Entrevista a Lester Campa
Por Jorge Guillén
1.- Tengo entendido que naciste en Guanajay. ¿Puedes contarnos cuándo y por qué te mudaste para Las Terrazas?
R.- Nací en Guanajay en el año 1968. Mi familia vino a vivir a Las Terrazas en el 1971, porque mi padre ayudó a construir y fundar esta comunidad en la Sierra del Rosario, y poco a poco, con los años, este se convirtió en mi sitio para marcar mi modo de ser y mi trabajo.
2.- ¿Cómo descubres tu vocación? ¿Alguien influyó? ¿Fue muy difícil el acceso a la ENA, siendo un adolescente de campo?
R.- La vocación la descubrí cuando ya otros habían notado mi interés obsesivo por lo manual, el barro, el dibujo, etc. Cuando me di cuenta de esta gracia de Dios ya hacía algún tiempo había transitado por los pasos primarios de una carrera que terminó en el final de una vida.
3.- Te gradúas en el 1987 y vas a trabajar a Candelaria, allí transcurre tu vida sin penas ni glorias. Después, en medio del período especial, el más crítico de nuestra historia, se abren las puertas del éxito. ¿Cómo lo conseguiste? ¿Hubo un hecho específico que te ayudó a triunfar?
R.- En 1987 me gradué en la Escuela Nacional de Arte en La Habana y no dudé en regresar a mi pueblo. Ejercí como instructor de Arte, pero la vocación de enseñar debe nacer con uno. Cumplí con el servicio social y me hice de un pequeño espacio donde realicé los primeros dibujos y acuarelas que comenzaron a abrirme el camino difícil de esta pasión incesante. Aunque impartí clases, tenía mucha inquietud y necesidad de expresar ideas y formas porque siempre el dibujo es lo que más me interesa. Después del período dramático llamado “especial”. Cuba tuvo que abrirse al turismo y la oportunidad que tuvo mi obra de ser vista, ayudó mucho a esta fuerza que es expresarse con imágenes. En aquel momento muchos otros artistas en Cuba no tenían obras colocadas en el mercado y también tuvieron esa oportunidad, incluidos los músicos. Mi amigo Polo Montañés tuvo su espacio en los pechos y la garganta de muchos cubanos.
4.- Eres un paisajista, sin embargo he visto obras tuyas que se orientan quizás a un paisaje diferente. ¿Es acaso esto fruto del medio natural y social en que vives?
R.- La naturaleza cautiva y sensibiliza el alma ahogada de una realidad difícil y uno, que está atento como nadie, tiene el deber de expresarse por uno y por el prójimo que no sabe hacerlo de esta manera, con la belleza. He ahí a lo que le llaman artista.
El paisaje es un bello pretexto para expresar ideas con imágenes sencillas y a veces dramáticas. Los temas van de lo ambiental a lo social, de lo reflexivo a lo contemplativo, una imagen que a veces es sensual y otras, inquietante. El arte debe sublimar, si es un cartel, pierde esa esencia que provoca ideas y dudas. Lo ambiguo es más interesante, sobre todo cuando hay ideas y pensamientos que molestan a la luz pública.
5.- Percibo en tu obra una poética de tendencia romántica, utilizando un lenguaje muy sutil, ¿por qué de esta manera y no un cartel?
R.- Tengo inquietudes por realizar otra obra a partir de esta, en el opuesto de esta que vengo realizando por más de 15 años, pero no me he decidido a mostrarla en formato mayor y hacerla pública.
6.- Volviendo a las sutilezas de tu obra, noto que tratas de relacionarla de alguna manera con las realidades y necesidades de nuestro país. ¿Es una necesidad personal de desahogo, o una denuncia explícita de la situación actual?
R- Muchos sí sienten el compromiso y se expresan. En la aparente belleza también hay ese grito silencioso de dolor por lo injusto e inhumano que provoca impotencia, por su absurdo.
7.- Recuerdo que Polo se conoció primero en el exterior y después en Cuba. Te sucedió lo mismo, ¿dónde?, ¿En qué país se ha difundido tu obra con más fuerza?
R.- En 1998 viajé a EU. con algunas obras que ya habían sido expuestas en el 96 y eso ayudó a que mi nombre y la obra hicieron un efecto de rebote a algunas galerías e instituciones.
Eso alivió el camino a la creación y el incentivo necesario de colocarla en la preferencia de algunos que coleccionan y compran, hacen que el esfuerzo y el interés provoquen esa fuerza necesaria de la disciplina y que uno se active.
8.- Existe una gran polémica sobre el intercambio cultural entre Cuba y EE.UU. Pero hasta donde yo sé solo van artistas de aquí para allá. ¿Qué opinas? ¿Crees que los cubanos de allá pueden venir?
R.- Los responsables de esa polémica son las personas que representan el país y sus gobiernos. Los artistas no se niegan a eso y el pueblo tampoco entiende ese absurdo. Necesitamos la diversidad en todos los aspectos de la sociedad y la economía. Eso enriquece a una nación.
9.- Vamos a soñar un poco, sueña por un momento que tienes el poder para decidir el futuro de Cuba, ¿qué harías? ¿Quieres mandarle algún mensaje a todos los lectores de Convivencia?
R.- Si yo pudiera decidir el futuro de Cuba, convocaría a todos los buenos cubanos de aquí y de allá para juntos engrandecer esta nación que ha perdido ese orgullo grande que nos hizo ser reconocidos por el mundo, con su cultura y capacidad de lucha y su incansable deseo de triunfar. Somos un potencial en todas las esferas de la vida, solo que hay una oscuridad y ese temor no es propicio para arrancar de una vez a cambiar lo obsoleto.
Abrirnos al mundo de verdad y no necesariamente entregarnos al vecino sediento.
Hay todas las condiciones para desarrollar económicamente nuestra tierra y hacer de nuestro pueblo el más próspero de todos los rodeados por el Caribe. Somos fuertes, emprendedores y valientes. Somos creativos y tenemos muchos sueños por despertar. Estamos con los brazos vacíos pero el pecho está lleno de fuerza para expresarse a favor de esta nación que quiere respeto a su dignidad.
No podemos pensar igual, pero hay una gran responsabilidad social que se tiene que desarrollar a base del intercambio económico y de prosperidad material y espiritual.
Ojalá tener ese privilegio y el honor de compartir estos destinos maravillosos que necesitamos todos.
Jorge Guillén, La Habana, 1968
Trabajó en la Televisión Cubana, fue miembro de la Comisión Católica para la Cultura de Pinar del Río.
Actualmente es colaborador de la revista Convivencia. Reside en Candelaria.