Por Héctor Maseda Gutiérrez
Parlamentario y constitucionalista, educador, diplomático, político, poeta, periodista y excelente orador. Desde joven se destacó por su oratoria y la solidez de sus argumentos al defender con convicción sus opiniones. Delegado a la Asamblea Constituyente de 1940 por el Partido Socialista Popular del cual fue fundador. Fue Senador de la República de Cuba.
Por Héctor Maseda Gutiérrez
Parlamentario y constitucionalista, educador, diplomático, político, poeta, periodista y excelente orador. Desde joven se destacó por su oratoria y la solidez de sus argumentos al defender con convicción sus opiniones. Delegado a la Asamblea Constituyente de 1940 por el Partido Socialista Popular del cual fue fundador. Fue Senador de la República de Cuba. Se rebeló contra las tiranías de los generales-presidentes Gerardo Machado Morales y Fulgencio Batista Zaldívar, lo que motivó fuese detenido, juzgado y condenado a prisión. Posteriormente fue amnistiado pero obligado a mantenerse en el país clandestinamente hasta el derrocamiento de Batista. Ocupó cargos importantes tanto políticos como socioculturales y diplomáticos. Viajó, en cumplimiento de diversas misiones oficiales, a los EE.UU., Francia, México, España, Guinea, Bulgaria, Austria y Guatemala. Asistió a la ceremonia de la toma de posesión de Jacobo Arbenz Guzmán, como nuevo Presidente de la República de Guatemala, el 15 de marzo de 1951. Perteneció a varias sociedades y organizaciones sociopolíticas, nacionales e internacionales. Participó en algunos eventos juveniles. Fue miembro de varias agrupaciones sociales que lucharon en favor de la igualdad entre blancos y negros y contra la discriminación racial. Fue miembro de la Sociedad de Estudios Africanos y de su similar de Estudios Históricos e Internacionales. Como orador se destacó en las múltiples conferencias que tanto dentro como fuera del país tuvo oportunidad de ocupar el estrado. Ocupó altos cargos oficiales y fue Embajador de la República de Cuba en Guinea y Bulgaria. Publicó varios de sus más brillantes discursos, entre los que se destacan: “Maceo, ciudadano perfecto” y “Maceo: cifra y carácter de la revolución cubana”. Falleció en Sofía, Bulgaria, el 13 de febrero de 1965, cuando desempeñaba las funciones de Embajador cubano ante ese Gobierno. Sus restos fueron posteriormente trasladados a La Habana, Cuba y constituyó una manifestación de duelo nacional.
Salvador García Agüero nació el 6 de agosto de 1907, en la calle Águila No. 258, en la ciudad de La Habana, Cuba. Sus primeros estudios los realizó en la academia “La Luz”, en Luyanó, municipio 10 de Octubre, provincia La Habana. Este centro educacional estaba dirigido por la agrupación religiosa Evangélica Bautista. Cuando contaba apenas 11 años de edad (1918-1919) fundó una sociedad infantil que se denominó “Fraternidad” y resultó electo Presidente por el resto de sus jóvenes colegas; acción que demostraba sus potenciales dotes de líder que le acompañarían el resto de su vida. Posteriormente ingresa en la Escuela Normal para Maestros Primarios de La Habana. Para el año 1923 el joven Salvador García es miembro activo del ejecutivo de la Asociación de Alumnos Normalistas. Se graduó como maestro en 1925 y de inmediato asume la responsabilidad de educador al ganarse, por oposición, el derecho a impartir clases en un aula de enseñanza primaria comenzando, de ese modo, a ejercer su profesión docente. Dos años más tarde, García Agüero costearía -con su salario- el ingreso del alumno Marcelino Arozarena en esa escuela formadora de maestros. Su proyección profesional y experiencia laboral le permitieron defender el magisterio como elemento fundamental en la formación ética y moral de las nuevas generaciones de niños y adolescentes que pasaron por las aulas en que él ejerció su profesión. También debe señalarse que desde su época estudiantil comenzó a mostrar su inclinación hacia la poesía, que la comenzó a cultivar con naturalidad y destreza. Una parte considerable de su producción literaria (años 1927-1930) fue publicada en el “Diario de la Marina” bajo la supervisión del periodista Gustavo Urrutia. Con el paso de los años y sin abandonar su obligación como educador, se convierte en representante de la Sociedad “Adelante” que agrupaba a un grupo de estudiantes progresistas negros (1933). Esta sociedad estaba vinculada al Comité por los Derechos del Negro, integrado por delegados de otros sindicatos y sociedades. Ya para 1934 era respetado como orador por sus discursos dedicados a la figura del Mayor General Antonio Maceo y Grajales, entre otros.
Con el paso de los años y la experiencia que fue adquiriendo, García Agüero se hizo merecedor de una invitación para asistir al IV Congreso de la Juventud Americana en el Estado de Milwaukee (1937, EE.UU.). En este evento internacional se le responsabilizó con las ponencias presentadas sobre el tema de las Libertades Democráticas y a la Paz. La experiencia adquirida en este magno evento de inmediato la transmitió a su regreso a Cuba y la expuso en varios escenarios nacionales a modo de conferencias en la región oriental del país. Al año siguiente se trasladó a París, Francia, para participar en “El Congreso Mundial por la Paz”. Concluido este, visitó España donde resultó homenajeado y a los pocos días se sumó como delegado al “Segundo Congreso Mundial de la Juventud” en el Vassar College en Poughkeepsie, EE.UU. No había concluido el año 1938 cuando se efectúa la “Convención Nacional de Sociedades Cubanas de la Raza de Color”. En ella fue elegido miembro del Ejecutivo Nacional y vicepresidente de la Federación Provincial de La Habana, junto a otros líderes negros izquierdistas. En 1939 es elegido delegado a la Asamblea Constituyente del Partido Unión Revolucionaria. Su participación en este evento nacional estuvo dirigida a defender la existencia de las escuelas públicas y su respaldo estatal frente a la opuesta posición asumida por educadores religiosos ortodoxos; así como apoyó la promoción de altos valores humanos y de la cultura nacional. A pesar del tiempo que debió invertir en la participación de estos eventos nacionales e internacionales culturales y educacionales y en la preparación especializada que los mismos le exigieron, no abandonó sus labores diarias como maestro y educador, salvo las breves ausencias que debió enfrentar por no tener el poder de la ubicuidad (estar al mismo tiempo en todas partes, n. del a.).
El 7 de diciembre del año 1936 impartió una conferencia que tituló: “Maceo: ciudadano perfecto” en la velada lírico-literaria en honor al general Maceo, realizada en el teatro “Sauto”, de la ciudad de Matanzas, provincia de igual nombre. El 7 de diciembre de 1941 pronunció otro discurso en la sesión solemne de la Cámara de Representantes que llevó por título: “Maceo: cifra y carácter de la revolución cubana”. Con este trabajo corporativo Salvador García marcó en su oratoria, como tema recurrente, la figura del que también sería reconocido como “El Titán de Bronce”.
García Agüero ocupó el cargo de tesorero de la “Sociedad de Estudios Afrocubanos”, el 1ro. de junio de 1936, institución presidida por el polifacético investigador Don Fernando Ortiz Fernández; así como también, al año siguiente, la Vicepresidencia de la “Hermandad de los Jóvenes Cubanos” y de su órgano “Juventud” (1937).
De igual manera resultó seleccionado, en 1946, socio-colaborador de la “Sociedad Cubana de Estudios Históricos Internacionales”, por el profundo conocimiento y dominio demostrado en estos temas no solo en Cuba sino en los de varios países hemisféricos.
Salvador García no participó en la huelga de maestros normalistas ocurrida en 1931, pero la apoyó, acción confirmada por aparecer su nombre y firma en el manifiesto que sobre el acontecimiento publicó el diario cubano El Mundo en su primera página el 1ro. de enero de 1931. El documento se solidarizaba con la huelga de los maestros y -al mismo tiempo- le evidenciaba al tirano Presidente Gerardo Machado y Morales (1925-1933) que el magisterio público continuaba la lucha contra la injusta demora en el pago de sus salarios.
De igual manera se opuso a todos los métodos dictatoriales de Machado y Morales y su pretensión de resultar nuevamente elegido a la máxima Magistratura mediante la mal llamada prórroga de Poderes (reelección como Presidente de la República de Cuba). Motivo por el cual fue detenido y acusado de crear disturbios callejeros (1933). Fue puesto en libertad al poco tiempo. De nuevo vemos a nuestro protagonista participar en una huelga general de trabajadores reclamando mejoras salariales (1935) donde fue nuevamente reprimido y apresado. Dos años más tarde (1937) participa en una campaña en la que reclamaban se le concediera la Amnistía a los presos políticos que en esos momentos llenaban las cárceles del país. Este movimiento agrupó a varios partidos y agrupaciones de izquierda dirigidas por Salvador García. A lo largo de los años de la década del 1930-1940 se convirtió en un activo y destacado miembro de los movimientos de solidaridad internacional de los pueblos abisinio (Etiopía), chino, español y ruso.
Como periodista publicó artículos de opinión especializados en géneros socio-culturales, muchos de los cuales resultaron publicados en los diarios y revistas nacionales El Mundo, Bohemia, Mediodía, Adelante, Hoy, Estudios Afrocubanos… y fue miembro de la redacción de las publicaciones La Palabra y Resumen.
En 1938 García Agüero aspira al Poder Legislativo del país al postularse como senador por la provincia de La Habana, motivo por el cual debió renunciar al magisterio que ejerció durante casi 15 años, pues las leyes vigentes en el país prohibían desarrollar simultáneamente ambas funciones.
En 1939 ocupa Salvador García la vicepresidencia del Partido Unión Revolucionaria, siendo nombrado presidente y líder del Comité Parlamentario de esta organización partidista al convertirse ese “Comité…” en el Partido Socialista Popular, razón por la cual Salvador se convierte en el Segundo Vicepresidente del nuevo ejecutivo, en unión de Juan Marinello y Blas Roca Calderío. Simultáneamente es elegido, por la experiencia demostrada en temas acerca de la Educación, Delegado a la Asamblea Constituyente de 1940.
Debo significar, por la importancia que reviste, que la Nueva Constitución contó con un total de 72 delegados-constituyentes signatarios (69 hombres y 3 mujeres), 33 de ellos en representación del gobierno y los otros 39 a la oposición (algunas fuentes consultadas por mí afirman fueron en total 75). Esta Constitución cubana estuvo considerada como una de las más avanzadas del mundo en el momento de su aprobación. Temas tales como: igualdad ante la Ley, derecho al Habeas Corpus derecho jurídico que obliga a las autoridades policiales a presentar al detenido de inmediato ante un juez, quien tendrá el derecho a liberarlo si no existen suficientes pruebas para su arresto), libertad de expresión y culto, educación, salud, derechos sindicales, proscripción del latifundio, el matrimonio y la familia, la igualdad de derechos para el hombre y la mujer…; constituyeron evidentes cambios positivos para la sociedad cubana en general. La participación activa de Salvador García Agüero en los debates de los constitucionalistas se enfocó en la defensa de las escuelas públicas y su respaldo al Estado frente a la fuerte oposición ortodoxa religiosa, al mismo tiempo que apoyó la promoción de muchos de los altos valores humanos y de la cultura nacional. Sus esfuerzos se vieron coronados por el éxito al aprobarse finalmente la Constitución de 1940, que dio lugar al artículo 61 cuyo texto recogía, en esencia, los principios que tanto él defendió en los debates que tuvieron lugar en el cónclave, a saber: “Toda enseñanza pública o privada estará inspirada en un espíritu de cubanidad y de solidaridad humana y aspirará al perfeccionamiento integral del individuo en los órdenes intelectual, moral y físico”.
En septiembre de 1944 resultó electo Senador de la República de Cuba por la provincia de La Habana, en representación del partido político en el que militaba. Se vio obligado a abandonar, como ya señalamos y por las razones expuestas, a su profesión docente. La postura que permanentemente asumió nuestro protagonista en sus oportunas intervenciones como legislador en las sesiones ordinarias en que participó, realizadas en el Congreso cubano durante su mandato, fueron en defensa del Magisterio y en contra de la discriminación racial existente en el país.
Ese mismo año e investido como Senador, Salvador García fue invitado a que se sumara a la Presidencia del II Congreso Nacional de Unidad Magisterial y en la fundación del Colegio de Maestros de Cuba. En 1945 participa en el Congreso de Unidad Ministerial.
De igual forma presidiría la Tercera Comisión del V Congreso Americano de Maestros” (1946) encargada de debatir los temas relacionados con los problemas de la democracia en América y su influencia en la educación.
Apenas transcurrido unos meses, fue invitado como delegado al “Congreso de la Confederación Americana del Magisterio”, celebrada en Ciudad México.
Participa, en calidad de invitado el 15 de marzo de 1951, en el juramento y toma de posesión como Presidente de la República de Guatemala de Jacobo Árbenz Guzmán.
Salvador García Agüero no podía olvidar que era también un político cubano vinculado a los intereses de la clase obrera y opuesto permanentemente a toda manifestación de gobernantes tiránicos, asume una posición digna al enfrentar el Golpe de Estado dado por Fulgencio Batista contra el presidente constitucionalista Carlos Prío Socarrás (1952) y planteó, junto a otros dirigentes políticos de izquierda, la creación de un frente único democrático integrado por miembros de todos los partidos y grupos contrarios al régimen militar impuesto por Batista, el general líder de la sedición militar. Ese liderazgo visible y de primera línea lo llevó a ser procesado nuevamente por disidencia política. Resultó encarcelado, juzgado y condenado por conspiración junto a otros compañeros de lucha. A los dos años de encierro fue incluido en la Ley de Amnistía política de abril de 1955. Salió en libertad pero tuvo que mantenerse oculto y moviéndose clandestinamente en evitación de posteriores actos violentos contra su persona por parte de sus represores hasta enero del año 1959, en que triunfa el movimiento armado guerrillero sostenido por Fidel Castro y sus seguidores en las tres regiones montañosas del país (la zona oriental -en la Sierra Maestra-, la central -en el Escambray- y la occidental -en la Cordillera de los Órganos-).
A partir de enero de 1959 toman el poder político en Cuba los hermanos Fidel y Raúl Castro Ruz, quienes se han mantenido por más de medio siglo al frente del Estado cubano. Salvador García Agüero ocupó varios cargos de importancia: miembro del Ejecutivo del Comité Nacional del “Movimiento de Orientación e Integración Nacional”, en el que actúa al frente de la Comisión de “Lucha contra la Discriminación Racial”. El 30 de agosto de 1961 es nombrado Embajador de Cuba en la República de Guinea y posteriormente ocupa similar cargo en la República de Bulgaria (1962) hasta su fallecimiento ocurrido tres años más tarde, el 13 de febrero de 1965.
Su cadáver fue trasladado a La Habana el 16 de febrero desde Bulgaria por vía aérea. Su sepelio constituyó una impresionante muestra de duelo nacional debido al cariño, respeto y consideración que sentía nuestro pueblo hacia Salvador García Agüero y lo demostró en el desfile multitudinario y en silencio que acompañó su cadáver hasta el cementerio, donde fue sepultado. También estuvieron presentes algunas autoridades cubanas.
Bibliografía
1. Enciclopedia Universal Ilustrada.
2. Enciclopedia Wikipedia.
3. Enciclopedia EcuRed.
4. Multimedia. “Inolvidables Maestros del siglo XX en Cuba”. Asociación de Pedagogos de Cuba. 2005.
5. “Ideales de una raza”. Diario de la Marina. La Habana. Octubre 1929.
6. “Negros de visita en palacio”. Publicación “Adelante”. Año I (2). La Habana. 1935.
7. “La Constitución de 1940 de Cuba” en español.
8. Márquez Sterling, Carlos y Manuel. “Historia de la Isla de Cuba”. Regents Publishing Company. Nueva York. 1975.
9. García Agüero, Salvador. “Maceo: ciudadano perfecto”. Conferencia pronunciada en el teatro Sauto. Matanzas. 7 de diciembre de 1936. 1937.
10.García Agüero, Salvador. “Pablo de la Torriente Brau”. La Habana. (¿1937?).
11.García Agüero, Salvador. “Maceo: cifra y carácter de la revolución cubana” Discurso pronunciado en la sesión solemne de la Cámara de Representantes. 7 de diciembre de 1941 (1942).
12.García Agüero, Salvador. “El negro en la educación cubana”. 1937.
Héctor Maseda Gutiérrez.
Uno de los 75 presos de conciencia del 2003.
Agencia DECORO.