PALABRAS DE LAS HERMANAS MÍNIMAS DE MARÍA INMACULADA EN EL ANIVERSARIO JUBILAR 25 AÑOS DE SU MISIÓN EN CUBA.
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Fotos de la minimas en Cuba
En esta fecha tan especial las Hermanas Mínimas de María Inmaculada queremos agradecer:
A Dios misericordioso por la confianza que ha depositado en nosotras y nos sigue invitando a acompañar a este pueblo de Cuba. Pero antes de seguir agradeciendo queremos pedir PERDÓN:
– Por no escuchar el clamor de las personas y no responder a lo que Dios nos pide a través de ellos y no lo hacemos por miedo o acomodamiento.
– Por no comprender la realidad en la profundidad.
– Por la falta de inculturación.
– Por no ser signo profético del Reino en medio de la misión.
– Por creer que somos protagonistas de la misión y se olvida que el Espíritu es quien lleva y hace la misión.
– Por olvidarnos que somos sencillamente mediación y de Dios.
– Por no ser el rostro de la ternura de Dios.
– Por dejarnos abatir por las circunstancias y no somos testimonio de la alegría del Resucitado.
– Por no reconocer que en muchas ocasiones ya está la presencia del Reino y por no tener la paciencia para descubrir la semilla del Reino en los procesos.
– Por querer recoger frutos antes de tiempo.
– Por nuestra falta de coherencia comunitaria.
– Por nuestros individualismos.
– Por la desesperanza que en ocasiones nos hace estar insensibles ante la miseria humana.
– Por acostumbrarnos y acomodarnos a la realidad.
– Por no compartir los dones y ponerlos al servicio en función de una misión de una misión compartida.
Y agradecemos:
– A la Virgen de Guadalupe por su presencia en medio de nosotras, inspiración a salir al encuentro de los más pobres y desvalidos.
– Agradecemos el testimonio de vida de nuestras hermanas fundadoras, que fueron arando la tierra para sembrar la semilla de la fe y que hoy nos impulsa a creer que Dios quiere que estemos aquí presentes.
– Agradecemos a la Iglesia de Cuba que confía en nosotras como Mínimas y al pueblo de Cuba que nos acoge y confía en nosotras.
– A la congregación que respondió al llamado de regresar para continuar la misión.
– A la CFMM que confía en las Hermanas que estamos aquí y nos apoya con su oración, acompañamiento, acogida y donativos.
Agradecemos la generosidad de tantas personas que nos han acompañado y ayudado a lo largo de estos 25 años a todas como Congregación, como Hermanas Mínimas:
– A Monseñor Siro y ahora Monseñor Manolo quienes acompañaron, muy de cerca, el inicio de la misión Mínima, así como también a Monseñor Jorge Serpa que nos sigue apoyando generosamente.
– A las Hijas de la Caridad quienes acogieron a las Hermanas en el inicio.
– A los vecinos que nos enseñaron a vivir en Cuba, como Dagoberto Valdés y Reina Hernández.
– A los Sacerdotes que recorrieron y siguen recorriendo junto con nosotras los caminos para llevar la Buena Noticia.
– A los/as Catequistas, agentes de Pastoral y otras Instituciones (Cáritas, CONCUR,) que nos han ayudado a ubicarnos en la realidad.
– A la Iglesia de Alemania que apoya generosamente a la Iglesia de Pinar y de donde somos beneficiadas.
– A los Cubanos/as que se encuentran en la Diáspora y han sido luz en el camino con su ayuda.
– A todas las personas, hombres y mujeres, que de alguna forma han contribuido a esta misión.
– Agradecemos que estamos aprendiendo a ser misioneras junto con otros y otras misioneras.
Finalmente, agradecemos a Dios que contamos con un Proyecto de Misión Mínima y a cada uno de ustedes que desde diferentes comunidades han venido a acompañarnos a dar gracias a Dios por su bondad y misericordia con todos nosotros y nosotras.
25 DE MARZO DE 2015