Realidad y cambio en Cuba

Yoandy Izquierdo Toledo
Jueves de Yoandy

La situación interna en Cuba posterior a las manifestaciones del 11 de julio de 2021 es cada vez más crítica. La pandemia de COVID-19 agravó las condiciones de vida porque incrementó la escasez no solo de medicinas básicas sino también de alimentos, productos de higiene y aseo, entre otros. El Estado llegó a establecer topes para los precios de los productos y decidió implementar, en plena pandemia, lo que ha llamado “tarea ordenamiento”, que es el nombre encontrado para el proceso de eliminar la moneda peso convertible cubano (CUC) y poner las tiendas en moneda libremente convertible (MLC). Los salarios cubanos continúan siendo en pesos cubanos y hasta la fecha el Banco Central de Cuba no ha iniciado la venta de MLC a los ciudadanos de a pie. La venta de este tipo de moneda, en su mayoría euros, está en el mercado informal a elevadas tasas de cambio respecto al peso cubano.

El país desde el punto de vista económico ha venido mostrando la ineficiencia constitutiva del modelo socialista centralizado con una falta de liquidez sin solución actual. Casi se ha perdido el sostén de Venezuela y el resto de los acreedores y otros posibles mercados del mundo desconfían por la experiencia probada de que Cuba no cumple sus compromisos de pago. La “tarea ordenamiento” ha sido un fracaso que ha provocado una inflación galopante, una carestía de la vida y un aumento de la pobreza. Las medidas tomadas son medidas de mercado propias de un capitalismo monopolista de Estado. En cuanto a la alimentación se combinan las siguientes limitantes:

Disponibilidad física
La disponibilidad física de alimentos depende de la producción agropecuaria y acuícola. En Cuba, Isla rodeada de mares, no hay pescado. La masa ganadera se ha depauperado hasta límites nunca vistos, lo que impide la disponibilidad de carnes. La producción de granos, viandas, frutales y hortalizas es tan insuficiente que algunos de estos renglones deben ser importados.

Acceso a los alimentos
El acceso está afectado por dos razones: por la escasez y por los insuficientes salarios devengados, que a su vez están afectados por la galopante inflación.

Utilización de los alimentos
El mal manejo de los productos, la ruptura de la cadena de frío, la falta de envases o demoras en el acopio, afectan la utilización y la calidad de los alimentos.

Estabilidad de la oferta

La mala administración, la falta de transporte, las malas cosechas, y la desigualdad en la distribución porque se priorizan algunos territorios y grupos sociales, provocan inestabilidad en la oferta.

Todos estos factores interrelacionados han provocado que la economía cubana esté en su peor crisis estructural de más de medio siglo.

Desde el punto de vista político podemos decir que el 11 de julio ha cambiado definitivamente la percepción política, en Cuba y fuera de la Isla. Incluso con el saldo negativo de las manifestaciones (más de 500 personas presas incluyendo menores de edad) las demandas de ese día siguen vigentes. Existe un visible deterioro del liderazgo por la falta de carisma, la demora de las reformas necesarias y la cerrazón al diálogo como vía de negociación. El nuevo Código Penal criminaliza derechos y situaciones que son inherentes a la persona humana, y también se enarbola el artículo 4 de la Constitución que impone que el socialismo es irrevocable y que se pueden usar todos los medios, hasta la lucha armada, contra cualquiera que intente cambiarlo. Las redes sociales, aunque con limitado acceso a Internet, han jugado un importante y novedoso papel en el despertar político de los ciudadanos y en el deterioro político del sistema que es de una gravedad terminal.

Desde el punto de vista social podemos decir que aumenta la brecha entre clases sociales, principalmente ahora motivada por los que reciben divisas que pueden tener acceso a las tiendas en MLC, que no tienen ni todos los alimentos necesarios ni están siempre abastecidas. El grado de pobreza crece, al igual que el hambre y la falta de medicamentos. La población cubana envejece y no puede sostenerse solo de su trabajo. Aumenta la violencia y la falta de educación ética y cívica por el adoctrinamiento del sistema en las instituciones de enseñanza. En el último semestre ha ocurrido un nuevo éxodo masivo hacia Estados Unidos, fomentado y permitido por el gobierno cubano como válvula de escape que ha empleado en otros momentos de la historia. Por último, el “Código de las Familias” que se ha puesto a “debate” pretende desestructurar la naturaleza y la convivencia de la familia, la liquidación de la patria potestad, la oficialización de las ideologías de género, la legalización de las uniones civiles igualitarias y la adopción de hijos por parejas homosexuales o transexuales.

Ante está terrible situación existen Propuestas viables si hubiera voluntad política de realizar los cambios estructurales indispensables. Solo una muestra de que la sociedad civil cubana tiene los talentos, las capacidades y la voluntad propositiva que Cuba necesita con urgencia, es el XII Informe del Centro de Estudios Convivencia publicado recientemente sobre “La Transición en Cuba: visión y propuestas”. Invito a nuestros lectores a leer y compartir estas propuestas para un cambio pacífico, ordenado, ágil y eficaz que puede bajar con VPN si lo hace desde Cuba en https://centroconvivencia.org/wp-content/uploads/2022/04/XII-Informe-Estudios-CEC-La-Transicion-en-Cuba.pdf.

 


  • Yoandy Izquierdo Toledo (Pinar del Río, 1987).
  • Licenciado en Microbiología.
  • Máster en Bioética por la Universidad Católica de Valencia y el Centro de Bioética Juan Pablo II.
  • Máster en Ciencias Sociales por la Universidad Francisco de Vitoria, Madrid, España.
  • Miembro del Consejo de Redacción de la revista Convivencia.
  • Responsable de Ediciones Convivencia.
  • Reside en Pinar del Río.
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