Por Mario García Portela.
La Galería de Arte de Pinar del Río ha tenido el acierto de brindar al público el alentador resultado de los esfuerzos del joven artista plástico Enrique Alonso Daussa , donde se convierte en realidad única e integradora, sentimientos, expresión, recuerdos , originalidad y buen gusto.
La frase tan utilizada de Simón Rodríguez, maestro del Libertador,”Tenemos que ser originales”, se ha convertido prácticamente en la principal meta de los creadores plásticos contemporáneos y en algunos casos el propósito de lograr algo nuevo desvía la creatividad hacia el invento en sí mismo, alejando a la obra de la concepción estética, de los valores artísticos, dejando en la creación un vacío que sólo la originalidad no puede llenar.
Pero esta exposición, que consideramos puede enorgullecer a la Casa de Cultura de Pinar del Río donde ” Daussat ” brinda sus servicios como instructor de arte, revela que la nueva promoción de artistas formados por la Revolución en nuestra provincia son capaces de realizar una obra amplia, seria y novedosa donde a través del montaje de viejas fotos, cartas, sellos, monotipias, vegetales, muebles y muchos objetos más, situados con precisión en el espacio abierto (sobre el piso ) o cerrado por los estrechos límites del cuadro, logra integrar diversos elementos , en una gama de grises y sepias, que concuerda con los recuerdos que el artista hace retornar a nuestra memoria, llevándonos en un recorrido por el tiempo a los recuerdos del pasado.
La exposición tiene la gran virtud de mostrarnos un mundo que nos es conocido, y sin embargo, lo descubrimos por primera vez, pero desde un ángulo nuevo y a la vez, nos sugiere un paisaje lleno de misterios en las texturas de las monotipias que se fragmentan en formas que se repiten sin cansarnos, haciéndonos recordar cuando en El libro de los Muertos compuesto por los escribas egipcios, Osiris Anis dice : Los cielos dividí, agrieté el horizonte, atravesé la tierra siguiendo sus huellas”…
El trabajo sistemático de “Daussat “buscando nuevas formas de manifestación lo ha llevado a encontrar un camino por el cual puede llegar a plantearse objetivos aún superiores y por el que debe continuar, explotando todas sus posibilidades, y nos ha mostrado como la originalidad en la creación plástica no tiene que estar reñida con la belleza, aunque linde los peligrosos caminos de lo decorativo.