propiedad de los bienes, derechos y acciones que integraban los patrimonios de los citados centros. Mientras la mayoría de los sacerdotes-maestros de los colegios católicos fueron expulsados de Cuba.
Resumiendo
La enseñanza privada, laica y religiosa, cubría aproximadamente el 20% del total del alumnado en Cuba, lo cual significaba un enorme ahorro para los gastos del Estado, garantizaban una alta calidad educativa y permitía a la familia decidir el tipo de educación que querían para sus hijos.
El estado de deterioro actual de esas instalaciones confiscadas, la merma de calidad de la enseñanza, la insuficiencia de profesores, y otras carencias, demuestran que la confiscación de los colegios privados laicos y religiosos, y la prohibición de la enseñanza se empleó como mecanismo de adoctrinamiento al servicio de un poder y de una ideología que ocasionaron un gran daño a la enseñanza.
Lleida, 14 de abril de 2023
[1] El colegio de Belén inauguró una universidad libre con los fondos recaudados por ex alumnos, entre ellos el presidente Carlos Prío Socarrás, que haciendo uso de los fondos de la Lotería Nacional destinados a diversas obras, en 1949 entregó un cheque por la suma de 75 mil pesos.
[2] Juan Emilio Friguls. La Iglesia Católica en la República. Siglo y cuarto del Diario de la Marina. Número Extraordinario. 15 de septiembre de 1957, p. 20.
- Dimas Cecilio Castellanos Martí (Jiguaní, 1943).
- Reside en La Habana desde 1967.
- Licenciado en Ciencias Políticas en la Universidad de La Habana (1975), Diplomado en Ciencias de la Información (1983-1985), Licenciado en Estudios Bíblicos y Teológicos en el (2006).
- Trabajó como profesor de cursos regulares y de postgrados de filosofía marxista en la Facultad de Agronomía de la Universidad de La Habana (1976-1977) y como especialista en Información Científica en el Instituto Superior de Ciencias Agropecuarias de La Habana (1977-1992).
- Primer premio del concurso convocado por Solidaridad de Trabajadores Cubanos, en el año 2003.
- Es Miembro de la Junta Directiva del Instituto de Estudios Cubanos con sede en la Florida.
- Miembro del Consejo Académico del Centro de Estudios Convivencia (CEC).