Cuando pensamos en el trabajo estatal y el particular, no cabe duda que preferimos el particular. A pesar de los problemas que algunos negocios particulares presentan, no se pueden comparar a los grandes problemas que presentan los estatales.
Hace unos días salí a hacer una foto de carnet en la provincia de Pinar del Río, fui a tres centros estatales y en ninguno de ellos me pudieron atender. El primero tenía el equipo roto, el segundo estaba cerrado por falta de personal y el tercero tenía un pedido que duraría hasta el cierre del local. Cuando me queje con un trabajador de este último centro, me dijo en muy buen tono que fuera al particular de la esquina. El particular estaba totalmente disponible para atender a todos los clientes que llegaran, aun en horario de almuerzo.
No cabe duda de que en Cuba se vive el reino del absurdo, es por eso que surgieron las nuevas regulaciones para el trabajo por cuenta propia, donde se anuncia que no se concederán nuevas autorizaciones para un grupo de actividades hasta tanto concluya el perfeccionamiento del trabajo por cuenta propia. Entonces me pregunto: ¿Cuándo se va a perfeccionar el trabajo estatal el cual ha estado durante años en decadencia? ¿Realmente estas regulaciones responden al perfeccionamiento del trabajo por cuenta propia?
Ha sido y sigue siendo un reto para los emprendedores por cuenta propia mantener eficiencia en sus negocios, aun así, han demostrado que sí se puede. El gobierno que cuenta con todos los recursos no es capaz de mantener una calidad a largo plazo. ¿Por qué?
Necesitamos más aperturas y oportunidades, no cierres ni bloqueos.
Rosalia Viñas Lazo (Pinar del Río, 1989).
Miembro del Consejo de Dirección del CEC.