Es curiosa la forma que tienen algunas (O muchas) personas de “clasificar” ideológicamente a sus rivales políticos. “X es comunista” o “Y es fascista” y con esa simple categorización y unos y otros colocan a sus rivales como “engendros del mal”.
¿Cuál es la realidad?
Actualmente la clasificación lineal de las ideologías es obsoleta.
La teoría de “La herradura” es una visión nada nueva pero que tiene aspectos interesantes y la teoría de la clasificación bidimensional de las ideologías es, tal vez, más moderna pero también tiene aspectos positivos y algunos controversiales.
Ante todo, aclaremos algunos conceptos importantes:
Según la Real Academia de la Lengua Española:
Ideología: “Conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento de una persona, colectividad o época, de un movimiento cultural, religioso o político, etc.”
Política: “Arte, doctrina u opinión referente al gobierno de los estados. Actividad de quienes rigen o aspiran a regir los asuntos públicos. Actividad del ciudadano cuando interviene en los asuntos públicos, con su opinión, con su voto o de cualquier otro modo”.
Pudiéramos resumir diciendo que la “Ideología Política” es el conjunto de creencias relacionadas con cómo deben ordenarse la sociedad y el Estado.
Hay personas que dicen ser “Apolíticos” al querer significar que no se alinean con ninguna de las ideologías o doctrinas políticas existentes en su medio. Pero en las sociedades actuales es totalmente imposible ser apolítico porque las opiniones y quejas acerca de la sociedad y hace que los “apolíticos” se vinculen políticamente.
Simplemente decir “Soy apolítico porque la política es una basura” ya nos hace participar en política al emitir una opinión.
No es necesario pertenecer a un grupo o partido político o votar en elecciones para participar en política.
Solo tener y expresar opiniones acerca de la forma en que es dirigido un estado o sociedad ya es una actividad política.
Otros conceptos que vale la pena refrescar son:
Democracia: “Sistema político en el cual la soberanía reside en el pueblo, que la ejerce directamente o por medio de sus representantes”.
Pueblo: “Conjunto de personas de un lugar, región o país”.
Pueblo es toda la población. Por lo que podemos decir que la exclusión del pueblo (o parte de él) de las actividades políticas excluye también la existencia de formas democráticas.
Las democracias, por definición, no pueden excluir a nadie.
Veamos el surgimiento del concepto lineal de las ideologías políticas.
El 28 de agosto de 1789, en la Asamblea Constituyente Francesa se hizo la pregunta más revolucionaria de hasta entonces en la Revolución Francesa. ¿Cuánto poder debe tener el rey?
Ya anteriormente, las diferentes opiniones entre los miembros de la Asamblea habían hecho que estos se agruparan según sus ideas. En las sillas de la derecha del presidente se había sentado el grupo más conservador, que defendía la permanencia de la monarquía, un rey poderoso con un parlamento que dependiera en gran medida de la figura real. A la izquierda se sentaban los miembros que deseaban un cambio radical, para ellos el rey solo debería tener derecho a un voto que suspendiera aquellos acuerdos de la Asamblea con los que no concordara, este voto suspendería la ley por un tiempo determinado; pudiendo después ser revisado y aprobado o no por la Asamblea sin necesidad de aprobación real.
Este sistema acabaría con el poder absoluto del rey y el poder verdadero radicaría en el parlamento, electo con el voto popular (Realmente de la burguesía, la clase más revolucionaria en aquella época).
En el centro se sentaban los indecisos.
Así comenzó la división lineal de las ideologías políticas. Izquierda y derecha.
Pero comenzaron a aparecer formas de pensar más extremistas (Tanto a derecha como a izquierda) y formas más moderadas, tanto dentro de la derecha como dentro de la izquierda. Y así las tendencias de derecha e izquierda se clasificaron en “centro” y “extrema” derecha e izquierda.
Los que ocupan posiciones más extremas dentro de cada tendencia critican a los que tienen opiniones más moderadas, así actualmente escuchamos palabras que insultan a las posiciones moderadas, como “derechita cobarde”, “izquierdosos”, “tibios” etc. porque los extremos tienden a rechazar y despreciar a los que piensan diferente a ellos.
El enemigo de las ideologías políticas extremas ya no es solo el que tiene ideas opuestas a las suyas, a este se le suma el que comparte elementos de su misma ideología, pero con formas más moderadas de pensamiento.
Las ideologías extremas son excluyentes porque tratan de aplastar a sus oponentes de forma que solo aceptan a los que piensan exactamente como ellos y eso incluye a los que comparten sus principales ideas, pero disienten en algunos aspectos. No aceptan oponentes ni disidentes.
Las ideologías extremas, como excluyentes, son antidemocráticas.
La “Teoría de la Herradura” plantea que, como en una herradura, los extremos se acercan tanto que la extrema derecha y la extrema izquierda tienen posiciones más cercanas entre ellas que con las tendencias moderadas de su misma ala.
Ejemplo el controvertido acercamiento entre Hitler (Extrema derecha) y Stalin (Extrema izquierda), plasmado en el “Pacto Molotov – von Ribbentrop”, firmado por los dos ministros de relaciones exteriores de la URSS y Alemania. En este pacto ambos países se repartían, como buenos amigos, a Polonia, país situado entre ambos y que fue invadido el 1 de septiembre de 1939 por la Alemania Nazi y el 17 de ese mismo mes y año por la Unión Soviética Comunista. Comenzó así la II Guerra Mundial.
Otro ejemplo, las críticas que intercambian VOX y el PP en el Congreso español.
Otro, la visión política de Antonio Gramsci, el “comunista olvidado” quien, desde posiciones marxistas, planteaba participar y seguir los principios democráticos en la actividad partidista y criticó duramente al estalinismo, lo que causó que los partidos estalinistas lo “olvidaran” de forma tal que una figura tan prominente, fundador del Partido Comunista Italiano, periodista, filósofo, teórico marxista, luchador antifascista y mártir por haber muerto en 1937 en una cárcel fascista, prisionero por sus ideas; una figura de su magnitud no es estudiada en los cursos de filosofía marxista y es desconocido por la mayoría de los miembros de la izquierda.
Así, me atrevería a decir que las ideologías extremas (Tanto derecha como izquierda) satanizan a los que, teniendo ideas de su mismo lado político, no son extremistas.
La letra griega omega muestra esta cercanía de los extremos tan bien como una herradura: Ω
Los extremos se aproximan tanto que casi se tocan.
Un ejemplo en sociedad es el control extremo de las libertades del pueblo en los países que son o han sido gobernados por ideologías políticas extremas, tanto de derecha como de izquierda.
En cuanto al control económico, ambas ideologías extremas, cuando gobiernan, mantienen un control riguroso de la economía, aun cuando la izquierda estataliza la propiedad y los de derecha mantienen la propiedad privada.
Actualmente existen muchas formas de pensar que tienen puntos comunes y diferentes a las ideologías lineales con la dicotomía derecha – izquierda y esto ha hecho que surjan diferentes formas de clasificar las ideologías políticas y han dado lugar a diferentes esquemas políticos que tratan de explicar esta diversidad ideológica.
Los gráficos de Pornuelle y el de Nolan explican las diferentes tendencias.
Veamos el gráfico de Nolan:
Observen los extremos superior e inferior, donde no importa si la forma de pensar es de derecha o de izquierda, los métodos y controles utilizados llevan a la dictadura o a la anarquía, mientras que la izquierda y la derecha de los extremos están bien distantes.
El gráfico de Nolan modificado tiene en cuenta el control del Estado sobre la libertad económica y la libertad personal.
Clasifica las ideologías políticas en seis grupos:
Actualmente es difícil clasificar una tendencia política totalmente dentro de la “izquierda” o la “derecha”, excepto los extremos, por eso estos extremos critican severamente a los moderados de su misma ala.
Existen muchas otras clasificaciones de las diferentes ideologías políticas y en todas ellas se tienen en cuenta al menos dos elementos, la forma en que se manejan las libertadas individuales y como se concibe la libertad económica. A mi criterio otro aspecto a tener en cuenta sería el cómo enfrenta cada ideología el apoyo a los más necesitados en términos de acceso a una “vida digna” que es la gran aspiración de la Humanidad y que incluye cinco aspecto importantes, el acceso a los servicios de salud, acceso a la educación de acuerdo a las capacidades individuales, la seguridad laboral, alimentación adecuada y vivienda con condiciones mínimas.
Florent Marcellesi (Político y activista francés) plantea la existencia de tres ejes diferentes a considerar en la clasificación de las ideologías políticas, teniendo en cuenta las dicotomías Autoritarismo-Libertarismo, Izquierda-Derecha y Productivista-Anti productivista.
Me gusta una teoría de tres ejes, pero me gustaría más renombrar los ejes:
Y los extremos de los tres ejes colocaría dos categorías: Control Absoluto-Ningún control.
¿Le gustaría a usted un sistema político que controle absolutamente las libertades económicas y las individuales y no garantice apoyo social?
¿O prefiere otro que no controle nada?
A mí, ninguno de los dos.
Me gustaría un sistema que respete las libertades individuales siempre que estas no afecten las libertades de otros individuos ni la estabilidad social; que permita la libertad económica dentro de los límites que marque la estabilidad socio económica del país y que se ocupe de garantizar la atención social sin fomentar la vagancia ni el que yo llamo “Síndrome del ternero eterno” que no quiere comer hierba porque es más fácil mamar de la teta de la vaca.
Como ven, “clasificar” una ideología política es, cada vez, más difícil porque existe cada vez mayor diversidad en las formas de pensar; muchas veces coincidimos con algunos planteamientos de una ideología y rechazamos otros.
Una ideología que gobierne o aspire a gobernar debe ser creíble, para lo que está obligada a, una vez en el poder hacer lo que prometió, no llenarse de excusas para justificar haber prometido acciones que no podía cumplir.
No “decirlo” como hacen muchas ideologías, si no “HACERLO”.
- Antonio Manuel Padovani Cantón (Pinar del Río, 1949).
- Médico.
- Profesor de medicina interna.
- Abogado.
- Reside en Florida, EE.UU.