¿Es posible que el pueblo vote NO a la nueva Constitución?

 

Martes de Karina

Es difícil, pero… ¿no es posible que el pueblo cubano vote NO a la nueva Constitución?

¿Qué va a pasar si la Constitución no es aprobada tal y como sea redactada después de la consulta popular?

¿Cuál es la alternativa a la aprobación del proyecto de Constitución propuesto?

Las discusiones en los centros de trabajo o estudio, en las organizaciones de masas o políticas, no conducen a votaciones. Bajo la máxima de “todo se incluye”, se reflejarán en las actas, y en el informe final a la comisión encargada de la redacción del nuevo texto todas las opiniones, incluyendo las de los cubanos que viven fuera de la isla.

Esta es una buena estrategia para documentos de estudio. Quizás para documentos que nadie tiene que aprobar y solo tienen la finalidad de ser utilizados como información sobre determinado tema. Documentos que, por supuesto, no determinarán la vida de una nación.

Pero, tratándose de una propuesta de constitución, que regirá la vida en Cuba, y que necesita una aprobación final por parte del pueblo, es una estrategia, por lo menos, incompleta.

¿Puede la Comisión valorar las propuestas de la población? ¿Qué pasará después de una propuesta que la comisión considere inoportuna o no digna de someterse a discusión en la Asamblea Nacional del Poder Popular? ¿O serán todas sometidas a discusión en la Asamblea? ¿Se producirá una verdadera discusión del texto o solo se aclararán las dudas?

Si, como se ha afirmado (en una evidente negación de la eficacia de la democracia representativa), “todo el pueblo es constituyente”, ¿podremos participar en directo en las discusiones, a través de Internet, dada las nuevas posibilidades de acceso? ¿votar, artículo por artículo? Discusiones amenas, buenas polémicas alrededor de un tema, votaciones divididas, mejorarían la imagen de nuestro Parlamento erigido Asamblea Constituyente.

En todo caso, debe tenerse en cuenta que entre los diputados al Parlamento cubano, no existe representación de los cubanos que viven fuera de Cuba…

Creo que será oportuno escuchar qué alternativas tenemos al actual proyecto de modificación de la Constitución. ¿El mantenimiento tal cual de la Constitución de 1976? ¿La posibilidad de una nueva propuesta? 

Que no exista alternativa para un No de la población, es preocupante y signo de falta de democracia. La democracia verdadera tiene que contar con esa posibilidad.

Los cubanos que no están de acuerdo con el nuevo texto deben tener en los medios las mismas posibilidades de argumentar su inconformidad que los que sí lo estén, para ganar en grados de democracia. O, por lo menos alguna posibilidad. Si esto sucedió en medio de una dictadura militar como la de Augusto Pinochet en Chile en 1988, donde los opositores tuvieron 5 minutos de televisión cada día, ¿por qué no puede suceder en Cuba, donde no se trata de decidir si el gobierno actual continúa o no en el poder, sino de aprobar la Carta Magna?

“El pueblo, haciendo uso de su poder soberano, acudirá luego a las urnas para respaldar con su voto la nueva Constitución; (…)” Diario Granma, martes 14 de agosto 2018.

¿Respaldar, o expresar si aprueba o no la nueva Constitución?

Es posible que esta sensación de que con seguridad el pueblo aprobará la Constitución, sea cosa de los periodistas.

 


Karina Gálvez Chiú (Pinar del Río, 1968).
Licenciada en Economía.
Fue responsable del Grupo de Economistas del Centro Cívico.
Es miembro fundador del Consejo de Redacción de Convivencia.
Reside en Pinar del Río.

 

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