Por Benigno Horta
Paisaje interior.-
No puedo evadir
este mi paisaje interior
que no soporta el peso
de la vida
y se deja depredar
los instintos
por una política de venida
absurda
Fuego en la garganta
es la frase aguda
un látigo empuñado
por el miedo
sobrepasando los confines
de un paisaje íntimo
que le han borrado
el horizonte.
I.
Soy esclavo de un deseo
cual redes de telarañas
que me roe las entrañas
hasta en brazos de Morfeo.
Soy en sus manos un reo
condenado al vil garrote
rendido bajo el azote
causal de tanta premura
que arrastra a la sepultura
mi alma de monigote.
II.-
Nos ha llegado el momento
de contar hora por hora
el tiempo que se devora
hasta nuestro pensamiento.
En medio de un vano intento
por recobrar el pasado
el sueño queda atrapado
como buque en la tormenta
sin apenas darnos cuenta
que el final ríe a mi lado.
III.-
Otra vez la soledad
como tímida torcaza
busca un rincón mi casa
presa de la realidad.
Segundos de eternidad
envuelven la incertidumbre
sin lograr que me acostumbre
a la estera sosegada
cuando busca tu mirada
en el seno de mi lumbre.
IV.-
¡Oh!, mar, confundes la pena
con la gloria de los hombres,
para féretros sin nombres
cavas tumbas en la arena
y el dolor se desenfrena
en medio de un cataclismo
donde ya, nadie es el mismo
porque se vive a retazos
con el alma hecha un ocaso
a la orilla de tu abismo.
Gays.-
Alguien escuchará cómo sus pasos
mutilan el silencio de la noche;
algunos lo verán como un fantoche
que rompe la moral en mil pedazos.
Un instinto animal vuelve a seguir
el eco sigiloso por la acera
atentos los sentidos, cual si fuera
el último segundo por vivir.
Se funden el temor con la esperanza
de alcanzar un instante de placer
que ponga en equilibrio su balance
pues casi ha comenzado a amanecer
y el tiempo se convierte en una lanza
clavada en los costados del ayer.
S/T.-
Esta vida no cabe en un poema
color rosa
o de happy end
en sus manos han crecido
las espinas.
y nos hace buscar a cualquier precio
la alfombra de Aladino
por temor
a que el genio de la lámpara
se pueda corromper
al escuchar nuestro grito
levitando en el vacío.
esta vida es un verso acorralado
entre eufemismos
que intentar hacerme creer
dueño de todo
cuando ni tan siquiera
puedo disponer de mi existencia.
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Sitio de encuentros.
La noche se va quedando sola
en medio de la noche
los comentarios detrás de los pestillos
y una irónica sonrisa
en todas las vidrieras.
Los perros hacen tan suyos estos portales
como el eco de mis tacones
-aburridos de andar cada centímetro
de la acera.
Apura el paso
esta vez no quiero
detenerme a llorar con el parque
por un sitio de encuentro.
El canto de los gallos
Anuncia otra mañana.
Que no llega.
Oración.-
Le pedí a Dios una prueba
pero el rugido de las olas
me negó su respuesta
No le exigí ver el espíritu
Arder entre las zarzas
Ni que abriera
a través del mar
una senda a mi exilio.
Me bastaba
con que hundiera
al menos una vez
sus dedos
en mis yagas.
S/T.-
Desde mi balcón
He visto a un hombre
quitarse la piel
frente al breve espacio
de su espejo
y tomar la forma
de uno de esos seres
que pudieron tentar
a los ángeles enviados
a Sodoma.
Sus pasos apenas rozaron
el silencio
cuando penetró en mi pecho
como un niño
que cierra los ojos
intentando cerrarle
sus puertas
al miedo.
Como un ave sobre el puerto.
Desde mucho antes
Era un ave sobre el puerto.
Colgado de las nubes
violé el horizonte cientos de veces
en una post card
para llegar hasta Londres, Amsterdam
París….
a encontrarme con el pecado
entre las sombras.
Desde entonces
La bestia no cesa de transformarse
en ruiseñor
queriendo silenciar mi vuelo
con su canto hipnótico.
Pero…
Aún sigo sobre el mismo puerto
desde donde otros partieron
hacia esos lugares
que un día pusieran en mis manos
las cartas de un perfriend.
Puntos Cardinales
Crucificado sobre sus puntos
cardinales
mi ciudad presume de tener
tus semáforos ansiosos por encontrar
una noticia alentadora
entre las voces por animar
las esquinas.
Un fantasma recorre sus calles
coloca alambradas visibles
a los ojos del sufrimiento
mientras sus parques
sueñan con palomas
y la vida se ajusta
al horario
de un tren sin regreso.
VIII.-
Se me está haciendo un oficio
compartir los atardeceres
con el parque
mirando caer las horas
prendidas a las hojas del almendro
ajeno a la indiferencia de la calle
que conoce
el eco en cada rincón
el silencio tras cada paso
al dibujar recuerdos
con imagen borradas
por el aletear
de unos gorriones
Cuando la tristeza
como un perro
se tiende a la sombra
de mis pies.
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Benigno Horta Hermida.
Nació el 9 de Octubre de 1953.
Licenciado en Lengua Inglesa.
Poeta, narrador, escritor para niños y compositor.
Premiado en diferentes eventos nacionales y en la provincia en eventos de literatura y composición musical.