Por Silvia Llanes
El mundo que ofrece Alicia de la Campa Pak, su espacio del país de las maravillas, se reviste de belleza y expresividad para pulsar el lenguaje enigmático de los cuerpos y los gestos, de los atributos con los que adorna a cada mujer.
Por Silvia Llanes
El mundo que ofrece Alicia de la Campa Pak, su espacio del país de las maravillas, se reviste de belleza y expresividad para pulsar el lenguaje enigmático de los cuerpos y los gestos, de los atributos con los que adorna a cada mujer.
(…) Sus trabajos son el resultado de aceptar su creación como parte de su esencia, de su entrenamiento como dibujante (…) La línea delicada y expresiva, el vigor de los cuerpos, la delicadeza del color y la sobriedad con que este es trabajado, inciden en la sensación de intimismo y personalización que rodea su discurso.
Los títulos, la pasión por la poesía, la literatura como tabla de salvación, la ilustradora que busca una segunda lectura, después de la imagen y a partir de la palabra que la conjunción entre título y obra pueden ofrecer. Siendo una creadora tan versátil, puede darse el lujo de recorrer caminos diferentes, de escabullir la violenta denuncia y ofrecer un camino de aislamiento, ensimismarse para regresar cuando el agua baje y regrese a los cauces habituales. Puede también que esta sea el arma de su madurez, la vocación de adulta, la solución para proteger su cuerpo. En este cambio la pintura se ha mantenido decidida, la preferencia por el lienzo como soporte no ha desplazado al dibujo y la zambullida en el color no ha desprovisto a su obra de la calidad técnica que le proporcionaba el dibujo (…)
Alicia de la Campa establece su territorio en el espacio del cuerpo, aquel que interioriza y luego exterioriza en múltiples mujeres que no son más que ella misma; la sublimación de este territorio, definido como Isla, es parte de ella y de nosotros mismos. Con él ofrece una visión fortalecida de nuestra geografía existencial y retratándose, nos retrata, unidos en cuerpo y tierra, en agua y palma, partículas de la Isla, cuencas de los sacrificios, cuerpo que se sostiene a cambio de la posesión de tanto cielo y tanta agua.
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Silvia Llanes
Curadora y crítica de arte.
Trabaja en Casa de las Américas.