La economía y el bienestar social en Cuba: situación actual

Por Carmelo Mesa-Lago
Parque automotriz derruido

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A fines de 2008 la Revolución cumplirá medio siglo, el Período Especial 19 años, y Raúl Castro habrá detentado el poder dos años y medio, 10 meses como Presidente del Consejo de Estado. Este artículo evalúa el estado actual de la economía y el bienestar social, resume los temas del debate surgido después del discurso de Raúl el 26 de julio de 2007, y analiza las medidas tomadas por él así como el rumbo de otras posibles reformas.

I. La Situación Económica y Social Actual[1]
PIB y crecimiento económico. En el decenio del 90 la tasa anual del producto interno bruto (PIB) promedió -1.4% (la más baja de América Latina) y el PIB por habitante en 2000 aún estaba 7% por debajo de 1989. Pero en 2005-07 el PIB creció a una tasa promedio de 10,6% (7,5% en 2007), la más alta de la región, comparable a la de China y superior a la de Vietnam. No obstante, dicha cifra está sobrestimada casi al doble por dos manipulaciones estadísticas: (1) el cambio de la base de precios de 1981 a 1997 que aumentó el PIB por habitante 86% en 2000 de 1.478 a 2.752 pesos; y (2) la adición al PIB del valor de los servicios sociales y subsidios a los precios de bienes racionados que incrementó el PIB en un punto porcentual en 2003-04. Desde 2005 CEPAL no publica sus estimados del PIB cubano y reproduce las cifras oficiales con una nota cautelosa. Altas autoridades cubanas han expresado públicamente que cualquiera que sea la cifra oficial la misma no ha resultado en un mejoramiento de las condiciones de vida del pueblo. El PIB ha crecido gracias a los subsidios e inversión de Venezuela (en menor medida de China), y los altos precios del níquel en el mercado mundial. La formación bruta de capital o inversión disminuyó en 47% en 1989-2007 y era de 13% mientras que los economistas cubanos estiman que se necesita el doble para un crecimiento sostenido.
La inflación ha aumentado 11 veces en el período y fue 5,7% en 2006. Este indicador también es debatible porque el Índice de Precios al Consumidor no toma en cuenta los precios en el mercado informal y las “shopping” (TRD), y ambos han aumentado notablemente. Un indicador más confiable es la liquidez monetaria como porcentaje del PIB que se duplicó en el período. Por otra parte el déficit fiscal cayó a la mitad (3,2% en 2007), debido al control gubernamental de virtualmente todos los precios.
Las cifras oficiales sobre producción de20 productos clave (para consumo interno y exportación) en 2007, demuestran que 14 estaban muy por debajo del nivel de 1989.
El mejor desempeño ha sido en la minería que ha crecido notablemente gracias a la inversión extranjera.La producción de gas natural saltó 35 veces (era minúscula en 1989), la de petróleo cuatro veces y la de níquel 62%, pero desde 2003 la de petróleo declinó y la de níquel se estancó mientras la de gas natural aumentó sostenidamente pero aporta sólo 22% a la producción total de combustible. La producción de petróleo interna satisface sólo 47% de las necesidades y el resto se importa.
Bajo el Período Especial ha ocurrido un proceso de desindustrialización, probado por el fuerte declive de la participación industrial en el PIB, y en 2007 la producción en la mayoría de las líneas manufactureras era muy inferior al nivel de 1989: azúcar (tradicionalmente la exportación principal) estaba 86% por debajo de la cosecha de 1989 y la más baja en un siglo; acero, cemento, textiles, fertilizantes, zapatos y jabón entre 50% y 96% por debajo; electricidad 13% por encima pero al mismo nivel por habitante después de 18 años; y puros que eran la segunda exportación aumentó 38%.
El peor desempeño ha sido en la agricultura (2007/1989): el número de cabezas de ganado vacuno 24% inferior; carne, leche, arroz, huevos, cítricos y pescado-marisco (los dos últimos exportaciones importantes antes de la crisis) entre 12% y 71% por debajo; tabaco en rama, crucial para la manufactura de puros 33% inferior; por el contrario, los tubérculos 117% por encima pero 24% por debajo del cenit de 2004. Ha ocurrido un declive significativo en la autosuficiencia alimenticia forzando la importación de comida, principalmente de los EEUU ($2.000 millones desde 2001) pero insuficiente para satisfacer las necesidades, lo cual ha sido reconocido por Raúl.
Indicadores Externos. El valor de las exportaciones en 2007 era 31% inferior a 1989, pero el de las importaciones era 25% superior, por lo tanto el balance de comercio (bienes) arrojó un déficit de 6.400 millones de pesos, más del doble del déficit de 1989.
La deuda externa en divisas ascendía a US$15.800 millones en 2007, 2,5 veces la deuda de 1989, y excluyendo la deuda con Rusia estimada en más de US$25.000 millones en 1989, así como la deuda con Venezuela. El número de empresas extranjeras (mixtas) cayó 41% en 2002-06; el gobierno ha cerrado varias empresas mixtas y la Ministro de Cooperación Económica Internacional ha declarado que sólo las grandes inversiones en sectores estratégicos serán mantenidas. Sin embargo, los pocos éxitos alcanzados se han logrado con inversión extranjera (minería y turismo) a pesar de las trabas estatales.
El número de turistas en 2007(2,2 millones) saltó casi 8 veces y el ingreso bruto por turismo (la segunda fuente de ingresos en divisas) aumentó 13 veces (2.200 millones de pesos), pero en 2007 ambos estaban 6-7% por debajo del nivel de 2005. El número de habitaciones hoteleras se duplicó pero sólo 46% están ocupadas (un descenso de 38% respecto a 2000) y el promedio de gastos diarios por turista cayó 42%.
Venezuela. El factor más positivo en la economía cubana es la ayuda, inversión y comercio provistos por Hugo Chávez: subsidios al precio de las exportaciones petroleras que montaron alrededor de US$2.000 millones en 2007; el pago de cerca de US$5.000 millones por la labor de médicos, enfermeros, maestros y otros profesionales cubanos que trabajan en Venezuela; inversión y créditos por miles de millones de dólares incluyendo la terminación de la refinería de petróleo de Cienfuegos el año pasado, y 26% del comercio total de Cuba en 2006. La ayuda de Venezuela cambió el enorme déficit en la balanza de pagos cubana en un pequeño superávit en 2006; así el gran déficit en el balance de bienes (US$6.600 millones) fue compensado por el pago por servicios profesionales (US$4.900 millones) y en menor cuantía el ingreso por turismo (US$2.000 millones). La relación con China es más de negocios y menos política: el comercio fue 15% en 2006, y las promesas chinas de construir una planta de ferroníquel y explotar un gran yacimiento de níquel en San Felipe no se han materializado (Chávez ha ofrecido financiar la primera).
En 2007 antes de que Chávez perdiese el referendo, Fidel advirtió de las consecuencias devastadoras que dicha derrota podría traer a Cuba. Para evitar una repetición de la crisis provocada por el colapso de la URSS, Raúl está buscando otras fuentes alternativas de comercio e inversión con Irán, Brasil, Angola, etc., pero será extremadamente difícil reemplazar a Venezuela si Chávez pierde el poder o los precios del petróleo disminuyen debido a una grave recesión mundial.
Indicadores Sociales
Desempleo. En 2007 la tasa oficial fue 1,8%, 77% por debajo de la tasa de 1989, la más baja en América Latina y una de las más bajas en el mundo. Pero he demostrado que dicha cifra seriamente subestima la tasa real porque cuenta como empleados a: trabajadores despedidos en re-entrenamiento; estudiantes que reciben un pago, cultivadores a tiempo parcial de alimentos en los traspatios de sus casas y jardines urbanos, etc. Si se sustrajesen esos grupos la tasa aumentaría significativamente. Además mucha gente no solicita empleo en las oficinas municipales para no ser enviados a la agricultura.
Salarios y pensiones. A pesar de los aumentos nominales de salario y pensiones en 2005, el salario real promedio (anualmente ajustado a la inflación) en 2006 estaba 75% por debajo del nivel de 1989, mientras que la pensión real promedio era 61% inferior. Pero esas pensiones magras toman 6% del PIB y exhiben una tendencia creciente. Las edades de retiro (55 las mujeres y 60 los hombres) están entre las tres más bajas en América Latina pero Cuba tiene la segunda esperanza de vida mayor, por lo que el promedio de tiempo que se recibe la jubilación es el más largo en la región. Este problema se agrava porque la población cubana es la segunda más envejecida de la región (será la más anciana en 2025) y ha caído por dos años consecutivos. Por último, el ingreso por las contribuciones pagadas por las empresas es insuficiente para financiar las pensiones, y el déficit financiado por el Estado saltó de 1,3% a 2,5% del PIB en 1986-2006.
Salud. La razón de médicos por 10.000 habitantes es la mayor de la región, pero la mitad de ellos (35.000) están trabajando en el extranjero (principalmente en Venezuela) provocando una severa escasez interna y descenso en el acceso. La mortalidad infantil en 2007 fue 5,3%, la más baja del Hemisferio después de Canadá (declinó 52% desde 1989). Por el contrario, la mortalidad materna en 2006 era 49 por 100.000 versus 29 en 1989 (69% mayor). Hay una severa escasez de medicinas, muchas accesibles sólo en las tiendas por divisas y la infraestructura de agua potable y alcantarillado se ha deteriorado seriamente.
Vivienda. Este es el peor problema social. Mientras que la población se duplicó en 1959-2007, el número de viviendas construida fue inferior a las que se destruyeron debido a la falta de mantenimiento. Las unidades construidas por 1.000 habitantes cayeron de 6 en 1989 a 1,4 en 2003-04 y, aunque amentaron a 4,6 en 2007 aún estaban 25% por debajo, incapaces de compensar a los hogares destruidos o dañados por 5 huracanes, y el déficit habitacional es de alrededor de 1 millón, 25% mayor que en 1989.
Desigualdad y pobreza. El coeficiente de desigualdad Gini aumentó 64% en 1989-1999 (no hay data reciente) y excluye el peso convertible, si se incluyera éste el Gini sería mucho mayor. La incidencia de pobreza en La Habanasubió 271% en 1988-2002 de 6% a 20%; la encuesta de percepción de pobreza de 2006 en dicha ciudad arrojó que 23% se consideraban pobres y otro 23% casi pobres.
En resumen, el Presidente Raúl Castroenfrenta una grave situación económico-social y fuerte dependencia externa de Venezuela. Su discurso del 26 de Julio de 2007 prometió introducir “reformas estructurales” aunque advirtió que no todos los problemas pueden ser resueltos inmediatamente y que el pueblo no puede esperar soluciones espectaculares; esto ha generado el debate más vivo y profundo bajo la Revolución, levantando altas expectativas de cambio y mejoramiento en la población.
II. El Debate Interno sobre las Reformas
El debate sobre las reformas socioeconómicas necesarias presenta una gran variedad de posiciones pero virtualmente todas dentro de los parámetros socialistas, aunque la gama de estos es muy amplia pues va desde el socialismo de mercado en China y Vietnam a la postura más estatista y colectivista de Corea del Norte. Algunos participantes en el debate afirman que Cuba busca un modelo propio, pero sin definirlo. El autor ha identificado una serie de consensos importantes en el referido debate.
Propiedad. Se propone una economía mixta expandiendo las formas de propiedad no estatal, como cooperativas independientes en manufactura y servicios, empresas medianas y pequeñas, así como el aumento del trabajo por cuenta propia sin las enormes trabas e impuestos que hoy experimenta. El Estado descentralizaría sus funciones y decisiones y establecería un marco regulador del sector no estatal, a la par que mantendría la propiedad e inversión en sectores estratégicos y las grandes empresas.
Agricultura. Las UBPC deben ser autónomas y sus miembros sentirse dueños de las mismas. El acopio ha de ser eliminado o reformado radicalmente y los precios pagados por el Estado a las cooperativas y campesinos privados han de ser aumentados substancialmente. Las tierras estatales ociosas deben ser entregadas a verdaderas cooperativas, familias e individuos, varios proponen que en arriendo, otros en propiedad y otros en usufructo. Con estos cambios y apertura a la inversión extranjera en la agricultura, especialmente en el azúcar, se recuperarían y excederían los niveles de producción anteriores al Período Especial, por lo que Cuba podría autoabastecerse e incluso exportar; algunos recomiendan que parte del incremento de la producción cañera se dedique a producir etanol para reducir la dependencia externa en combustible.
Dualidad monetaria. Se concuerda en que debe eliminarse la doble moneda (pesos nacionales y CUC), pero se considera que tomará tiempo y tendrá que ser precedida de un fuerte incremento de la producción y la productividad.
Sector externo. Sesugiere una combinación de sustitución de importaciones, promoción de exportaciones competitivas y servicios profesionales, e incremento de la inversión extranjera.
Políticas sociales. Estas deben ser sostenibles financieramente a largo plazo, especialmente la salud, la educación, las pensiones y la asistencia social que combinadas tomaron 44% del presupuesto y 31% del PIB en 2007. Se proponen programas focalizados para reducir la pobreza y las desigualdades extremas; pensiones asistenciales que sustituyan a los subsidios universales a los precios de bienes racionados; la asignación más racional de recursos de salud (por ejemplo, menos a reducir la mortalidad infantil que es la más baja del hemisferio después de Canadá, pero más a asilos de ancianos y reparar la deteriorada red de agua potable y alcantarillado); un mayor énfasis en las carreras universitarias que contribuyen al desarrollo y mejores salarios a los maestros, reduciendo el gasto a nivel elemental ya que su matrícula está en franca caída debido al envejecimiento de la población; la libre compraventa de viviendas y el acceso a materiales de construcción. El salario debe ser suficiente para satisfacer las necesidades básicas, pero no se especifican políticas para lograr este fin.
Participación ciudadana. El pueblo ha de participar de manera más efectiva en el diseño de política, las decisiones y el monitoreo en su ejecución. La Asamblea Nacional debe actuar, resolver los problemas y rendir cuentas a la ciudadanía. Los medios de comunicación deben plantear los problemas, criticar los errores y abrir espacio para que el pueblo pueda expresarse. Los jóvenes demandan un papel más activo y el acceso a los puestos altos de decisión.
A través de una Reflexión en 2007 Fidel Castro criticó a dos científicos sociales extranjeros, de izquierda y con una larga historia de apoyo a la revolución, tildándolos de “ultra revolucionarios” que proponen medidas neoliberales. Uno de ellos (James Petras) contestó ratificando su apoyo a los aspectos positivos de la Revolución, planteando que sus propuestas estaban dentro del espíritu de diálogo abierto por Raúl y que no iban tan lejos como algunas reformas sugeridas por economistas cubanos, también advirtió que la crítica a él podría interpretarse como crítica al debate interno.
La ratificación y expansión de los revolucionarios “históricos” en el Consejo de Estado el pasado 24 de febrero y la no designación de algunos dirigentes jóvenes en puestos de más alto nivel se interpreta de dos formas distintas: (1) los históricos resistirán los cambios, pero entonces, ¿por qué Raúl promovió el debate y generó expectativas de cambio?; y (2) esas designaciones son necesarias para consolidar la unidad y rendir tributo a Fidel, que ya no tiene las posiciones de Presidente del Consejo de Estado y de Ministros, pero los históricos son leales a Raúl y el debate legitima las reformas necesarias; dentro de cinco años, en la próxima elección, los dirigentes máximos actuales habrán sobrepasado los 80 años y ocurriría la transferencia a la nueva generación.
III. Las Políticas de Raúl
Las medidas tomadas por Raúl en los últimos meses son positivas pero, salvo algunas notables excepciones, no pueden considerarse reformas “estructurales”; además hay una brecha considerable entre esas medidas y las propuestas de reformas resumidas arriba. Se pueden distinguir dos tipos de disposiciones:
Cambios positivos pero no estructurales. De este tipo son las ventas en CUC de electrodomésticos, móviles, computadoras y el acceso de ciudadanos cubanos a los hoteles que antes estaban reservados a los turistas extranjeros. Estas medidas favorecen al grupo de alto ingreso de la población que es el que tiene la capacidad económica para acceder a dichos bienes y servicios hoteleros proveyendo un incentivo a los mismos y de paso extrayendo excedente monetario en circulación, pero dejan fuera a la gran mayoría de la población que recibe un ingreso insuficiente. Si se flexibilizase la salida para viajar al extranjero, esta medida tendría un efecto similar. Al momento de terminar este artículo se anuncia la ley que autoriza el funcionamiento de taxis privados que ojalá augure el inicio de un aumento del trabajo no estatal.
Aquí también se incluyen el reciente aumento de las pensiones y de algunos salarios (así como la legalización del pago extra en CUC o divisas a empleados de empresas extranjeras o mixtas, cargando un impuesto sobre dichos pagos), el cual intenta aumentar el ingreso frente al alza de precios. Sin embargo, aún con estos aumentos, los salarios y pensiones reales (ajustadas a la inflación) siguen estando muy por debajo del nivel que tenían en 1989. El proyecto de ley de incremento de las edades de retiro (en cinco años para ambos sexos, de 55/60 a 60/65), así como el establecimiento de una contribución del 5% sobre el salario de los trabajadores (antes limitada a los que estaban bajo el Perfeccionamiento Empresarial), combinadas con el alza del monto de la pensión a los que pospongan su jubilación, son medidas necesarias y adecuadas para reducir el enorme déficit de las pensiones de seguridad social pero generarán descontento si no van acompañadas de una recuperación del nivel real de la pensión.
Las estrictas regulaciones y sanciones para combatir la indisciplina laboral, no son las primeras que se promulgan en Cuba en los últimos 50 años y su eficacia es dudosa debido a que aquella es en gran medida resultado de la severa escasez existente, la insuficiencia salarial, las dificultades del transporte y otros problemas que enfrenta la fuerza laboral. Hasta que no se resuelvan o al menos mejoren esos problemas será extremadamente difícil incrementar la disciplina en el trabajo y también combatir la corrupción, como el robo de bienes al Estado para “resolver”.
Medidas cercanas al cambio estructural. Importantes son el pago de deudas estatales atrasadas a las cooperativas y campesinos privados por la venta de sus productos al acopio, así como el aumento modesto de los precios de acopio a dichos sectores, y su acceso pagado en CUC a aperos de labranza, semillas, fertilizantes, etc. Las tres medidas son incentivos para incrementar la producción agrícola con la esperanza de reducir sus precios y disminuir algo la dependencia de la importación de alimentos y el alto costo de estos. La Ley 259 del 10 de julio estipula que se entregarán en usufructo no transferible las tierras ociosas estatales y de UBPC a personas naturales (individuos) y jurídicas (cooperativas y entidades estatales no agropecuarias). Si bien esta disposición es la más avanzada establece limitaciones importantes que pudieran ser desincentivos: (1) las tierras a entregar están cubiertas de marabú o tienen bajo rendimiento, lo que implica un esfuerzo extra para trabajarlas “de forma racional y sostenible” como ordena la ley; (2) el usufructo puede ser extinguido si no se cumple con dicha obligación, así como por incumplimiento de la producción contratada (aparentemente con el Estado), si se violan las medidas de protección y conservación del medio ambiente o por causas de utilidad pública o interés social; (3) la ley no es clara si, en caso de extinción, el Estado se queda o reembolsa al usufructuario por las obras, reparaciones e instalaciones hechas en la tierra; (4) el período de usufructo es de solo 10 años para los individuos aunque es renovable (en 25 años para las personas jurídicas) si el usufructuario ha cumplido con sus obligaciones; y (5) el usufructuario debe pagar un impuesto.
Otras dos medidas anunciadas pero no implementadas son la eliminación de la dualidad monetaria, y la terminación del racionamiento y su reemplazo por “subsidios a las personas”, o sea, asistencia social focalizada a los grupos vulnerables. La primera, ya se ha comentado, es muy difícil, será en el largo plazo si se logra un incremento de la producción y la productividad (para lo cual es esencial avanzar en las reformas estructurales). La segunda también es difícil pues, en opinión del autor, debido al incremento de la pobreza y al porcentaje considerable de la población que aún depende del racionamiento a precios subsidiados, el costo de la asistencia social superaría al costo de los subsidios de precios.
Quedan pendientes las principalesmedidas estructurales propuestas, como ampliar la propiedad no estatal en verdaderas cooperativas y autorizar la operación de empresas pequeñas y medianas a los ciudadanos, así como incrementar el trabajo por cuenta propia; otorgar autonomía a las UBPC para que sus miembros decidan libremente qué sembrar, a quién vender y fijar los precios de sus productos; eliminar o transformar radicalmente el acopio; expandir la inversión extranjera incluyendo la agricultura; legalizar la compraventa de viviendas y facilitar a la población el acceso a los materiales de construcción; embarcarse en una estrategia de desarrollo exitosa con impacto beneficioso en la balanza comercial de bienes; reasignar de manera más racional y sostenible los gastos de salud y educación, etc.
Mientras tanto la presión popular crece, en gran medida alimentada por el debate que Raúl generó. Si al final él implementa las reformas estructurales necesarias, ocurrirá un incremento de la producción y el bienestar social, pero si solo se limita a cambios positivos pero marginales aumentará la frustración del pueblo que alberga altas expectativas de un futuro mejor.

Carmelo Mesa-Lago
Economista cubano. Vive en Miami. Catedrático distinguido con la condición de Emérito de Economía y Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Pittsburg. Catedrático de Relaciones Internacionales y América Latina en la Universidad Internacional de la Florida. Profesor de Economía Latinoamericana en el Instituto Universitario Ortega y Gaset. Profesor visitante en Alemania, Argentina, Cuba, Chile, España, México, Reino Unido y Uruguay. Es autor de más de 60 libros. Asesor regional de la CEPAL.



[1] Este trabajo se basa en cifras oficiales de la ONE y, en algunos casos, de datos de la CEPAL. Para las estadísticas y fuentes, así como un análisis detallado del debate y de las políticas de Raúl, véase el artículo del autor “La Economía Cubana en la Encrucijada: Legado de Fidel, Debate sobre el Cambio y Opciones de Raúl,” Boletín del Real Instituto Elcano, Madrid, junio 2008.

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