Quedarse puede ser también la solución

Viernes de Rosalia

A pesar de que muchos cubanos reconocen que la Cuba de estos días no es la de años atrás, y que los cubanos se expresan con mayor libertad y sienten la necesidad de exponer y exigir sus derechos, son muchos los que todavía trabajan en busca de una vía que les permita vivir fuera de la Isla.

Muchos exponen que la situación económica es inaguantable, la falta de oportunidades y derechos humanos consumen la propia existencia, y otros tan solo quieren brindarles un mejor porvenir y futuro a sus hijos.

Yo sé perfectamente que esto y más, es totalmente cierto, y sé también que cada persona es libre de escoger y pensar libremente, a pesar de que el gobierno cubano no estimule un libre pensamiento del individuo más allá del adoctrinamiento al que hemos estado obligados por tantos años, pero escapar no es la solución; puede ser una buena salida, pero siempre deja un vacío extenso detrás.

La migración es cien por ciento legítima, tanto así que la historia ha demostrado lo exquisito de las mezclas de las diferentes culturas hasta estos días, pero también ha demostrado lo difícil que es comenzar de nuevo, lejos de casa, de tus raíces, de tu familia y amigos.

Así ha sucedido con muchos cubanos a lo largo de estos sesenta años, y sigue pasando. Las muchas familias divididas, los muchos hijos creciendo lejos de sus padres, la soledad del exilio. Yo respeto a todo el que tome esa decisión, porque pienso que es egoísta prohibirles sus sueños a las personas. Pero, deberíamos preguntarnos todos ¿cuántos sueños nos ha robado el miedo a decir basta, a decir que Cuba es de todos los cubanos y a creer que de manera pacífica y con las mil razones que tenemos, podemos conseguirlo?

Esta tierra necesita a todos sus hijos, los de aquí y los muchos que se encuentran alrededor del mundo, y necesita que los que están pisando su suelo sientan la confianza de las raíces martianas, para cultivar esa libertad añorada y no tener que buscarla fuera, lejos del calor de esta tierra caribeña.

 


  • Rosalia Viñas Lazo (Pinar del Río, 1989).
  • Miembro del Consejo de Dirección del CEC.

 

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