Nuestra querida Cachita

Viernes de Rosalia

Tu manto color oro nos abraza y nos cobija, tu figura se enaltece en cada sitio, paso y lugar de esta Isla, regalando cobijo, piedad y fe. Los hombres y mujeres de esta tierra te aman, aun sin ser creyentes y desconociendo tu historia reclaman tu misericordia, Virgen de La Caridad del Cobre.

Virgen de la Caridad del Cobre, Nuestra Señora de la Caridad o Cachita, son algunos de los nombres por los que conocemos a la Virgen María, Patrona de Cuba. Su imagen podemos encontrarla en cada rincón de este país, donde menos esperas encontrarla ahí está ella. Su imagen acompaña múltiples puertas de entradas a hogares, altares en Iglesias y en casas, en automóviles, fondos de pantallas, palancas de cambios de velocidad en autos, en dijes, estampitas, etc.

La falta de conocimiento religioso no es ningún impedimento para que diariamente se le confíen desde las peticiones más simples, hasta la vida misma. Son muchas las promesas que los cubanos ofrecemos a la Virgen, a cambio de que nos conceda lo que deseamos, porque confiamos en su poderoso e infinito amor para con nosotros. Es muy común encontrar su nombre entre los hijos de esta tierra caribeña.

Cachita, como cariñosamente la llamamos, me recuerda el infinito amor que una madre siente por sus hijos, y la ternura y devoción con que los sostiene en su regazo. Los que la veneran y la tienen presente sienten su luz y respaldo. Para los que no lo hacen, creo que ella los ilumina y los abraza de igual forma, y lo creo, porque su figura maternal así lo refleja.

Le pido a la Virgen de la Caridad por Cuba y por todos los cubanos, tanto los de dentro como los que hoy se encuentran lejos de la tierra que los vio nacer. Espero que nos ayude a encontrar el mejor camino para los necesarios e inminentes cambios que se aproximan en nuestra Patria.

 


  • Rosalia Viñas Lazo (Pinar del Río, 1989).
  • Miembro del Consejo de Dirección del CEC.

 

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