¿SABES DE AMOR?

Foto de Maikel Iglesias Rodríguez.

¿Sabes de amor?

Nunca conocerás el peso en la soledad
ninguna vez te serán largos los caminos,
El sol sostendrá en tu alma un ramillete de luces
Y la tristeza será una breve brizna sin huellas,
La alegría hará trono en tu corazón
Repartirás alegrías que el amor regala
Te será grata la vida como los versos al poeta
Pero…, Faltaría probar la calidad si en verdad sabes
Si le conociste, puedes afirmar sin temor a errar que no has nacido
Si no le has conocido aún,
Sentirás que estás casi o igual a muerta.

¿El Amor?

Flecha sin punta, sin veneno
Viaja serena, segura en la mirada
Nace de los gestos del amante
Sabe tocar sin herir el corazón y conquistarlo
Sencilla como el viento, suave como la espuma de las olas
Si logras descifrar su hechizo te hará feliz eternamente
No conoce de dudas, no engaña ni condena
Es la razón de la flor para ofrendarse y darle espacio al fruto
Es la más sentida razón para estar vivos.

Descubro

¿Las golondrinas no emigran ya hasta estos lares?
De niño frente al Milanés
Las recuerdo posadas al tendido eléctrico
las oscuras aves migratorias de ágil vuelo
Quizás el clima las corrientes del golfo o las mareas
Les perdieron el rumbo hacia otros nidos
Vuelo, canto y trino se extrañan, se esfuman del recuerdo
Quizás por falta de otros montes
O de la meteorológica influencia del Niño o de la Niña
O alucinadas por la distancia de las monotonías
Perdieron los hábitos del tiempo
O no le atraen los colores de los cielos en las tardes
Viven sin recetas como los poetas de la felicidad
Libertad que les gana y premia de apreciados motivos
Aún las calandrias no han perdido el vuelo
Ni desconocen el canto de la libertad
Para elegir los rincones a sus nidos
Ellas ya no están cuando casi todo emigra.

A pesar del tiempo

Horas desgajadas al árbol de la incertidumbre
Como andanadas, abundan ruidos con costras de silencio
Vienen a estirarse a dibujar rostros
A destilar colores, invenciones prendida a las palabras
Se escinden en laberintos y desconciertos
Sensaciones sin peso, que aligera emociones
Vienen las horas a hinchar en la monotonía
los grises de las tardes de invierno
sus sombras parecen horas sin fruto sudor ni sueño
Nada ocurre nada…, todo es discorde… se repite hasta el cansancio
Reinan los mutismos de la desvergüenza y el hastío
La indiferencia aniquila la prosperidad, acidifica el aire
Vale el intento por mejorar desde lo pequeño
La grandiosa necesidad que padecemos a diario
Simple amago que suele mover hacia el intento
Magia puesta en la virtud de lo posible
Donde a los sueños les nace la fuente de sus manantiales
Y despliega al imaginario la savia que los fructifica.
¡Cuánta ala rota ante la distorsión del regalo de una libertad sin vuelo!
Para que a los sueños les nazca la fuerza en la matriz de sus raíces
Sin cotas, marcas límites que envilezcan la creatividad,
Que no haya coartada amurallada a la acción de las ideas.
Ágil como el movimiento las naves del amor navegarán la libertad
En su entera autonomía incontrolable
el peso de los sueños…cancelará el poder eternizante…,
No pasará la nueva religión de las ideologías, no pasará…

Belleza de la tarde

La tarde se sumerge en el mutismo
Anticipa tonos de rojo entre sombras
El horizonte deja ver el entrecejo de nubes
El trueno anuncia la tormenta
Bandadas de tórtolas vuelan a sus nidos en busca de refugio
La tristeza viene bajo el velo de la espera,
A hurtadillas teje el ritmo la melancolía del hastío
Una llovizna corteja al gris junto a la humedad
El cielo esboza en discordancia una sonrisa a su añoranza de alegrías
Al final los tiempos los asechos semejan puertas a lo desconocido
Mezcla de distancias sombras de silencios amasan las horas
No quisiera perderle el rumbo a la ternura
Ni permitirles a las penumbras intenten esfumar intenciones futuras
No la concibo sin fuerzas para trastocar al mal con la esencia de la entrega
Ni en balde un día proyectarán haces bajo el ala del amor y la cordura
Han de sobrar razones de entrega al afán
La convicción y el sacrificio serán cultura de simientes
Para que edifiquen a fuerza de flor el aroma y dulzura de los frutos

Los trapecistas

Se columpian al centro de la carpa
Los cuerpos péndulos veloces
Hacen fijar las miradas en la movilidad
El corazón se acelera mecido en emoción
Triple salto mortal se avecina
mientras los artistas danzan
Sienten el peligro la impresición para vencer lo impredecible
Acto esperado entre los sobresaltos de la noche y el silencio
Las luces destellan líneas que dibujan las siluetas
Se miden con exactitud prestos al desenlace de los cuerpos
Al desafío del vacío en la pendiente del destino
En la pericia del parador presto a recibirle
Deteniendo al saltador en sus muñecas
Justo a salvar el preciado peso de la vida.


Humberto J. Bomnín Javier (Pinar del Río, 1944).
Licenciado en Español y Literatura.
Fue Director de la revista Vitral de 2011-2012.
Catequista y miembro de la Pastoral de Educación.

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