Carta de Félix Navarro y Pablo Pacheco
Estimados amigos de Convivencia:
La cárcel no es, precisamente un lugar donde se predique la convivencia como forma de vida, pero para mí, es la única forma donde quiera que estemos. Por eso aprovecho esta oportunidad para hacerles llegar mis experiencias en la cárcel, junto con mis esperanzas de que lo que expresa la palabra CONVIVENCIA, se convierta en estilo de vida de la nación cubana, aún dentro de sus cárceles.
Curiosamente en el mundo contemporáneo el individuo es enviado a la prisión para saldar su deuda con la sociedad. Supuestamente allí va a reeducarse, pero las noticias dentro y fuera de Cuba demuestran que la cárcel es el sitio idóneo para profesionalizarse en la delincuencia. En nuestra experiencia las noticias son ciertas. El ambiente es propicio para convertirse en menos persona. Pero puedo decirles que la fuerza de las ideas, el convencimiento de estar aquí injustamente y la cercanía de amigos como ustedes, hacen que podamos ver el sol desde la oscuridad de la falta de libertad exterior.
En estos casi seis años de cautiverio he visto casi de todo. Y digo ¨casi de todo¨ porque no puedo ser absoluto. El gobierno de La Habana dibuja los centros penitenciarios del país como escuelas, que de no ser tan serio el tema, daría risas hasta el cansancio. Es difícil que alguna penitenciaría no esté superpoblada.
Desde donde escribimos pudiéramos decir que tres galeras son de 16,68 metros de largo y 4,94 metros de ancho, o sea, menos de 83 metros cuadrados, en los cuales conviven 66 reclusos, y en ocasiones más, teniendo entonces que dormir alguno en el piso, especialmente cuando llega algún traslado desde la prisión provincial. Realmente son 1, 2676 metros cuadrados, ¡percápita! Existen otras cuatro galeras algo más pequeñas donde el percápita de espacio no es diferente durante todo el año. A ello debemos agregar que para las necesidades fisiológicas de estas 66 personas, solo existen dos servicios de los llamados ¨turcos¨ (un hueco en el piso), y para bañarse existe un cuadrito de 2X2 metros, acompañados de un perenne hedor a orina y heces fecales humanas. Sin obviar que los colchones tienen mucho tiempo de explotación o uso y algunos están confeccionados con sacos. A todo este rosario de dificultades se añade la pésima calidad de la alimentación, pues el plato fuerte en la mayoría de los días es pata y panza de res.
Es cierto que en los establecimientos penitenciarios de nuestro país los reclusos pueden matricular para recibir instrucción académica y sobre oficios, pero el fraude está en el orden del día, al extremo de que en muchos casos, el recluso-alumno conoce al maestro el mismo día del examen final y aprueba en la mayoría de los casos, donde asombrosamente conquista el noveno grado sin conocer los productos básicos.
Otro dilema grande lo encontramos en la asistencia médica por su insuficiencia y la falta de medicamentos, llegando a provocar, en ocasiones, la auto-agresión de los convictos.
Algo muy delicado es la drogadicción de los presos con medicamentos indicados por los especialistas de psiquiatría, y no faltan quienes consumen bebidas alcohólicas. Cómo entran al penal es una verdadera incógnita. Otro dato interesante es el relacionado con el homosexualismo y la reincidencia en prisión. Esta última alcanza un elevado nivel. Resulta muy triste ver a los hijos tan jóvenes de la nación perderse en este mundo, verdadero sepulcro de hombres vivos.
Todo este desahogo, que es una denuncia, no es para quejarnos solamente. Queremos compartir con ustedes, amigos, la situación en que vivimos y que miramos en lo más manifiesto de la miseria humana. Estamos convencidos de que una nación que cargue con la cruz de ver día a día a personas inocentes padecer y convertirse en verdaderos despojos humanos, tiene que resucitar gloriosamente. Ustedes desde fuera y nosotros desde aquí hemos de mantener la esperanza y la fe viva de que eso ocurrirá más pronto de lo que imaginamos.
He dejado para finalizar lo más terrible en varias de las prisiones cubanas, en las cuales determinado número de reclusos es golpeado por los militares al cometer indisciplinas. Así el hombre va acumulando odio y rencor, pues como dice la regla: ¨Violencia engendra violencia¨. Muchas prisiones cubanas son famosas por la violencia que generan. Puedo asegurarles que en Las Mangos de Bayamo, durante el período en que permanecí allí, desde el 3 de octubre de 2005 al 28 de noviembre de 2007, rara fue la semana en que no fuera golpeado un preso cubano por los militares en grupo, y de esto dan fe varias cartas denunciadoras, donde reflejé nombres y apellidos de las víctimas y de los victimarios, dirección particular y fecha, entregadas a través de mi hija al Dr. Rafael Pino Bécquer, vice-fiscal general de la República de Cuba. Cada una de ellas siempre acumuló más de 15 casos. A Los Mangos de Bayamo le acompañan prisiones famosas por golpizas a reos: Aguica, en Colón Matanzas, kilo 8, en Camaguey; kilo 5 y medio, en Pinar del Río; Combinado del Este en Ciudad de La Habana y Boniato, en Santiago de Cuba, de los que acumulamos testimonios de este cuestionable indicador.
Sería especial para cualquier país que sus prisiones se convirtieran en escuelas. Hasta ahora en el nuestro no pasa de ser propaganda del Estado y un sueño de todos.
Pero soñar no cuesta nada, especialmente si se tiene mucho tiempo. Soñar con el día en que esta sufrida nación, nuestra Cuba, sea un lugar especial para la convivencia, podamos promover a los ciudadanos para mejorarla y la población penal se reduzca al mínimo, es un derecho que no pueden limitarnos ni a los presos: es la última de las libertades humanas. Aceptar el sufrimiento, descubrir su verdadero sentido y, entonces, vivirlo intensamente. Nadie puede evitar que lo hagamos.
Gracias a ustedes por su solidaridad y apoyo.
Un abrazo a todos los miembros del equipo,
Félix Navarro Rodríguez
Prisionero de Conciencia. Prisión Morón C. de Ávila
Destacamento 1 Galera 1. Jueves 16 de oct, de 2008
Pablo Pacheco Ávila
Prisionero de Conciencia. Prisión Morón C. de Ávila.
Destacamento 2 Galera 4. Jueves, 16 de oct 2008