Galería – Julio César Banasco

 

Julio César Banasco Rego. Retorno a las Provincias del Arte

Julio César Banasco

Otredad Mística Insular La última crucificción Silfideidad de la infancia
Otredad Mística Insular
(Dulce María Loynaz).
Óleo/lienzo. 114 x 77 cm.
1997.
La Última Crucifixión.
Óleo/lienzo. 140 x 70 cm.
1995.
Silfideidad de la Infancia.
Óleo/lienzo. 36.5 x 31.5 cm.
1998.
Por Joaquín Badajoz
He vivido con cautela mi cuota de exageraciones. Sé que el hombre es falible y que la pasión es una condición obnubilante. He escrito y juzgado en serio con la frialdad con que el galeno se acerca al quirófano. Silencio contundente, quiero el silencio de la Bernarda, el mutis elemental del que se quita el prosono. Cuando un hombre como yo escribe, solo queda esperar a que revienten los tibios hormigueros. Tengo mal carácter, ese que provoca una acidez que aquí llaman heartburn y que termina en úlcera.
Desconfío de las improvisaciones, las teorías y las retóricas. Sé y no me pregunten como, porque dudo también de las inteligencias, que hay un espíritu de la creación que se mueve entre las sucesivas generaciones, como si el “pintor” transepocal se instalara para dar sombra sobre un cuerpo, una materia desechable y continuara desde ella su obra perfectible. Así, y no de otra forma, se explica la concurrencia.
Desde “La Gran Cena” (1986), obra monumental que era de por sí ella sola una exposición, formada por paneles de lienzos y en la cual experimentaba sobre la tridimensión pictórica, hasta “El Peso de mi Sombra”(2002) donde predominan los dibujos y pinturas sobre cartulinas, usando el carboncillo y pastel, ha transcurrido una de las obras más sorprendente y apasionadas de la pintura cubana. Una obra que como toda auténtica revelación del espíritu es febril, obstinada y ajena. Condiciones exacerbadas dentro de una provincia, una provincia de ultramar, donde la crítica y el arte desde hace años han pactado un sospechoso comadreo; es decir, lo que no se digne el avisado ojo en distinguir queda automáticamente en los márgenes del intercambio simbólico.
Julio César Banasco, el pintor de marras, ha sido uno de esos jóvenes maestros ocultos, que han logrado sobrevivir las más cruentas batallas cubanas contra los demonios y hacer una obra inspirada, cuasi mística, a la manera de los clásicos, sin dejarse apenas provocar por las estéticas del arte povera, el instalacionísmo, la performance o el mercado.
Lo sorprendente de su arte es que desde antes de que en la Ínsula descubriéramos que el mundo occidental se debatía en otras narraciones, las de una edad tardo industrial ya un poco agotada con el Arte-Idea, el Techno-Art. y otras manifestaciones visuales, reconsideraba el uso de la techné, valorizando el soporte tradicional y la legitimidad de la originalidad – ahora como relectura de meta relatos, intertextualidades, e incluso visualidades y poéticas personales – Banasco, en el encerramiento contaminante de su estudio- una habitación estrecha y sombría- producía con un sentimiento ajeno al discurrir, autenticando una facturación que Francis Bacon, De Kooning, El Greco, Velásquez, Dalí, Vermeer de Delft y Edgard Munich, sombras todos, manifestaciones de un único hacedor, aprobaban cómplices mientras se paseaban, flotaban, discutiéndose posesiones que nunca llegaban a gozar.
Hace unos años cuando visitaba el Museo Dalí, en San Petersburgo, a unas millas de Tampa, la obra de Julio César Banasco, me movía insistentemente desde la memoria. Trataba de buscar identidades que si existían lo eran más como continuidad. Lo mismo me ha sucedido delante de los originales de cada uno de los restantes fantasmas que habitan sus “malas lecturas retinianas”, con lo cual se derrumba toda suspicacia y se levanta la evidencia de que su obra concurre rara y alucinada, y- soy testigo de ello- adorada por la sensibilidad de quienes la consumen, en un espacio teórico que continúa farragoso y marginal defendiendo las sociedades de productores “Le Societé Anonyme”, con un aliento demodé que me recuerda, con alarma, la mecanización de la primera mitad del siglo pasado.
Banasco, no puede ser considerado un “productor” en el sentido estricto del término – incluso en su obra apenas pesa una lectura del mercado, una poética de moda, o un carácter subversivo y de debate social – puesto que vive encerrado en una esfera autónoma.
De hecho su obra es antigua, caprichosa y solitaria; y no envejece porque ha sido construida sobre el atractivo de la trascendentalidad; del mismo modo que un fresco de Michelangelo o una tela del Bosco. La ambición de sus grandes telas, las relecturas de la proyección mística del hombre, su oficio y su dominio, parecen no ser del reino económico de este mundo. Complace verle aplicar la mota y el pincel, esparcir aceite ricino (Aceite de Linaza)-disfrutando ese olor dulzón que algunos hemos olvidado- iluminar los cuadros a la manera renacentista, plantear con el carboncillo sobre el lienzo, figuras atrapadas, estilizadas, manieristas y luego resolver la obra enfebrecido, corrigiendo, alterando, como si cada una fuese un parto único e irrepetible.
Pintura que luce una extraña elaboración cromática, la frialdad aparente le otorga a sus obras un sentido de congelamiento- a veces violentado por la marca vigorosa del carbón o la proyección matérica- que puede apreciarse también como una oblicuidad introspectiva. Acaso los valores de un mundo interior, los traumas de la sobrevida, buscan su exorcismo y fecundidad proyectándose hacia la dimensión ambicionada. Romper con la ilusión de la tridimensionalidad, acentuar su existencia y su posibilidad puede parecer aditamento cuando una mano virtuosa, logra con veladuras y claroscuros ese efecto óptico, pero Banasco como el otro cubano extraordinario Picabia, ha demostrado su oficio para permitirse que esas transgresiones no parezcan impotencias facturativas, sino extroversión de un universo comprimido que busca la explayadura animista fuera del soporte, involucrando con el acto al observador. Obra de elaborado hedonismo que conjuga femineidad y feminidad, que evita la agresión y la estafa, y que atrapa al ojo en su redil antes de proponerle el descubrimiento de otras remotas y personales cosmogonías. Detrás de cada cuadro suyo hay no solo una paleta virtuosa, sino un estudio de la forma y el color; y sobre todo una narración que juega a construir mitos de un alto valor poético.
Si nos detenemos en algunos de sus títulos vemos que el abrevadero de la Historia del Arte se alimenta de un soterrado y cristalino venero que aún no se consume. Obras como Amalline, La Consagración, El Sueño de América, El Gran Proyecto Histórico, La Última Crucifixión, La Mecánica del Yoísta o El Otro Hijo de Dios- una de las piezas fundamentales de su expo personal “Utopía del Interior” (1996)- no solo lo consagran sino como apunta Jorge Luís Montesino “son parte de un argumento que trabaja hasta la obsesión: la localización de un ideal estético y suprahistórico en los límites de la realización espiritual”
Banasco escribe y visualiza, incluso en “Utopía del Interior” cada obra iba acompañada de un texto, conato de un mismo modulador semiótico, caminos que al bifurcarse eligen una elipsis magnética para provocar un arco de resonancia que los involucra en el mismo y ajeno proceso comunicacional. Por todos los caminos no se llega a la consumación del mismo modo, pero si hay varios caminos de la seda para legitimar el contrabando simbólico. No dudo que se hubiera podido prescindir de uno o de otro, pero ponerlos a dialogar en un espacio, cada uno exergo o coda., bastan para hacer que el espectador se mueva con cautela y aprecie la existencia soterrada de un discurso que se mueve sobre un espejo. ¿Un ready-made? ¿Un work-in-proguess? ¿O apenas un acto de prestidigitación testimonial que acusa que en el principio pudo haber sido la palabra o el gesto, o la imagen, o la explosión de la Galaxia iconográfica?
El artista sueña y “produce”-aquí sí se ajusta el término- a la manera de una auténtica y fecunda maternidad, obra hand-made que sacraliza los meta-relatos alterándolos, que sabe que el creador es un constructor de mitos, y que como recordaba Tristán Tzara, no existe una historia, sino muchas, imperceptibles, inéditas, escurridizas, dentro del arsenal occidental. Sobreponerse y manipular “The many tricks of the trade of the Fourth Estate”, y hacerlo desde la periferia, es decir jugando con las reglas de una cultura de resistencia que recibe el bombardeo y la publicitación por canales rígidos, que legitima y margina a partir de una “ilustrada ignorancia”, serán barreras pero “barreras blandas” para un artista que con insistencia, oficio e iluminación, está recreando la crónica fáustica de sus múltiples visitaciones.
Una vez se consuman los estados post-nacionales, la provincia volverá a ser centro del mundo y el artista antes de tratar de conquistar Roma, Paris, New Cork o la Habana, volverá a tratar de poseer un cosmos mínimo, un espacio que termina en las puertas de su atelier; así enfrentando a su propia obra sufrirá las mismas-otras posesiones, la impotencia, el dolor y el gozo de Julio César Banasco, aunque para entonces ya él vaya por el camino de regreso a esa provincia imaginaria, que es el Arte.

Joaquín Badajoz (Pinar del Río, 1972)

Crítico de Arte, escritor.
Miembro del Instituto de Estudios Cubanos (IEC)
Miembro de la Academia Americana de la Lengua Española.
Vive en Miami, EE.UU.

Julio César Banasco Rego

(15 de agosto de 1967. Pinar del Río).
Miembro de la UNEAC. Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba.
1982- Graduado de la Escuela Provincial de Arte, Pinar del Río.
1986- Graduado de la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENA) Ciudad de La Habana.
1991- Graduado del Instituto Superior Pedagógico Enrique J. Varona en la Licenciatura de Educación
Plástica. Ciudad Libertad. Ciudad de La Habana.
1995- Restaurador y Conservador de Obras Patrimoniales del Centro Provincial de Patrimonio
Cultural y del Museo de Historia de Pinar del Río.
Expos Personales
2006-“Banasco-Hans-Pantoja” Pintura y Escultura Cubana. Cine-Teatro Municipal de Serpa.
Portugal. Auspiciada por Embajada de Cuba, Galería CiDi Arte y Galería Villa Verde de Ficalho.
2005- “Banasco-Pantoja-Hans” Galería CiDi Arte, Lisboa Portugal.
2004- “Almas Sitiadas”. Galería Carmen Montilla. Ciudad de la Habana. Cuba.
2004- “Raíces”. Banasco y Humberto “El Negro”. Botanical Gardens. Feria Internacional de la Cultura de Nassau
Bahamas
2004- “Traga-ánimas”. Museo Napoleónico. Ciudad de la Habana. Cuba
2003- “El Cetro”. Sala Expositora de las ACP (Grupo de Estado de África, Caribe y Pacífico). Bruselas,
Bélgica.
2003- “La Apariencia del Nuevo Ser”. Galería Arte Caribe, auspiciada por la Asociación para el
Intercambio y Colaboración Cultural entre Bélgica y el Caribe. Bruselas, Bélgica
2003- “El Eco de Banasco”. Galería Arturo Regueiro, Pinar del Río.
2003- “El Eco de Banasco”. Galería Consolación. (Expo Itinerante), Pinar del Río.
2003- “El Eco de Banasco”. Galería San Diego de los Baños (Expo Itinerante), Pinar del Río.
2003- “La Sombra de mi Eco”. Galería de Arte Sandino, Pinar del Río
2002- “Banasco en Guarenas”. Galería del Centro Comercial de Nueva Casarapa. Guarenas, Estado
de Miranda. Municipio Plaza. Caracas, Venezuela.
2002- “Pinar del Río en Caracas”. Sala Expositora de la Sociedad Venezolana de Ingenieros Geofísicos. Sabana
Grande. Caracas, Venezuela.
2002- “El Peso de mi Sombra”. EXPOCUBA. Ciudad de La Habana.
1999- “El Retardo de la Esencia”. UNEAC. Pinar del Río.
1999- “Hiperestética del Insomnio”. Galería de la Dirección Municipal de Cultura Pinar del Río.
1999- “Éxtasis”. Pabellón Cultural Stand de Pinar del Río. EXPOCUBA. Ciudad de La Habana.
1998- “El Sueño de América”. Lobby del Hotel Pinar del Río.
1996- “La Consagración”. I Taller Internacional de Museología y Sociedad. Museo Provincial de Junco. Matanzas.
1996- “Utopía del Interior”. Museo Provincial de Historia. Pinar del Río
1994- “Marinas”. Restaurante “El Tocororo”. Ciudad de La Habana.
1990- “Tres Cabezas no Piensan más que Una” Performance. Instituto Superior Pedagógico Enrique J.Varona. Ciudad de La Habana.
1990- “Homenaje al Becado (Banasco… en Marcha hacia el 2000)”. Performance Instituto Superior Pedagógico Enrique J. Varona. Ciudad de La Habana.
1988- “Shock Cultural”. Performance. Esc. José Licourt Domínguez. San Cristóbal, Pinar del Río.
1986- “La Gran Cena” (Tesis de Graduación). Escuela Nacional de Artes Plásticas. Ciudad de La Habana.

Obras de este creador se encuentran en colecciones privadas en Cuba, España, Argentina, Francia, Italia, Inglaterra, Estados Unidos, Puerto Rico, Costa Rica, Venezuela, México, Holanda, Bélgica y Portugal.
Expos Colectivas
2006- Expo Colectiva “El Encuentro” Havana Gallery. Chicago. Estados Unidos.
2006- Expo Colectiva “Pintura y Escultura Cubana”. (Lagares D’el Rey) Tomar-Ciudad Templaria.
Portugal. Auspiciada por Galería CiDiarte, Embajada de Cuba, Habanatur y Cámara Municipal de Tomar.
2006- Expo Colectiva “Pintura y Escultura Cubana” Galería Villa Verde, en Fícalho (Serpa). Portugal
2004- Expo “Entre el Espanto y la Ternura”. Galería CiDi ARTE. Lisboa. Portugal
2004- Expo “Persona”. Havana Gallery. Chicago. Estados Unidos.
2004- Expo “Huellas generacionales”. Galería UNEAC. Pinar del Río. Cuba.
2003- Expo “Contando a la Izquierda”. Galería Mariano Rodríguez. Villa Panamericana. 8va Bienal de la Habana.
Ciudad de la Habana.
2003- Expo “Columbia-La Otra Escuela de Arte”. Galería Mariano Rodríguez. Villa Panamericana. Ciudad de la
Habana.
2003- Expo “Cantata por la Paz”. Cine-Teatro Pedro Zaidén. Pinar del Río. Cuba.
2003- Expo “Artistas pinareños”. Pabellón Cultural, EXPOCUBA, La Habana. Cuba.
2001- “Salón 20 de octubre”. Galería centro Provincial de Artes Visuales. Pinar del Río.
2001- “100 años de Arte”. MAPRI (Museo de Artes Plásticas de Pinar del Río).
2000- “Islas Interiores II”. Seis Artistas Pinareños. Galería Galiano. Ciudad de La Habana.
1999- II Salón de Arte Joven. CPA. Plásticas. Pinar del Río.
1999- “Entrega”. UNEAC. Pinar del Río.
1998- III Coloquio Internacional de Artes Plásticas. “Símbolos y otros Recuerdos”. Centro Prov. Artes
Visuales, Pinar del Río.
1998- III Muestra de Artes Plásticas al Aire Libre, Dos Hermanas. Auspiciada por el colectivo artístico Ventana
Plástica. Feria de Valme. España.
1998- “Pintores Pinareños”. Galería ARTETECA. España.
1998- Galería Hator. Gijón, España.
1997- I Salón de Arte Joven. CDA. Plásticas. Pinar del Río.
1997- II Muestra de Artes Plásticas al Aire Libre, en la Ciudad de Dos Hermanas. Feria de Valme. España.
1997- XVIII Certamen Nacional de Pintura de Ciudad Utrera. España. (Premio Selección).
1997- I Salón de Artes Plásticas “Los Frutos del Bien” (graduados de Escuelas de Artes). C.D.A. Plásticas (Pinar
del Río).
1997- Curador y exponente del proyecto “Excursión a Vuelta Arriba”. Festival Internacional Romerías de Mayo.
Holguín.
1997- VI Bienal Internacional de Pintura de La Habana. “Más allá de la Periferia”. Pabellón Cuba. Ciudad de La
Habana.
1997- Salón de Verano. Museo Antonio Guiteras. Pinar del Río. (II Premio).
1997- XV Salón Prov. de Artes Plásticas. C.D.A. Pinar del Río. (Premio) por la Asociación Hnos. Saíz.
1997- “Joven Pintura Cubana de la Provincia P. del Río”. En el Inst. de América Ctro Damián Bayón. Plaza de
España. S/n Sta. Fe, Granada España.
1997- “Islas Interiores I”. Seis Artistas Pinareños, Sede UNEAC Pinar del Río.
1997- “Pintores Pinareños, Diputación de Córdoba”. Auspiciado por la ONG. Centro de Iniciativas para la
Cooperación Batá y la UNEAC.
1996- “Se Mandaron Pa´Home”. C. D. de las Artes Plásticas Nacional. Ciudad de La Habana.
1996- “Proposiciones”. Centro Prov. de las Artes Plásticas. Pinar del Río.
1996- Curador y exponente del proyecto “Emancipación y Realidad”. En el II Taller Internacional de
Curaduría de los países Andinos. Cochabamba-Bolivia, auspiciado por la Organización de los
Estados Iberoamericanos. Palacio Simón I. Patiño.
1996- “Ventana Plástica”. Dos Hermanas, Sevilla, España.
1996- ” II Coloquio Nacional de Artes Plásticas”. Asociación Hermanos Saíz. Galería Guernica. Las Tunas.
1996- Salón Prov. “14 de Diciembre”. Museo A. Guiteras. P. del Río. (II Premio).
1996- “Premio D’ Arte Anual”. (Mención) por el Proyecto “Emancipación y Realidad”. P. del Río.
1995- II Salón de Arte Religioso, Casa de Las Hermanas de La Caridad. Pinar del Río. (Mención Especial).
1988- Salón Provincial de Artes Plásticas Pinar del Río.

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