La informatización de la sociedad. ¿Por el bien de todos?

Viernes de Rosalia

El pasado martes 18 de diciembre se presentó una actualización sobre el programa de informatización de la sociedad cubana a los diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular, donde el presidente Miguel Díaz-Canel expresó, entre otras cosas, la importancia que tiene la interacción de la población con los diferentes organismos de la Administración Central del Estado a través del ámbito digital. Esta sería una nueva vía de contacto más fácil, directa y cómoda, donde los cubanos podrán plantear las problemáticas, dudas y preocupaciones que les aquejen.

Me pregunto: ¿Realmente serán escuchadas, debatidas y resueltas de ser posible, todas las problemáticas y preocupaciones que el pueblo cubano plantee? ¿Se tomarán en cuenta las opiniones de disidentes, opositores, defensores de derechos humanos en la Isla y se interactuará con ellos en la red? ¿Qué seguridad digital tendrán para los usuarios las plataformas de interacción que el Estado pondrá a disposición para esta actividad? De seguro estas y muchas otras son también dudas que presentan y presentarán muchos cubanos.

Ahora mismo las redes sociales juegan un papel fundamental en la divulgación de la cotidianidad cubana, debido a que la mayoría de los cibernautas usan Facebook, Twitter, Instagram y WhatsApp. Esto hace algún tiempo conllevó a que muchos centros estatales exigieran a sus trabajadores cuentas en estas redes, para publicar contenido a favor de la revolución y mucho de lo que acontece a nivel de organismos y gobierno. Es importante destacar que estos trabajadores tienen cuentas personales, no de la entidad, donde algunos, por libre voluntad, están de acuerdo en compartir, pero muchos otros no, y se ven en la obligación de hacerlo debido a lo que su “desobediencia” pueda traerle como consecuencia.

La informatización de la sociedad traerá consigo grandes avances, desarrollo y comodidades para el país y sus habitantes en múltiples sectores, pero para que todos salgamos ganando hay que incluir, sin distinción de género, raza, ideología o credo.

 


Rosalia Viñas Lazo (Pinar del Río, 1989).

Miembro del Consejo de Dirección del CEC.

 

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