El pasado 8 y 9 de noviembre el Centro de Estudios Convivencia tuvo el gusto de animar en Camagüey un taller sobre “El anális de la realidad: metodologías y aplicaciones”, convocado por la Comunidad de Religiosas de Santa Teresa de Jesús en Cuba. Participaron una veintena de personas, entre laicos, sacerdotes y representantes de algunas comunidades religiosas de la ciudad de Camagüey y Guáimaro, entre las que se encuentran la Comunidad del Sagrado Corazón de Jesús y las Mercedarias. Los representantes de las diferentes nacionalidades, mexicana, peruana, dominana, argentina, española, nicaragüense y cubana, compartimos dos maravillosos días de trabajo en equipo y debate sobre las diferentes realidades a las que servimos.
Partiendo de por qué y para qué se realiza un análisis de la realidad, se explicaron los principales métodos que se pueden emplear para ver, conocer, descubrir y comprender los diferentes espacios de realización y desempeño humano. Entre ellos se debatieron, ejemplificaron y aplicaron los métodos: matriz DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades), Árbol de problemas, causas y consecuencias, transformado en Árbol de objetivos, soluciones y medios, el método vivencial, y el análisis estructural por sectores de la sociedad.
Las dinámicas de grupo desarrolladas y el trabajo en equipo tocaron temáticas de interés para cada uno de los participantes, quienes conocieron que la realización de un análisis de la realidad certero, contextualizado, con claridad en los objetivos y metodología, aumenta la disponibilidad de argumentos para potenciar la búsqueda de soluciones. Contextualizar las decisiones, a la vez que permite reconocer los tiempos económicos, políticos, eclesiales y sociales, aumenta la eficiacia en los ambientes de desempeño y la libertad en la toma de deciones. Descubrir las causas, los efectos y abordar los procesos realcionados debe conducir a la búsqueda de estrategias de solución y servicio a la comunidad, es decir, pasar de la queja a la propuesta, mediante la recuperación de la historia y del valor experiencial. Es lo que Convivencia llama: “de cada hora del día, 15 minutos para quejarse y 45 para proponer”.
Los dos días que duró el taller fueron un espacio maravilloso para compartir nuestros carismas, pensar Cuba desde la realidad que nos ha tocado vivir a cada uno y, sobre todo, discernir conscientemente hacia dónde queremos ir. Los participantes también pudimos disfrutar la puesta en escena de la obra “En la panza del caimán” del Grupo Teatro del espacio interior”, desgarradora pero movilizadora porque motiva, incita, convoca urgentemente, al encuentro de una solución viable al dolor de la emigración, el exilio, la soledad y la anomia social que viven Cuba y sus hijos.
El Centro de Estudios Convivencia agradece esta invitación que considera una oportunidad para seguir trabajando juntos en el Itinerario de pensamiento y propuestas para Cuba. Este tipo de encuentros nos recuerda cuánto podemos aportar a la reconstrucción de nuestros ambientes y lo que podemos hacer desde nuestro interior personal y desde las comunidades de pertenencia. Paulo Freire decía: “Si el hombre fue capaz de cambiar el mundo que no inventó, el mundo que encontró hecho, el mundo natural ¿cómo no va a ser capaz de cambiar el mundo que sí hizo, el mundo de la cultura, el mundo de la política, de la explotación y de las clases sociales”. Corresponde a los ciudadanos el compromiso con su realidad cambiante y diversa, depende del protagonismo de los hijos de la Patria un futuro digno y próspero para todos.