Mis versos

Foto de Rosalia Viñas Lazo.

Mis versos

Estos versos no curan ni envenenan
Estos versos no engañan ni seducen,
Ni me endulzan el mar, ni me conducen
A otro mar sin caprichos de sirenas.

Estos versos son huérfanos de orgullo
Con un tibio sabor de ron amargo
Son tan míos mis versos; sin embargo,
Se mueren estos versos por ser tuyos.

No conocen mis versos de la lumbre
Ni traicionan sus rimas la costumbre
De marginar mi fe con adestría.

Tan atado a mi piel llevo mis versos
Que de ellos no podré salir ileso
Y si pudiera hacerlo no querría.

Llovía

Llovía,
Y el olor de la lluvia,
como ladrón, usurpaba
de mi pecho la quietud,
aprisionaba mi alma.
¡Poesía! Dicen los poetas,
melodías que silvan
los dioses del placer.
Mientras tanto yo
maldecía cada gota que mojaba el suelo.
Y rescataba cada recuerdo
de lo más profundo de mí.
Tan esquiva se me hace la fortuna
que ni siquiera el petricor
me huele a poesía.

Puerta entre abierta

¿Saben? Hoy es una de esas noches en las que no me apetece hablar con nadie y lo único natural es pensar; pensar en la vida, en todo lo complejo que se torna el mero arte de vivir y que tu existencia no se vuelva solo eso, una vana existencia. Suena raro, pero la humanidad es tan convulsa que me aterra pensar que mañana quizás no habrá un mañana o simplemente un día despertaré y me veré en la necesidad de arrepentirme de no haber tenido el coraje de tomar decisiones valientes que me hicieran gozar de recuerdos que me gustarían tener. Estoy harto de ver el mismo capítulo cada temporada, solo quiero decir que se nos hace tan difícil vivir y compartir el espacio para que los demás también lo intenten, que a veces solo nos enfocamos en las cosas negativas y las positivas quedan en un segundo plano mayoritariamente, y no quiero sonar generalista, pero siento que es así. En ocasiones pasamos noches enteras llorando por un amor que no fue o porque alguien no valoró nuestros más lindos sentimientos y los deshizo como un pedazo de anime en un vaso con queroseno y sí, es muy triste y doloroso pasar por eso, pero nos concentramos tanto en ese renglón que se nos olvida que fuera de esa habitación que tantas lágrimas ha visto caer hay un cielo que cada noche se engalana de estrellas solo para que tú puedas sentirte acompañada y una luna que no se cansa de salir sola cada noche y aún así nunca pierde su brillo. A veces nos enfocamos tanto en ver, zurcir y luego volver a colocar el dedo en la herida que pasamos por alto, que tenemos mucho más sitio en nuestro cuerpo donde la piel no sangra ni ha visto humedecer el lagrimal de tu alma, más bien es una puerta entreabierta que te espera, la gota de tinta que necesitas para escribir ese nuevo capítulo de la próxima temporada. Porque la vida no es un juego de mesa en el que todos juegan y solo uno gana: la vida es más bien una rueda en movimiento a la que tenemos que saltar y tomarle el ritmo, de lo contrario nos arrastra al suyo.

El orden de las cosas

Primero fue de luz, luego de carne,

Después siendo de carne se hizo luz,

luz y perdón.

Primero fue la paz, luego la guerra.

Después buscando paz envejeció la guerra.

Primero fuiste tú, luego tu suerte.

Antes del día, la noche, y viceversa.

He de contar también de mi costilla

que ausente de mi ser se hace leyenda.

Primero fue el amor, luego el olvido,

Mas, bendito sea el amor nunca olvidado.

Y así, fue tomando su orden cada cosa:

primero fue, luego fuimos,

primero polvo, luego vida,

después, de lo que fuimos volveremos a ser.

Pero aquel que fue primero,

primero que la paz y que la guerra,

que el azar y que la suerte,

primero que el día y que la noche,

que el polvo, y que la carne;

aquel que fue siempre será.

Espinas

Un día renunció
a la mala costumbre
de perseguir rosas.
Entonces comprendió
que existían flores
sin espinas
y algunas, incluso,
eran más hermosas.

Ha muerto una flor

Llorando está el cielo,
Ha muerto una flor
Ha muerto la más bella.
Mañana volverá a acariciar el Sol
los valcones de la ciudad.
Volverá la lluvia, con su llanto,
a empapar la tierra.
Pasados los días
nacerán nuevas flores,
nuevas esperanzas.
Y después de la muerte
parecerá renacer la alegría,
pero nunca volverá a ser igual
porque ha muerto una flor
y con ella ha muerto un pedazo de mí,
y aunque el mundo
me ofrezca miles
Yo solo quiero esa flor.
Porque era mi flor la más bella,
porque era mía esa flor.

Demonios

Ella juró luchar contra
sus demonios por mi amor.
Yo vendí mi alma
al diablo por sus besos.

  • Sublime quebranto
  • Supe ser tu quijote, tu estrella,
  • el sofoco inmediato a tu llanto,
  • de tus lunas de miel la más bella,
  • de tu vida el sublime quebranto.
  • No tuvimos destino seguro.
  • Ni testigos, ni boda, ni ramos.
  • Mas confieso que no hubo un futuro
  • más perfecto que aquel que soñamos.
  • Tu recuerdo destila estos versos,
  • se desata en ausencia el infierno
  • ¿Cómo puede este amor quedar preso
  • en la perpetuidad de un invierno?
  • Trina libre el sinsonte en la sierra,
  • surca el cielo un Oriol cual saeta,
  • mientras gira en su eje la tierra,
  • desafina tu nombre un poeta.

Mentiras

  • Mentiras como sables.
  • Mentiras como rosas.
  • Mentiras caprichosas.
  • Mentiras miserables.
  • Mentiras que envenenan.
  • Mentiras que envejecen.
  • Mentiras que envilecen.
  • Verdades que no llenan.
  • Mentiras tan ajenas
  • que el miedo las descubre.
  • Mentiras que sin lumbre
  • parecen lunas llenas.

Saratoga, 6 de mayo de 2022

Otro mayo ensombrecido
Otra vez la misma historia
Aun nos sangra la memoria
De un dolor que no se ha ido.

Y cual templo corroído
Por un maligno tumor.

Enmudece el ruiseñor,
el juez cuelga ley y toga.
Y lloran con Saratoga
Juez y pájaro cantor.

Mitiga, ¡oh Dios!, el dolor
de esta Isla entristecida.
Y devuélvenos la vida
¡Devuélvenosla Señor!

Cuba se alza en un clamor
Lleva su cruz, no halla calma.

Pero su fe no desarma
Y cayéndose en pedazos,
Sin saber bajar los brazos
Se yergue como la Palma.

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