Para los cubanos no ha sido tarea fácil formar parte de la red de redes. Como en muchos otros ámbitos hemos llegado tarde y hemos pasado disímiles dificultades y restricciones que nos han mantenido alejados de esta increíble herramienta llamada Internet.
En Cuba, la primera conexión a Internet se realizó en septiembre de 1996, a 64 kb/s. Esta conexión se estableció vía satélite y solo tenían acceso a ella a nivel de gobierno. No fue hasta el año 2008 cuando el expresidente Raúl Castro autorizó el libre acceso de los cubanos a los hoteles, permitiéndoles a los que “podían pagar” disfrutar de los lujos y confort de los cuales habíamos estado excluidos por muchos años y también disfrutar del servicio de Internet que se brindaba en los hoteles desde la primera mitad del siglo XX. A pesar del alto precio del acceso el cual oscilaba entre 8-12 CUC, era sin duda un comienzo, el cual dio vida a excelentes proyectos de la sociedad civil independiente que revelaron una realidad diferente a la que los medios oficiales habían contado hasta el momento. En este mismo año comenzó la comercialización del paquete, increíble iniciativa que llevó a muchos hogares Internet sin estar conectados a una red TCP/IP. El paquete consiste en almacenar en un disco de 1 o 2 Terabytes la información más relevante que fluye en la red, desde deporte, películas, animados, novelas, documentales, etc.
El 24 de enero del 2007 se firmó en Caracas un acuerdo entre la empresa estatal de telecomunicaciones de Venezuela (TELECOM) y la cubana TRASBIT, que tuvo como objetivo poner en marcha el funcionamiento de un cable submarino de fibra óptica que conectara a Cuba y Venezuela. Este cable submarino comenzó a operar a mediados del 2011. No fue hasta el 2013 que comenzó la prestación de servicios a la población, mediante salas de navegación ubicadas en los Telepuntos (centro multiservicios de telecomunicaciones que ofrece productos y servicios de la empresa ETECSA), donde 1 hora de acceso a Internet tenía un costo de 4,50 CUC. Teniendo en cuenta que el salario promedio de un cubano es de 500 CUP, lo cual equivale a 20 CUC, es notable que era un precio excesivo y para nada accesible. En 2014 se pudo acceder al correo Nauta desde los dispositivos móviles.
En julio del 2015 se habilitaron en toda la Isla 35 puntos de conexión WiFi pública y el costo de 1 hora bajó a 2,00 CUC, siendo aún muy costoso. Hasta el 2016 se fueron incrementando las zonas Wifi públicas en todo el país, y a finales de este año comenzó la prueba piloto en La Habana vieja para llevar Internet a 2000 hogares de esta localidad. Los usuarios interesados en contratar este servicio debían contar con una computadora y una línea telefónica dado que la conexión desde el hogar es por ADSL. Esta prueba no garantizó los resultados esperados por los espectadores, dadas las limitaciones y costes a los que es sometido siempre el servicio que brinda la empresa ETECSA.
Desde el 29 de septiembre de 2017 hasta diciembre de ese mismo año surgió el proyecto Nauta Hogar, este servicio estuvo disponible solo en 17 consejos populares en siete municipios de cinco provincias del país, debido a que estas zonas contaban con las condiciones técnicas requeridas, según información oficial. Para contratar este servicio se debía contar con una línea telefónica fija y residir en las localidades previstas. Las ofertas comerciales en cuanto a velocidad van desde 1 Mb/s hasta 4 Mb/s. El costo aumenta si aumenta la velocidad de datos. Las cuatro ofertas cuentan con un servicio de 30 horas mensuales no acumulativas. El 30 de octubre de este año la tarifa para la navegación de Internet disminuyó a 1 CUC y se incrementó la capacidad de almacenamiento del correo nauta a 100 MB, que antes era de 50 MB. El servicio Nauta Hogar culminó con la promesa de continuar su extensión para inicios de 2018, así como el acceso a Internet desde la telefonía celular. Hasta el día de hoy ambas promesas han sido incumplidas. La empresa ETECSA lleva algún tiempo facilitándoles a algunos de sus ejecutivos 3G Free en móviles, pero aún no lanza ninguna propuesta respetable y segura para la población.
Así han transcurrido los cambios de acceso a Internet en la Isla, de forma lenta y tardía. El gobierno asegura que tal lentitud y tales obstáculos son culpa del bloqueo impuesto por los EE.UU. a Cuba. En mi opinión, el bloqueo impuesto a la Isla nos limita en muchos aspectos, pero quien más nos limita es el bloqueo que el gobierno cubano ha impuesto sobre los ciudadanos. El acceso a la información es un derecho de cada ser humano, y los cubanos exigimos ese derecho como muchos otros que nos han sido negados.
En este periodo de cambios digitales los ciudadanos han ganado un espacio para expresarse libremente y denunciar irregularidades que ocurren diariamente, las cuales no son escuchadas ni resueltas por las entidades pertinentes, dando a conocer al mundo y a otros cubanos lo que acontece en Cuba. A pesar de las grandes dificultades que enfrentamos en el acceso, en la alfabetización digital, en la apertura de políticas públicas que respalden y garanticen una Internet plural, incluyente, participativa y neutral, la sociedad cubana quiere avanzar y ser parte del increíble mundo de Internet.
Rosalia Viñas Lazo (Pinar del Río, 1989).
Miembro del Consejo de Dirección del CEC.