Laura Pollán: nos enseñó a hacer posible lo aparentemente imposible

Por Berta Soler
Berta Soler (derecha) junto a Alejandrina de la Riva, otra destacada Dama de Blanco

Berta Soler (derecha) junto a Alejandrina de la Riva, otra destacada Dama de Blanco
Las Damas de Blanco son familiares y amigas de los presos políticos, unidas por un mismo dolor sin importar tendencias políticas, color de piel, ni religión.
Nos conocimos en la antesala del Cuartel General de Villa Marista en marzo del 2003, en la ola represiva contra 75 hombres, entre ellos había una sola mujer, todos fueron encausados solamente por escribir, promover y defender la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Decidimos unirnos e ir a la Iglesia de Santa Rita donde ya frecuentaba el Comité de madres “Leonor Pérez” desde el 2000. Santa Rita es la Santa abogada de los casos imposibles y nuestro caso era imposible. Las pronto conocidas como Damas de Blanco, junto a los familiares de los presos políticos del grupo de los 75, comenzamos a ir en la primavera del 2003 a la Parroquia de Santa Rita a orar, abogar por la libertad de nuestros hombres y, al terminar la Misa, caminamos por la Quinta Avenida de Miramar vestidas de blanco, con un gladiolo en la mano, en silencio, demandándole al gobierno la libertad de los presos políticos.
En este momento no teníamos jefe, líder, pero al paso de los meses fue despuntando como líder de este grupo nuestra hermana Laura Pollán Toledo. Laura era Licenciada en Español, una mujer que no pertenecía a ningún partido político de la oposición, pero el amor por su esposo y por su Patria fue más fuerte, y la impulsa a dedicarse todo el tiempo a la lucha por la libertad de los presos políticos. Mujer inteligente y carismática, capaz de mover, con su sencillez y amor, a un grupo de mujeres, las Damas de Blanco por un camino justo, de forma pacífica, y nos ha enseñado a amar más a la familia, a la vida y cada vez más a Cuba, nuestra Patria.
En Abril del 2003 Laura tomó como iniciativa hacer el Té Literario en Neptuno 963, en su propia vivienda, que se convirtió en la Sede de Las Damas de Blanco. El Té literario se realiza dando lectura a las cartas, poemas de los presos políticos, se plantea la problemática de ellos y de Las Damas de Blanco para poder ayudarnos entre todos. Sesiona los días 18, 19 y 20 de cada mes. Esta fecha recuerda a aquellos días de marzo de 2003 cuando el gobierno privó de libertad a nuestros seres queridos.
Como Laura Pollán no existen dos personas, es única e irrepetible, perdió la privacidad en su casa, aceptaba las mujeres de cualquier lugar y no las desamparaba, llegaban de Oriente, de Occidente, les daba abrigo y convirtió su casa en la Casa de las Damas de Blanco, aún más que la sede. Organizaban actividades con estrategias con dos o tres variantes, por si una u otra eran impedidas de realizarse. Laura lograba todo lo que se proponía de forma siempre pacífica, aunque después el gobierno nos repudiaba, pero se lograba lo planteado.
Así fue pasando el tiempo y Laura logra que, con la disciplina y la organización, se empiece a conocer y a respetar a Las Damas y el mundo nos mire, aún más allá de la lucha concreta de Las Damas de Blanco, dándonos variados reconocimientos por el aporte de Laura y Las Damas a la causa de la democracia y libertad en Cuba.
En el 2005 el Parlamento Europeo nos otorga el premio Andrei Sajarov, premio que nunca esperábamos, ya que la lucha pacífica nuestra era por otro gran premio insuperable: la libertad de nuestros hombres.
Nuestra líder, Laura Pollán, fue organizando cada día más este movimiento con disciplina, amor, concientizando a las mujeres, con todos los métodos del pacifismo, con principios y dignidad, de manera que fuimos ganando reconocimiento, premios y respeto del pueblo cubano, que es lo más importante para cada una de nosotras.
Laura, insigne mujer cubana, con su trabajo y tesón, logró que la quisieran. Se convirtió en el hada madrina de los presos políticos y también de los comunes, en Laura se alimentaba la esperanza de los presos y del pueblo de Cuba. El teléfono de su casa, sede de Las Damas de Blanco, no paraba de sonar, eran muchas llamadas de presos, de familiares, buscando soluciones a sus problemas, problemas que tenían dentro de la prisión y sus familias con el hostigamiento del gobierno cubano.
Cuando empiezan los encarcelamientos de los presos, ellos no dejaban pasar la oportunidad de comunicarse por vía telefónica para que Laura los orientara y les informara al igual que sus familias, al punto que tuvo hasta amenazas relacionadas con presos comunes. Sin embargo, Laura, mujer fuerte, digna, serena, no perdió la cordura y amor, siempre tuvo respuesta para todos, sin ofender ni dañar a nadie, con acción ni palabras que pudieran herir.
Laura Pollán, es una Mariana Grajales de este tiempo. Laura, junto a Las Damas de Blanco, cuando salían a las calles en protesta pacífica siempre quería ir al frente, por si nos agredían, para ser la primera en coger golpe. Cubana de 63 años, diabética, no le temía a nada. Estas eran siempre sus palabras: si nos escupen no respondemos. Si nos dan, nos tiramos al piso para poder hacer resistencia. Si nos dicen palabras obscenas, no los miramos. Si caemos al piso y nos podemos levantar, nos levantamos y seguimos la caminata.
No habrá quien nos detenga hasta tanto no logremos la libertad de los presos políticos y los Derechos Humanos para todos los cubanos. Así como impedir que otros hermanos y hermanas caigan presos o sean encausados. Si tenemos que derramar nuestra sangre la derramamos. Pero la violencia no saldrá nunca de nosotras. Antes de salir a las calles les decía a las mujeres: las que crean que no puedan soportar, que se quede; si alguna siente que no puede vencer al miedo que se quede. Nadie las va a cuestionar, esto no es obligado es voluntario. El miedo está dentro de cada ser humano y se les despierta a unos más que a otros. Unos lo logran vencer y otros no. Pero los primeros harán el trabajo pacífico por todos.
Esto es muestra de una mujer digna y que se hace respetar. Los golpes los cogían todas pero los de Laura eran muy dirigidos, no obstante, no lograron doblegarla , ni claudicar. Laura decía que los golpes la ponían más fuerte, así mismo perdió su vida por la libertad. Laura no pudo ver la total libertad de su marido y de los hombres del grupo de los 75, pero si alcanzó ver la excarcelación de ellos sin poder disfrutarla totalmente.
La excarcelación de los 75 fue alcanzada por tres factores que se unieron en 2010: la persistencia de Las Damas de Blanco en las calles; la muerte de Orlando Zapata y la prolongada huelga de Guillermo Fariñas. Esto se combinó a un tiempo y se obtuvo la excarcelación. Cuando Laura se entera que están excarcelando, lo primero que dijo, si Maseda se va en algún momento yo me quedo luchando por la libertad de los hombres que quedan presos, no los voy a desamparar. ¡Que mujer, que Mariana!
Nuestra líder muere, una muerte sospechosa, pero dos meses antes de su muerte declaró a Las Damas de Blanco como un movimiento feminista, defensor de Los Derechos Humanos, que lucharía pacíficamente por que ningún cubano sea injustamente encarcelado por sus ideas políticas ni por expresar sus opiniones libremente, pues es algo que nos pone a pensar, el dedo acusador no se bajará ante cualquier violación de los Derechos Humanos. Laura no pudo ver el final de su obra que era la libertad y la democracia en su querida Patria. Laura Pollán no está físicamente junto a nosotros, pero sí está en nuestros corazones, iluminando y protegiendo a Las Damas de Blanco. Laura Pollán es el camino de la libertad de los presos políticos y de todo el pueblo de Cuba.
Laura Pollán encarnó, como ningún otro luchador por la libertad y democracia en Cuba, la causa noble y justa y su enseñanza principal para todos los cubanos es muy sencilla pero transcendente: Es posible lograr los más imposibles propósitos sin violencia, con perseverancia, con valentía, con la pureza de nuestros ideales y con amor significado por la ropa blanca y los gladiolos.
Laura Pollán vive. Laura Pollán vivirá si somos capaces de aprender estas lecciones de la Maestra que siempre fue. Laura Pollán vivirá para siempre si los demás cubanos y cubanas hacemos realidad en nuestras vidas ese propósito de conseguir hacer posible lo que parecía imposible.
Ella y las Damas de Blanco lo supieron hacer, lo pudieron hacer y nosotros lo lograremos con su ejemplo.
Berta Soler
Actual responsable de las Damas de Blanco
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