Pensar el futuro de Cuba: ¿delito o virtud?

Lunes de Dagoberto

He podido, por fin, participar este fin de semana en el IV Encuentro de Pensamiento y Propuestas para el futuro de Cuba del Centro de Estudios Convivencia en la Universidad Internacional de la Florida, con una treintena de hermanos cubanos de la Isla y de la Diáspora.

El objetivo de este Encuentro, como el de los tres anteriores, es mirar hacia adelante, inspirar y crear pensamiento serio, profesional y propuestas constructivas, humanizadoras y viables en el porvenir de la Patria. Los dos temas estudiados fueron: Agricultura y Medios de Comunicación Social y Nuevas Tecnologías. Todo ello con un enfoque cubano, con un carácter plural e incluyente, invitando a cubanos de diferentes formas de pensar, creencias religiosas y opciones políticas, financiado con donaciones personales de esos mismos cubanos, organizado exclusivamente por cubanos, tratando de poner a Cuba a la par de sus naciones hermanas con la aspiración de que los hijos de la Perla del Caribe podamos formar una nación democrática, próspera y feliz. En breve publicaremos, como siempre, los Informes de Propuestas correspondientes a estos dos importantes temas en nuestro sitio web: www.centroconvivencia.org 

Si algún ciudadano de otros país del mundo pudiera leer este comentario, quizá pudiera alegrarse de que un pequeño grupo de ciudadanos de la mayor de las Antillas dedique tiempo, estudio, recursos y mucha ilusión a pensar el futuro de su país en clave de soluciones inspiradas en los valores del humanismo cristiano y que encuentren un lugar de desarrollo sostenible en esa franja fluctuante y posible que debemos encontrar entre la eficiencia económica y la justicia social. Incluso podrían desear que esto tuviera espacios y expansión a otros muchos hijos de nuestro país.

Pues asombrosamente, no ocurre siempre así, algunos cubanos obstruyen este camino de reflexión serena y constructiva, sospechan, desacreditan, incluso con amenazas, en lugar de lo razonable y justo que sería estimular las búsqueda de soluciones que salvaguarden y promuevan la soberanía ciudadana y nacional, el progreso justo y pacífico y la convivencia civilizada.

¡Qué raro! si todos decimos que queremos lo mejor para Cuba.

Con todo respeto, nada podrá ser lo mejor para Cuba excluyendo y reprimiendo a una parte de los cubanos, aun más cuando han demostrado con hechos, palabras y gestos que quieren permanecer en su País y participar en su progreso.

Hasta el lunes próximo, si Dios quiere.   

 


Dagoberto Valdés Hernández (Pinar del Río, 1955).
Ingeniero agrónomo. Premios “Jan Karski al Valor y la Compasión” 2004, “Tolerancia Plus” 2007, A la Perseverancia “Nuestra Voz” 2011 y Premio Patmos 2017.
Dirigió el Centro Cívico y la revista Vitral desde su fundación en 1993 hasta 2007.
Fue miembro del Pontificio Consejo “Justicia y Paz” desde 1999 hasta 2006.
Trabajó como yagüero (recolección de hojas de palma real) durante 10 años.
Es miembro fundador del Consejo de Redacción de Convivencia y su Director.
Reside en Pinar del Río.

 

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