La velocidad de la conexión a Internet por datos móviles en Cuba ha empeorado drásticamente en el último tiempo. Este y otros problemas no son nuevos, pero es muy notable sobre todo en el horario nocturno, lo pésimo que funciona el servicio.
Esta situación también es visible en la conexión por Nauta Hogar, haciendo imposible la mayoría de las veces una navegación medianamente estable.
El monopolio de las telecomunicaciones en Cuba,ETECSA, no responde a las quejas e inquietudes de sus clientes, las cuales llueven en las redes sociales.
Las denuncias continuas al mal funcionamiento de la red de redes debería tener en alerta al único proveedor existente en la Isla. En su lugar, estos ignoran la situación y siguen jugando con la paciencia y tolerancia de los que generan ganancias a la misma.
Recordar que los paquetes de datos que ofrece la red 4G y 3G siguen siendo muy costosos para la mayoría de los cubanos, más en estos tiempos de carencias extremas que estamos viviendo en el país. El alto coste de los servicios, los portales webs presillados dentro de Cuba, los bloqueos de redes sociales, los cortes de Internet, los bloqueos de Internet y telefonía móvil a las voces alternativas cuando así lo determinen de arriba, y la disminución de la velocidad que nos deja largo rato delante del teléfono intentando salga un simple audio, son una falta total de respeto, entre muchas otras cosas. Es inaceptable que reciban nuestro dinero, ese que sudamos bastante, así como el de los familiares del exterior y ni siguiera puedan mantener estabilidad en la velocidad.
En el horario nocturno es cuando mayor cantidad de personas se conectan, es cuando mayor flujo de información está circulando para los cubanos, y la verdad de lo que acontece es visible aunque se quiera ocultar.
No hay forma de mantener una informatización de la sociedad a este ritmo, no son capaces de mantener lo que ellos mismos ofrecen. Muchos cubanos hoy trabajan desde Internet, y sus labores se han visto afectadas producto a todas estas problemáticas.
Como compañía deben dar la cara y no guardar silencio por sus negligencias y violación de los derechos de sus clientes.
Rosalia Viñas Lazo (Pinar del Río, 1989).
Miembro del Consejo de Dirección del CEC.