¡Y no se cansan, siguen saliendo a la calle! Esto escuchaba de boca de un hombre al que movilizan para cuidar zonas céntricas para evitar que nadie se manifieste. Toda persona tiene derecho a manifestarse pacíficamente, claro, que no es el caso para los cubanos, y no porque lo queramos así, sino porque el gobierno nos viola ese derecho, entre muchos otros.
El pasado 11 de julio marcó un antes y un después en la Isla, y es que a pesar de las prohibiciones impuestas durante tantas décadas, la verdad y la dignidad se imponen, gran parte del pueblo cubano a lo largo del país salió a la calle gritando Libertad, Patria y Vida, y exigiendo derechos elementales, a lo que el gobierno respondió con represión y violencia por parte de las fuerzas del orden, y el presidente convocó a sus seguidores a salir a la calle a los lugares donde estaban ocurriendo las manifestaciones, diciendo “la orden de combate está dada”.
Cualquier gobierno se debe a su pueblo, a su tranquilidad y prosperidad, pero el gobierno cubano sigue pasando por alto el escuchar y dialogar con su población, prefiere seguir defendiendo su posición. Ese pueblo desarmado que salió a la calle no fue en ningún momento escuchado, sino violentado por militares armados y programados bajo una orden de combate, la cual no fueron capaces de discernir, o al menos la gran mayoría.
Estoy en contra de todo acto violento, venga del lado que venga, la violencia solo genera más violencia. Eso está más que probado. Los saqueos ocurridos a las tiendas por MLC y la patrulla volcada en la carretera no están bien, yo no justifico ningún acto vandálico, pero no puedo dejar de pensar y decir que el propio gobierno es responsable de ello, porque asfixia a sus ciudadanos sin pensar en las consecuencias, dicta leyes y medidas a su antojo las cuales son aprobadas por el grupo de siempre, no por el pueblo de a pie, ese que lucha diariamente por sobrevivir y no descansa pensando en todos los problemas y penurias que debe enfrentar, o cómo adquirir la moneda en la que pueden comprar lo poco que hay.
Hicieron un llamado a jóvenes en edad de servicio militar a salir a la calle con palos para arremeter contra los manifestantes, amenazando a muchos con perder su carrera universitaria. Qué lamentable episodio para esos jóvenes, para esa parte del futuro, tener que salir a maltratar a un cubano como ellos, donde podían encontrarse con amigos, familiares, compañeros de la escuela y hasta vecinos. Ese no es el camino, yo quiero que en mi país haya jóvenes que piensen por sí mismos, que luchen por sus sueños y que vean en la palabra y el diálogo el camino, nunca en la violencia, ni en la tozudez y que no tengan miedo a decir lo que piensan desde el respeto y la dignidad que todo ser humano merece. ¿Acaso no hemos aprendido nada del apóstol?
Hoy, 12 días después, siguen habiendo manifestantes pacíficos desaparecidos, otros en espera de juicio y otros ya encausados por el simple hecho de salir y pedir libertad. Los correctivos por severos que sean no doblegan la verdad. A veces, has avanzado tanto haciendo algo malo, que crees que no tienes oportunidad para corregirlo y solo te queda tirar hacia adelante, pero no es así, siempre hay una oportunidad si se quiere cambiar, siempre se puede hacer algo, solo hay que quererlo.
- Rosalia Viñas Lazo (Pinar del Río, 1989).
- Miembro del Consejo de Dirección del CEC.
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