Que el mundo siga girando pero no en sentido contrario

Por Popi Muratore
 
Foto de Maikel Iglesias Rodríguez.

Foto de Maikel Iglesias Rodríguez.

Estoy sentada en el banco de una plaza y lo único que me pregunto es por qué este mundo está tan devastado como está. ¿Será porque la gente perdió la razón de vivir, de compartir con los otros? ¿Perdió la pasión?

 

 

Para mí, esta simple palabra de seis letras significa el ticket, billete de viaje hacia un mundo interior. Es encontrar nuestras almas y por un minuto volar, despejar la mente de cualquier problema mundano y absurdo. Es la forma de ser uno mismo, de lograr poner la mente en blanco y pensar en las acciones que te producen goce e inclusive frustración.

 

La frustración, el miedo, son otras cuestiones que hacen que ese mundo deje de girar. A veces por miedo dejamos de ser nosotros mismos, nos volvemos racionales. Tenemos miedo a caer o a la humillación. El error parece ser pecado, y lo difícil aterrador. Sin embargo, la vida no se trata de eso. La vida se trata de luchar por los sueños, de luchar por uno y por el otro. La vida es actuar con libertad, pero libertad bien utilizada. Tomar decisiones que ayuden a cumplir nuestros propios objetivos y a la creación de nuestra identidad. Lamentablemente, en este mundo material, la libertad se volvió una palabra ilustrativa para las revistas o diarios, ya no se usa como antes, ya no tiene el mismo sentido. Pues ahora la libertad significa hacer lo que los otros quieren, somos máquinas insensibles y netamente racionales.

 

En este mundo se ha perdido la fe, se ha perdido la esperanza. La gente no tiene ideales o alguien en quien creer. Vivimos en mundos de corrupción, de mentira, de lujuria, por eso no confiamos más que en lo material, en lo físico.

 

Lo espiritual se volvió algo propio del pasado, y el continuar, es la última palabra que vemos en las series, no en los caminos de nuestra vida.

 

Ahora bien, les pregunto ¿cómo ven el mundo en el futuro?

 

Encuentro en todas partes personas necias, racionales, con falta de amor y pasión hacia la vida misma. Gente que no lucha por corazón, sino por dinero y poder, gente que no quiere el bien colectivo, sino individual. Gente que grita mentiras y gente que calla verdades, o simplemente no opina.

No luchemos solo por la democracia, luchemos por que no haya más corrupción. Por que los asesinatos y actos de violencia sean propios de novelas de género policial o terror. Por países que respeten leyes, y derechos. Por políticos que no pelean por poder, sino por su pueblo.

 

Se vive en un mundo que cree tener luz, cuando en realidad, hay solo sombra.

 

Este mundo es una mentira y dudo que cambie. ¿Sabe por qué? Porque no hay educación, no hay compromiso, ni amor a la patria.

Lamentablemente, tenemos el desagrado de ver a nuestro mundo, tan rico y poderoso, caer por ellos, por nosotros y por mí, que estoy sentada sin hacer ni decir nada.

 

Las posibilidades para generar cambios son más de una, solo hay que hacerlas.

 

Busquemos la paz, la unión en el mundo. Y hagamos que siga girando en sentido correcto. El cambio no es utópico, ni político, es social y pasional.

 

Popi Muratore (Buenos Aires, 1996).

Estudiante de Comunicación Social en la Universidad Austral, Buenos Aires, Argentina.

Egresada del Instituto Austral de Enseñanza.

Actualmente es voluntaria de “Cáritas Argentina”.

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