El sentido del Jueves Santo en nuestra vida

Yoandy Izquierdo Toledo
Jueves de Yoandy

El sentido del Jueves Santo en nuestra viastamos en la Semana Santa de los cristianos. Cada religión tiene durante el año tiempos fuertes de espiritualidad y reconstrucción interior. Los islámicos celebran el Ramadán. Los seguidores de Cristo tenemos una fecha cumbre de nuestra religión y nuestras vidas: el Domingo de la Resurrección que los cristianos celebramos en todo el mundo y desde hace más de 20 siglos.

La Resurrección de Cristo es el eje central alrededor del que gira todo el año cristiano. Nos preparamos 40 días antes con oración, ayuno y caridad con los más necesitados. Y al final de ese tiempo que llamamos Cuaresma, está la Semana Santa o Semana Mayor en la que conmemoramos la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Estamos precisamente en la Semana Santa de 2022. Hoy es Jueves Santo y quisiera compartir con mis lectores lo que este día significa:

– El jueves de aquella semana final en la vida terrenal de Jesús, Él quiso despedirse de sus apóstoles celebrando con ellos la Última Cena, inmortalizada por la Iglesia y los pintores de todos los tiempos, como la famosa Cena de Leonardo da Vinci que preside los comedores de las casas de los cristianos.

– El Jueves Santo la Iglesia celebra el “Día del Amor Mayor”, el mismo Jesús en aquella comida de despedida nos dejó el mandamiento mayor: “Ámense los unos a los otros”. Y ya había afirmado días antes: “Nadie tiene mayor amor que aquel que da la vida por sus amigos”. 

– El Jueves Santo celebramos también el “Día del Servicio” porque antes de la última cena Jesús se arrodilló y le lavó los pies a sus apóstoles, siendo que esto lo hacían los sirvientes. Ya había afirmado días antes: “El que quiera ser el primero sea el servidor de todos” y también nos enseñó que amar es servir cuando dijo: “No he venido a ser servido sino a servir”. La Madre Teresa de Calcuta, su discípula, tradujo esto con su vida y con sus palabras a la decir: “El que no vive para servir, no sirve para vivir”.

– El Jueves Santo es también el Día de la Eucaristía o “Día de la Comunión”. La cena de la Pascua de liberación de los judíos fue convertida por Jesús en la celebración de su propia liberación. Este día celebramos la Pascua Cristiana que dura tres días para actualizar la muerte y la resurrección de Jesús. Es el día de la Primera Misa y la Primera Comunión de la Historia. Jesús ama hasta el extremo de entregar su vida por liberarnos a todos del mal, de la esclavitud, del pecado y de la muerte. Por eso dijo la noche de aquel primer Jueves Santo: “Tomen y coman todos de él porque esto es mi cuerpo, que será entregado por ustedes y por todos para el perdón de los pecados”. Y lo mismo con el vino. Y termina con un encargo: “Hagan esto en conmemoración mía”.

Por eso, hace 20 siglos, la Iglesia cumple ese mandato cada Jueves Santo, y aún más cada Domingo y cada día. Por eso los cristianos celebramos el Jueves Santo. Por eso no solo litúrgicamente, sino que así como todos los días la Iglesia celebra la Misa, es decir, la última cena de Cristo, esto se traduce o debería traducirse en la práctica con actitudes de vida:

– Cada día debe ser el Día del Amor Mayor: es decir, cada día debemos entregar nuestra vida por amor y con amor sacrificado para y por todos.

– Cada día debe ser el Día del Servicio: vale decir, que vivamos para servir desinteresadamente a los demás. Que nuestra vida nos identifique como personas muy serviciales.  

– Cada día debe ser el Día de la Comunión: vale decir, en cada jornada de nuestra existencia debemos trabajar para unir, no para dividir, ni enconar. Debemos ser personas de consenso, de unidad en la diversidad. Debemos ser personas-puente, no personas-muro.

– Cada día debe ser “Día de Liberación”: es decir, día que trabajemos por la justicia, por la verdad que nos hace libres. Cada día debemos trabajar por la libertad plena de todos los cubanos y de toda la humanidad. 

Entonces habrá cobrado sentido celebrar el Jueves Santo cada año de nuestra vida.

 

 


  • Yoandy Izquierdo Toledo (Pinar del Río, 1987).
  • Licenciado en Microbiología.
  • Máster en Bioética por la Universidad Católica de Valencia y el Centro de Bioética Juan Pablo II.
  • Máster en Ciencias Sociales por la Universidad Francisco de Vitoria, Madrid, España.
  • Miembro del Consejo de Redacción de la revista Convivencia.
  • Responsable de Ediciones Convivencia.
  • Reside en Pinar del Río.

 

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