Por Yoandy Izquierdo Toledo
Culminaba el 2013, un año decisivo para el destino de Cuba, catalogado por el Grupo de Consultores de la Sociedad Civil Cubana como un año de reforma y represión, y en medio de esta situación (que no fue ajena para quienes protagonizaron este encuentro) el Proyecto y Revista Convivencia quisieron estrechar más aún sus lazos de amistad cívica, plural y variopinta con Omni-Zona Franca, en la 15 edición de su Festival “Poesía sin Fin”.
Venciendo muchos obstáculos y desde la más occidental de las provincias cubanas, miembros del equipo de trabajo de Convivencia realizaron la presentación del Proyecto y del número 36 de dicha revista sociocultural. Tuvo lugar junto a los hermanos de Omni, representantes de otros proyectos de la sociedad civil cubana, invitados extranjeros y miembros de la comunidad de la Zona 5 de Alamar (que a pesar de estar rodeada de escuelas, círculos infantiles y otros establecimientos con nombres rusos, rescata y promueve desde su “casa templo del arte cubano”, más que el rojo, un arcoíris de colores).
Aquel apartamento de la capitalina Habana del Este se convirtió, como fielmente acostumbra, en un espacio para la poesía, la pintura, la música y el arte en general; en un sitio para pensar, reflexionar y amar a Cuba, y en un tiempo propicio para despedir el año 2013, que como todos los finales, nos obliga a hacer un balance entre penas y alegrías, triunfos y reveses y, ocasiones como esta, hacen del cociente un valor no solo positivo, sino edificante y alentador. Decía Martí que era “necesario elevarse como los montes, para ser vistos desde lejos”.
La actividad transcurrió en un ambiente de luz, no solo por las multicolores lámparas que adornaban el local, sino porque se pensó en grande por y para Cuba. Luego de la presentación del Proyecto Convivencia, tuvo lugar el lanzamiento del número 36 de nuestra revista. Compartimos opiniones sobre las diferentes secciones, artículos; hubo un tiempo de poesía a cargo de Nilo Julián, que engalana la sección de poesía de este número; se habló de deporte, religión, del miedo y la corrupción y de muchos otros temas que hicieron que el tiempo pareciera espuma y cayera la tarde en un santiamén.
Tendimos puentes con nuevos amigos y estrechamos lazos con muchos otros; pero más que todo ello, compartimos una de las mejores tardes del pasado 2013. El amasijo de sentimientos que allí confluyeron y la heterogénea mezcla cultural hicieron de esta ocasión un día para no ser olvidado.
Cuentan quienes continuaron en esa fiesta de pluralidad que el espacio quedaba pequeño para tanta paz, libertad y amor. Mientras los pinareños regresábamos, tarde en la noche, pletóricos de alegría, haciendo el más positivo de los balances y diciendo, todos juntos: ¡Esta es la Cuba que sueño!
Convivencia agradece a Alina, Nilo, Amaury, David, Luis Eligio y una larga lista de amigos, por la invitación y acogida, por permitirnos tejer convivencia y por compartir juntos, en esta despedida anual, un espacio para el pensamiento, la creación y el futuro de Cuba.
———————————————————————–
Yoandy Izquierdo Toledo (Pinar del Río, 1987).
Licenciado en Microbiología.
Responsable de Ediciones Convivencia.
Reside y trabaja en La Habana.