Por Jesuhadín Pérez
En su primera cita romántica, la hembra de Homo ergaster probablemente preguntaría a su pretendiente: “y… ¿tienes hacha?” En Cuba, 1,5 millones de años después la pregunta continúa, aunque ahora que el bien demandado es otro. Generalmente dicen: “y… ¿tienes carro?”
Por Jesuhadín Pérez Valdés
El mago hundió su mano en busca del conejo que no salía del sombrero.
Resultó que estaba muerto.
(Tomado del diario de un adolescente)
En su primera cita romántica, la hembra de Homo ergaster probablemente preguntaría a su pretendiente: “y… ¿tienes hacha?” En Cuba, 1,5 millones de años después la pregunta continúa, aunque ahora que el bien demandado es otro. Generalmente dicen: “y… ¿tienes carro?” Obviamente el carro para los cubanos, es el equivalente del hacha para Homo ergaster [a]. Por esos remotos años la tecnología lítica estaba en su apogeo, por lo que era el hacha de piedra el artilugio más sexy del arsenal de esos homínidos prehistóricos. Una piedra tosca y rudamente afilada era para ellos tan útil y atractiva como lo es ahora un Volkswagen, un Audi, o un Bugatti Veyron.
Todas las épocas -en dependencia de los niveles de desarrollo- han tenido sus propios tótems tecnológicos. Muchos de estos tótems se convierten a veces en preciosas posesiones. Son símbolos de evolución y cambio. Muestras materiales de civilización. Los homínidos prehistóricos necesitaban un hacha, los cubanos, transporte, el primer mundo… internet. Así evolucionamos. Así también sabemos hacia dónde vamos, de qué dependeremos y qué lugar nos corresponde en nuestro mundo contemporáneo.
Según Mediascope Europe, el 83% de los europeos no pueden vivir sin el internet. Les resulta indispensable para trabajar [b], para establecer relaciones interpersonales de todo tipo [c], hacer compras, informarse y entretenerse. De estos, los alemanes y los holandeses son los más dependientes de la red con el 95 y el 92%, respectivamente. La vieja, culta y desarrollada Europa parece respirar a través de ese novedoso schnorkel llamado internet. ¡Pobres europeos si vivieran en Cuba! ¡Como iban a sufrir con el espejismo de internet que tenemos nosotros los cubanos!
Internet para los cubanos: “el huevo que no empolla”
El problema de internet para los cubanos ya no es el ancho de la banda, porque hace tiempo que el ministro pro tempore aseguró que el cable de 70 millones de dólares estaba “a punto de caramelo”, multiplicando por 3000 la capacidad de conexión. Ahora son las redes de acceso, los puntos de conexión y el costo de la tecnología para la modernización lo que ha disparado los precios del servicio hasta hacerlos prácticamente imposibles para el cubano promedio. ¡Hay que recuperar a toda velocidad la inversión! Esto es lo que dejó ver Wilfredo González Vidal, viceministro de Comunicaciones en Cuba, en entrevista publicada por periódico Granma el 29 de mayo del 2013. Entrevista que curiosamente intitularon: “No será el mercado quien regule el acceso al conocimiento”.
Lamentablemente, ya esto se veía venir desde que Jorge Luis Perdomo, viceministro en 2011, declarara que el cable era solo una parte del problema y añadía: “el cable es un pedazo de sistema y el resto, son las redes de transporte y las redes de acceso a las escuelas, hogares y las casas, y a los puntos donde es necesario acceder a estos servicios” (1). Perdomo nos adelantaba la “bola negra”. ¡Qué ilusos fuimos! Que si las redes, que si los servidores, que si la digitalización… y el internet, como muestra de evolución tecnológica y salto histórico sigue estando a la misma distancia que el horizonte. Parafraseando al periodista Ernesto Santana Zaldívar: “… no estamos como para celebrar todavía, para el internet ya no nos faltan mil kilómetros, sino novecientos noventa y nueve. Hemos avanzado algo pero esos novecientos noventa y nueve kilómetros pueden demorar muchísimo y resultar demasiado difíciles” (2).
Qué triste. Y yo que pensaba ir directamente del hacha de piedra al internet. Pero es de esperarse. La evolución homínida va de paso en paso y mientras más atrás estemos, más lento vamos. Y -la verdad- a nosotros los cubanos siempre nos ha ido mal con la velocidad. Cuando nos zafamos de España fuimos a parar directo bajo los cascos de la caballería económica norteamericana, cuando nos impulsamos nuevamente con los derechos y libertades de la Constitución del 40, nos fuimos de bruces con Batista, y cuando heroicamente nos zafamos de él, el impulso fue tan grande que nos salimos del terraplén y nunca más hemos pisado en firme. Vamos de una cuneta a la otra, saliéndonos en todas las curvas. Avanzando y retrocediendo mientras miramos por las ventanillas cómo hasta los “rengos” nos adelantan.
Algunos bienintencionados nos han tirado “cables”. Los soviéticos nos “halaron” por mucho tiempo, tanto que para 1991, cuando el cable se “partió”, éramos más dependientes de ellos que de los norteamericanos en 1959. Después llegaron los chinos con sus bicicletas, Brasil con sus inversiones, Venezuela con su petróleo… ¡Y nuevamente en pleno siglo XXI Venezuela nos ofrece “el salve tecnológico”! Un salve políticamente congruente con el rojo claro de los nuevos tiempos.
¡Se acabaron los remordimientos porque el cable viene de Venezuela! Un cable socialista para un internet muy capitalista. ¡Increíble! ¿Qué no? ¿De dónde deriva nuestro cable venezolano? ¿Acaso del Americas Region Caribbean Ring System? Pues créanlo, ese Sistema de Anillo Americano de la Región Caribeña o ARCOS 1, tiene su punto de anclaje No. 1 en North Miami Beach, Florida, Estados Unidos. Nos acercamos a la meca del capitalismo mundial, pero lo hacemos por el camino más largo y costoso. Sinuosamente. Como si quisiéramos sorprender a los gringos por la espalda. Digo que nos acercamos porque además del “insignificante nodo No. 1”, Estados Unidos es el país que domina el 75% de internet, y a la vez consume el 40% de sus servicios. ¿Entonces?
Pero en fin, el mérito es mérito y el cable es tremendo cable, hemos de reconocerlo ¡Es pura “fibra óptica”! Es tan bueno que nos igualará en conexión a cualquier país vecino, pero… resulta que no tenemos cómo sostenerlo. La infraestructura interna está mala según Wilfredo González Vidal, viceministro del ramo, y ha sido costoso remodelarla. La crisis, los precios, y “la compra del equipamiento en lejanos países” han encarecido el servicio a tal punto que -prácticamente- nos lo ha anulado. Piensen en el maestro, el médico, el trabajador social, el ingeniero, el arquitecto, el sociólogo, el historiador, averigüen cuánto ganan y cóbrenle dos horas semanales de internet (que es bien poco), y después vean si puede comprar lechugas.
Nos han matado el conejo apenas salir del sombrero. Imagínense, al final nos han cargado a nosotros, los aspirantes a internautas, la supuesta inflación del mercado mundial de las comunicaciones. ¡Durísimo el lineazo de ETECSA! Es un inicio tan oscuro como aquel de la telefonía móvil. ¿Recuerdan?
Ciento dieciocho centros de acceso colectivo a un precio de 4,50 CUC la hora convierte nuestro novísimo internet en algo tan asequible como la infraestructura hotelera de Varadero. Ese precio es más una prohibición que una oferta. Entonces han tenido la fenomenal idea de rebajar la tarifa de la red nacional para estimular este tipo de navegación. Sin embargo, ¿qué encontrará nuestro Mozilla Firefox en nuestro paseo nacional? ¿El “Linux Club Cienfuegos”?, ¿la biblioteca médica “SciELO Cuba”?, ¿”Ornofay”: el portal de la cultura en Ciego de Ávila? ¿Las páginas de los periódicos, los telecentros y los joven clubs de electrónica y computación regionales y nacionales? ¿Acaso la web de la Aduana General de la República “AduaCuba”, la web: “Cuba diplomática”, o la del “Instituto de Meteorología”, el “Instituto de Nutrición e Higiene de los Alimentos” o la del “PAEC” (Programa de Ahorro de Energía Eléctrica en Cuba)? ¿Acaso el website: “Families for Justice”, o “Cuba contra el bloqueo”? ¿La página del web Buscador Cubano 2×3? ¿Quizás esa pésima parodia de Wikipedia conocida como “EcuRed”, o el otro experimento, llamado “Redsocial” que es casi un espejo a la diseñada por el estadounidense Mark Zuckerberg, -que de hecho tiene dominio ‘facebook.ismm.edu.cu’- pero nadie habla de ella? ¿Les parecen estos sitios excitantes para visitar, merecedores de nuestra inversión en CUC? Yo los visitaría…
… claro, si tuviera internet en mi casa a full y al precio de la electricidad. También los visitaría si me pagaran por hacerlo, pero jamás invertiría tiempo ni moneda libremente convertible en nuestra red nacional. Por lo menos “no” en esta que tenemos hasta hoy. Respeto mucho los sitios y los criterios de sus creadores, pero su pobreza temática y la falta de conexión con los intereses de los grupos que más tiempo invierten en la red, los coloca a mil años luz de cubrir las más pobres expectativas. Muchos de estos websites son simplemente lo mismo, pero en versión digital. No hay que invertir 0,60 CUC (costo de la navegación nacional) para volver a ver lo que dice la televisión nacional o el criterio que refríen los periódicos oficiales. Nuestra intranet está todavía pegada al pasto. Le falta diversidad, independencia, debate, entretenimiento y, sobre todo: conexión con la intención de búsqueda del usuario del siglo XXI.
Por último, podríamos añadir que la diferencia abismal de precios más que estimularnos quizás nos diga el tipo de servicio que recibiremos. Pensemos, “cuatro CUC y medio” para el internet real, y poco más de “medio CUC” para la navegación nacional: si los precios son reflejos de la calidad y el valor de los bienes y servicios, comprar una hora en intranet es como invertir en un producto chatarra.
Hacia un internet de siglo XXI
En la edad media la información era escasa. Las noticias se trasmitían a través de cartas que tardaban días, semanas y meses para llegar a su destino. La gente era analfabeta y los pocos libros estaban en manos de unos escasos eruditos, pero la imprenta asestó el primer golpe a ese estado de cosas. Así quedaron inmortalizadas la economía, la filosofía, la política, la historia y la literatura. Se hicieron más asequibles y la humanidad evolucionó. Después llegó el internet, la gran revolución de la información. Los grandes medios perdieron la hegemonía sobre la opinión pública y la cantidad de información se disparó por las nubes. Todo estuvo -para homo sapiens- al alcance de un clic.
El internet con su enorme capacidad de almacenamiento ha permitido el más grande fenómeno democrático de la historia. No solo ha llevado la información al consumidor, sino que le ha empoderado brindándole las enormes ventajas del periodismo ciudadano. Luego entonces, no solo aprendemos sino que estamos en condiciones de mostrar a otros quiénes somos, cómo pensamos, dónde vivimos y hacia dónde vamos.
La red fluye y refluye. Es impresionante la cantidad de datos que suben y bajan sin parar: fotos, videos, textos, audios, música, afiches, dibujos, aplicaciones… Conocemos la biografía de un cantante antes de asistir al concierto, vemos cómo transcurre la vida en Picadilly Circus, en Trafalgar Square o en Les Champs-Élysées en vivo y en directo, y podemos enviar en un día hasta 50 correos electrónicos. Concretamente si pudiéramos almacenar todo el conocimiento que generamos en el transcurso de nuestra vida, en los soportes tradicionales (libros), se necesitaría un estante con una extensión de 450 metros. De hecho la humanidad ha producido en las últimas tres décadas más información que en los 5000 años que le precedieron. La cifra ronda -sin ambages- los 281 mil millones de gigabytes (3).
Las estadísticas indican que desde principios de este siglo, con la llegada de la banda ancha, el uso del internet ha crecido en un 305% y lo seguirá haciendo, multiplicándose por seis cada año. América Latina registra el récord mundial de crecimiento e integración. Así pues para el 2014, en todo el planeta habrá, unas dos mil millones de personas interconectadas (4)… ¿Cuántos serán cubanos?
Lamentablemente menos de los que quisieran. Es difícil saltar con los pies de cemento. Como tantas otras veces para los cubanos, dicho salto evolutivo será un privilegio que muy pocos podrán alcanzar. En la época del Skype, el HTML 5, el Windows 8 y la banda ancha, seguiremos con el hacha de piedra al cuello como Homo ergaster. No es muy sexy ahora, pero por lo menos nos recuerda que en pleno siglo XXI y a pocas millas de la meca del internet, un país completo sigue atrapado en el paleolítico.
Por eso nos achicamos demográficamente. ¿Qué homínido hembra, de la especie sapiens, está dispuesta a reproducirse con alguien que solo puede ofrecerle un hacha de piedra?
Notas
[a] Homo ergaster: homínido extinto, propio de África. Se estima que vivió entre 1,75 y un millón de años atrás, en el Calabriense (Pleistoceno medio). Se especula que Homo ergaster pueda ser el primer homínido con capacidad para el lenguaje articulado. Se considera además que podrían haber sido los primeros homínidos en establecer relaciones sociales complejas y elaborar rudimentarias abstracciones (Tomado de Wikipedia).
[b] Teletrabajo: Es una forma de trabajo en la que este se realiza en un lugar alejado de las oficinas centrales o de las instalaciones de producción, mediante la utilización de las nuevas tecnologías de la comunicación. La utilización de los nuevos medios informáticos permite mejor comunicaciones de forma remota, lo que permite trabajar de forma no presencial. La diferencia fundamental entre “trabajo a domicilio” y “teletrabajo” es la preponderancia de la informática y las telecomunicaciones en la realización del teletrabajo. (Tomado de Wikipedia) El 12% de los españoles utiliza un «Tablet» como herramienta de trabajo (Tomado de: Movilqick/pág 5. revista “Computer”. No.380. Año XV 2013).
[c] Matchmaking, Online Dating y Virtual-sex: Los sitios especializados en «Matchmaking» ofrecen al usuario la oportunidad de encontrar personas compatibles en términos de personalidad, gustos y costumbres. La lógica es que, cuando esas personas se encuentren, las posibilidades de desarrollar una relación seria y afín sean mucho mayores que las que suelen darse en encuentros casuales. Para lograr este tipo de vínculos, los sitios de «Matchmaking» reúnen datos profusos sobre la personalidad de sus usuarios que luego son comparados para realizar automáticamente propuestas de pareja. Estos sitios se orientan principalmente a personas solteras que quieren formar una pareja estable y seria. El concepto de «Online Dating», en contraste, tiene que ver con la generación rápida de contactos casuales que pueden derivar en diferentes tipos de relación; desde encontrarse una sola vez, hasta una amistad o una relación de pareja. La diferencia con el «Matchmaking» es que el «Online Dating» no prioriza tanto los análisis de compatibilidad. El objeto es simplemente poner a las personas en contacto y que estas se den cuenta por sí mismas cuál es la afinidad que hay y qué tipo de relación es la que pueden o quieren emprender. Por este motivo, los sitios de «Online Dating» propician cosas como el flirteo online antes que los tests de personalidad. Se orientan a personas que simplemente quieren ser sociales por Internet. Por último el «Virtual-sex» es una forma de sexo sin penetración ni contacto físico alguno, donde dos o más personas se transmiten mensajes explícitamente sexuales, mediante alguna forma de equipo comunicacional. Cibersexo es sexo virtual por Internet, lo cual incluye los correos electrónicos, mensajería instantánea, salas de chat, juegos, etc. (Tomado de Wikipedia).
Referencias
- 1.“XIV Convención y Feria Internacional de la Informática”.
- 2.Santana. Ernesto. “Ampliación de internet abre brecha digital”. 30/05/2013. www.cubanet.org.
- 3.Sáez. Cristina. “La era del Pentabytes.” Revista “Muyinteresante.com.mx”/Año XXVII. No. 02.
- 4.Ibídem.
Bibliografía
– Mediascope Europe.
– Movilqick /pág 5. revista “Computer”. No.380. Año XV 2013.
– “XIV Convención y Feria Internacional de la Informática”.
– Boletín “Conéctate”-julio-2011.
– Boletín “Conéctate” -abril-2011.
– De la Parra, Rodrigo. [Vicepresidente para la región de la “Internet Corporation for Assigned Names and Number” (ICANN) en declaraciones a AFP].
– Santana, Ernesto. “Ampliación de internet abre brecha digital”. 30/05/2013. www.cubanet.org.
– R. M. Elizalde y M. H. Lagarde. “No será el mercado quien regule el acceso al conocimiento”. Entrevista a Wilfredo González Vidal, viceministro de Comunicaciones de Cuba. Granma, 29 Mayo 2013).
– Wikipedia. ARCOS 1.
– Alfonso Torna. Odelín. “Webmail te conecta y Portal Nauta te vigila”. www.cubanet.org 31/05/2013.
– Sáez, Cristina. “La era del Pentabytes.” Revista “Muyinteresante.com.mx”/Año XXVII. No. 02.
– Franco, Guillermo. “Internet: mucho más que un mercado potencial”.
– Revista “Tino” (Múltiples números) revistatino@jovenclub.cu. http://revista.jovenclub.cu. “Equipo Nacional de Computación y Electrónica”. Calle 13, No. 456 entre E y F, Vedado, municipio Plaza de la Revolución. La Habana. Cuba.
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Jesuhadín Pérez Valdés (Pinar del Río, 1973)
Miembro fundador del Consejo de Redacción
de la revista Convivencia.
Reside en Pinar del Río. Cuba.