El pueblo cubano tiene una alegría: en algunas zonas de la ciudad se facilita el servicio Nauta Hogar. Es un fenómeno. Todo el mundo se pregunta si estará en “el rango”, que es el término que se ha usado para distinguir las zonas que por ahora serán beneficiadas. Es bueno. ¿Que somos de los últimos en casi todo el mundo? Es verdad, pero “más vale tarde que nunca”. ¿Que es muy caro? Por supuesto. Sabemos que en Cuba, incluso el plato que se logra llevar a la mesa todos los días, es sumamente caro, si tenemos en cuenta el salario medio de los cubanos… pero ya buscaremos la manera, como lo hacemos con los alimentos, los celulares, las vacaciones. El hecho es que la mayoría está contenta. Es una puerta, una esperanza, una nueva posibilidad de apertura.
Pero no perdamos de vista que también es un derecho que tenemos y que se nos ha irrespetado siempre. Es algo que debemos agradecer a quienes crearon internet, para que la humanidad aproveche sus beneficios, y que ahora el Estado cubano decidió permitir que llegara a los hogares. Es algo que nos pertenece, porque fue creado para todos. No sé qué sucederá, porque es muy nuevo, pero algo me dice que cosas buenas veremos. “La fiesta” está apenas comenzando. Esperamos que los pequeños pasos de apertura den lugar a otros más, y estos a otros…y así sucesivamente, como los números en las matemáticas.
Livia Gálvez Chiú (Pinar del Río, 1971).
Licenciada en Contabilidad y Finanzas.
Miembro del Consejo de Redacción de Convivencia.
Reside en Pinar del Río.
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