Cuba anuncia que firmará los Pactos de Derechos Civiles y Políticos y de Derechos Económicos, Sociales y Culturales en el primer trimestre de 2008, treinta años después de que entraron en vigor. Una mirada desde el interior de la Isla
Por Virgilio Toledo López
Nunca es tarde si la dicha llega
Sede de la Onu
El Ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque, anunció a la prensa el pasado 10 de diciembre: “Cuba firmará en breve el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos”. Si le otorgamos el beneficio de la duda al actual gobierno encabezado por Raúl Castro, y somos lo suficientemente flexibles y magnánimos como para no paralizarnos por la larga trayectoria del régimen de La Habana en la violación de los derechos que se plasman en dichos Pactos, podremos decir, que no solo sería un reto, sino una posibilidad para mejorar la crítica situación político-social-económica-cultural que está viviendo la Isla desde hace ya medio siglo. Demasiado tiempo.
Es urgente aunar esfuerzos, y poner a un lado las limitaciones y miserias humanas, los intereses de partido o de poder, los egoísmos personales o de grupo, los rencores, envidias y viejas rencillas, los aferramientos y dogmatismos. Es hora de pensar y de colocar en primer término la reconstrucción de nuestro sufrido y deteriorado país. Cuba y los cubanos lo necesitan.
Son enormes las dificultades y obstáculos existentes para que un proyecto que se ha definido y ha actuado siempre de forma totalitaria y excluyente, proceda o se oriente en sentido de la democracia real y participativa. Sin embargo, esta es una condición esencial y primaria, a ninguna persona, organización o nación respetable se le ocurriría evaluar como válida y efectiva la firma de estos Pactos por parte del estado cubano si al mismo tiempo el gobierno no implementa ágilmente los mecanismos de un Estado de Derecho que los garantice.
Como debemos saber, cuando un Gobierno, a nombre de la Nación, decide adherirse a un Pacto Internacional, esto conlleva un efecto vinculante, es decir, exige al estado firmante que plasme en su propia legislación los derechos y libertades que se enuncian en dicho Pacto. Ningún gobierno legítimo y honorable firma un Pacto y luego lo convierte en letra muerta sin que garantice el cumplimiento de las leyes, decretos, procedimientos y regulaciones que norman la existencia de los ciudadanos. No es lo mismo, como todos sabemos, la Declaración Universal de Derechos Humanos que, como su mismo nombre indica, es una proclamación solemne que hicieron el 10 de diciembre de 1948 todos los países, con un valor moral, ético inconmensurable pero que, al ser solo una declaración no tiene carácter vinculante, es decir, obliga solo moralmente, no de manera legal.
Los Pactos obligan a observarlos rigurosamente en las leyes del país, en los Tribunales, en el trato de las autoridades de los ciudadanos y entre estos. Ya lo decían los clásicos latinos: “Pacta sum servanda”. Los pactos deben ser cumplidos. A estas alturas se necesitan hechos concretos, sistemáticos y prolongados que demuestren en la práctica una voluntad de cambio.
Para que la suscripción de estos Pactos por parte del gobierno cubano no sea meramente una formalidad o una decisión ficticia que no afecte favorablemente el destino de todos los cubanos, debemos preguntarnos con serenidad y franqueza, sin prejuicios y con una gran cuota de pragmatismo y generosidad ¿Qué hacer?
Valoremos cuáles serían algunos retos y posibilidades que surgen para los principales actores del presente y futuro de Cuba al rubricar los mencionados Pactos.
Algunos retos para los diferentes actores de los destinos de Cuba
Gobierno
1. Plasmar en la Constitución cubana y en el ordenamiento jurídico el contenido de estos Pactos.
2. Abrirse a los cubanos y contar de manera real con ellos, favoreciendo en todos los niveles el diálogo franco, respetuoso, crítico, incluyente, sin imposiciones previas. Esta es una asignatura que tenemos que cursar todos los seres humanos y solo la aprueban los que ejercen sistemáticamente ese arte de confrontar, defender, proponer y juzgar las ideas sin satanizar al otro.
3. Abrirse al mundo y dejarse interpelar por él en materia de cumplimiento de los derechos y libertades que se estipulan en estos Pactos, sin afectar la soberanía nacional.
4. Cambiar la concepción sobre la persona humana. Sin la concepción básica de que es la soberana, principio y fin de los derechos humanos, de nada o de muy poco sirve firmar todos los instrumentos jurídicos que existan para defender a la persona y garantizar sus derechos.
5. Crear y fortalecer estructuras eficaces, como el Defensor del Pueblo, que garanticen el cumplimiento de los derechos humanos.
6. Hacer una labor de promoción, educación y anuncio del contenido de los diferentes Instrumentos internacionales sobre Derechos Humanos.
Sociedad civil
1. Articular y fortalecer las distintas organizaciones para la educación, promoción, defensa y aplicación de los Derechos Humanos que ya existen o que pudieran crearse dentro del tejido cívico nacional.
2. Presionar y velar por que el gobierno cumpla con lo establecido en la Constitución y demás normas legislativas, modificaciones incluidas por el carácter vinculante de los Pactos.
3. Denunciar ante el Defensor del Pueblo y las diferentes instituciones y organizaciones nacionales e internacionales existentes las violaciones de los derechos humanos que detecten. Establecer los canales rápidos, seguros y eficaces para mantener el contacto permanente con los Organismos Internacionales y Regionales de DD. HH.
4. Contribuir con la promoción, educación y anuncio del contenido de los diferentes Instrumentos Internacionales sobre derechos humanos entre los ciudadanos de la base.
5. Exigir que el Estado cubano se adhiera a todos los Pactos, Convenios, y demás Instrumentos de los Organismos Internacionales que aún no ha firmado.
6. Establecer las articulaciones entre grupos informales, organizaciones, instituciones de la sociedad civil para crear un “Observatorio Permanente y Capilar de Derechos Humanos en Cuba” que tenga como fin la agilización del monitoreo, la denuncia, la defensa de los DD. HH., y la solidaridad efectiva, rápida y en la base, de las víctimas de las violaciones detectadas.
Oposición política
1. Incluir en sus programas de gobierno el contenido y la forma en que van a proceder para garantizar el respeto y ejercicio pleno de los derechos y libertades reflejados en los Pactos firmados por Cuba.
2. No solo denunciar y criticar la labor de los gobernantes del momento, sino proponer diferentes iniciativas encaminadas a elevar la calidad del cumplimiento de los derechos humanos y las diferentes libertades civiles, políticas, económicas, sociales y culturales de los ciudadanos.
3. Hacer un trabajo de promoción, educación y anuncio del contenido de los diferentes Instrumentos Internacionales sobre Derechos Humanos entre sus militantes, simpatizantes y demás sectores de la sociedad.
4. Exigir y presionar para que Cuba se adhiera a los demás Pactos y Convenios Internacionales que aún no ha firmado.
5. Promover alianzas, consensos, concertaciones u otras formas de coordinación y trabajo común, con otros partidos y organizaciones internacionales, también en lo referente a los DD. HH.
Comunidad internacional
1. Ser garante de la aplicación de estos instrumentos dentro de la sociedad cubana con firmeza y determinación aunque sin injerencia a la soberanía nacional.
2. Trabajar para que en las relaciones internacionales con Cuba primen los derechos humanos por sobre los intereses económicos y políticos.
3. Contribuir con la opinión pública nacional e internacional a denunciar cualquier violación de los derechos y libertades.
4. Favorecer a través de los Medios de Comunicación Social y demás maneras la promoción, educación y anuncio del contenido de los diferentes Instrumentos Internacionales sobre derechos humanos.
Algunas posibilidades para los diferentes actores de los destinos de Cuba
Gobierno
1. Tomar la iniciativa promoviendo la aplicación de estos Pactos, prestigiaría ante los cubanos y la comunidad internacional al gobierno cubano. Ningún argumento tendría más fuerza ni le daría más credibilidad que la firme voluntad de garantizar los derechos y libertades de todos los cubanos.
2. Propiciar la existencia de personas capacitadas y pragmáticas dentro del gobierno que podrían aportar sus potencialidades al proceso de implementación de lo que estipulan los Pactos, agregándole a esto la existencia de algunas estructuras que reajustándolas fortalecen esta posibilidad del actual gobierno.
3. El poder está en sus manos y las posibilidades de maniobra, movilidad e iniciativa que esto brinda no la tienen ninguno de los otros actores. Si los actuales responsables del gobierno se deciden a emplear ese poder para servir a la nación y no para imponerle absurdos dogmas y restricciones podrían beneficiar mucho al desarrollo y reconstrucción de nuestra sociedad.
4. Suscribir estos Pactos y ser consecuente con lo que plantean le proporcionaría al gobierno de Cuba la posibilidad de elevar su prestigio al demostrarle al mundo su voluntad de encaminarse a un Estado de Derecho.
Sociedad civil
1. La sociedad civil aportaría toda la riqueza y dinamismo que existe dentro de su enorme diversidad.
2. Organizarse dentro de la legalidad y con la garantía de que su espacio va a ser respetado fortalecería y desarrollaría enormemente las potencialidades infinitas del tejido social y cívico.
3. Contribuir al desarrollo económico, cultural, social, cívico, político, es algo que le compete de forma natural a este actor.
4. Servir de contén entre el ejercicio del poder real y los arbitrios que puedan cometerse contra el ciudadano simple o los diferentes grupos y organizaciones que conforman la sociedad.
Oposición política
1. La experiencia de autonomía vivida durante muchos años, en condiciones muy difíciles, posibilita a la oposición política proponerle a la sociedad cubana un nuevo estilo de vida donde la libertad debe ir siempre acompañada de responsabilidad y sacrificio.
2. Proyecto de gobierno que genere nuevas esperanzas y optimismo, promoviendo y aprovechando las capacidades de todos los cubanos con su participación cívica, política, social, cultural, económica sin exclusión de ningún tipo.
3. Los contactos internacionales establecidos serán una ventaja para poder atraer solidaridad y experiencias para el futuro de Cuba.
Comunidad internacional
1. Aportar la experiencia que tiene para asesorar y velar de manera respetuosa, propositiva y sistemática por la democratización de la sociedad cubana.
2. Acoger a Cuba dentro del concierto de las naciones civilizadas que defienden y promueven los derechos y libertades de sus ciudadanos.
3. Apoyar económicamente a nuestro país para contribuir a un rápido desarrollo en todos los aspectos con el menor costo de sufrimiento y de tiempo.
Sin lugar a dudas que la rúbrica de los Pactos a pesar de imponer unos retos muy difíciles para todos los protagonistas, abre una serie de posibilidades que, bien aprovechadas, favorecerían las libertades económicas, sociales, culturales y políticas de los cubanos, algo que humanizaría e incrementaría enormemente su calidad de vida.
Denuncias sí, pero propuestas también y más. No esperemos de los otros lo que debemos hacer por nosotros mismos. Ese es el espíritu y el sentido de las sugerencias y propuestas hechas en esta reflexión. Cada actor social puede hacer algo sin esperar el “permiso”, la aprobación o la compañía de los otros.
Trabajemos todos para que este gesto del gobierno cubano, que quiero interpretar como sincero y de buena voluntad, no desemboque en una nueva frustración para nuestra sociedad. Es hora de buscar soluciones y alternativas, y no de la mera crítica baldía que puede ser obstáculo para que la convivencia de todos y entre todos los cubanos sea mucho mejor.
Virgilio Toledo López (Pinar del Río, 1966)
Ingeniero Electrónico.
Premio Ensayo 2006 en el concurso “El Heraldo”.
Ha publicado en revistas nacionales y extranjeras.
Es miembro fundador del Consejo de Redacción de Convivencia.
Reside en Pinar del Río.