Tiempos de confinamiento y crisis

Viernes de Rosalia

Debido al aumento de los casos de COVID-19 en la provincia de Pinar del Río se han aislado diferentes lugares en diferentes municipios para controlar la propagación del virus. Estar en cuarentena en Cuba ahora mismo es una difícil tarea, sin restarle importancia a la necesidad de proteger vidas humanas.

La mayoría de los cubanos viven al día, esa es una realidad que sufre nuestra sociedad. Son pocas las familias que cuentan con una despensa llena, o con los productos de la canasta básica que cubran las necesidades de una quincena o un mes. Actualmente la situación es mas crítica y alarmante debido a la escasez de casi todo tipo de productos, sobre todo los de higiene y alimentación.

Imaginar el difícil panorama que presentan muchas familias en confinamiento no es nada difícil. Productos como el pollo, el picadillo, el aceite, el detergente, el jabón y el papel higiénico, los cuales son muy básicos, solo se pueden adquirir a través de la tarjeta que cada familia tiene actualmente en la tienda donde les corresponda y en la semana o día que les toque comprar. Debido al aumento de las tiendas en MLC, en las tiendas o quioscos que aun mantienen sus ventas en CUC compran varias bodegas, y cada una de estas bodegas cuenta con un considerable número de núcleos, por lo que adquirir estos productos es bien complicado. Más aun cuando la demanda es mayor que el número de productos. No solo cuenta la difícil adquisición de los productos, sino también el hecho de que sean restringidos, por lo que no hay manera de que duren tantos días por mucho que ahorres.

El gobierno le vende a las familias confinadas productos como yogurt de soya, pan, galletas y jamonada. Dentro de los mismos vecinos alguien ayuda como mensajero y hace llegar a las casas designadas estos alimentos. También se encargan de comprar los productos que vienen por la libreta de abastecimiento y hacértelos llegar. Cualquier ayuda es buena y bien recibida, pero para vivir sin salir de una vivienda hace falta más que eso, sobre todo donde hay niños pequeños y ancianos. Hay muchas personas que no tienen ni con qué pagar el pan y el yogurt que se les vende.

Cuidar la salud propia y la de los demás es muy importante. Los gobiernos deben tomar medidas al respecto, pero estas medidas deben estar fundamentadas en las realidades que los ciudadanos viven. Las autoridades que cuidan y mantienen el orden en las comunidades en cuarentena deben ser flexibles y conocer la realidad que vive ese grupo de personas en confinamiento.

Sigue siendo lo más importante cuidarse y cuidar a los demás para que esta pandemia no se expanda más de lo que ya lo ha hecho, pero repito, hay que garantizar que las personas que no pueden salir, y sobre todo las de más bajos recursos, tengan lo necesario para subsistir en estos tiempos difíciles. 

 


  • Rosalia Viñas Lazo (Pinar del Río, 1989).
  • Miembro del Consejo de Dirección del CEC.

 

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