Por Dimas Castellanos
Resultado de un largo proceso de convergencia entre avance tecnológico y democratización de la información y las comunicaciones, emergió en los países más desarrollados la sociedad de la información: última y más profunda etapa de la evolución social, caracterizada por la conversión de la información en materia prima obligada de toda actividad humana. En la Declaración de Principios de la Cumbre Mundial sobre la sociedad de la información 1, se define la comunicación como un proceso social fundamental, una necesidad humana básica y el fundamento de toda organización social. Partiendo de esa tesis, el propósito de esta ponencia es demostrar que el surgimiento del periodismo ciudadano, como forma de comunicación, responde al volumen de información alcanzado y a las exigencias del desarrollo social en la época de la sociedad de la información.
A lo largo de la historia, el crecimiento del volumen de información que los seres humanos fueron adquiriendo de sí mismos y del medio natural, al alcanzar determinada medida entró una y otra vez en contradicción con las formas de comunicación existentes, hasta ser desplazadas estas por nuevas formas, en correspondencia con el nivel alcanzado y con las exigencias de la actividad humana. Efecto de esa lucha entre forma y contenido de la información, la humanidad transitó desde las manifestaciones prelingüísticas, pasando por el lenguaje articulado, hasta la invención de la escritura, repercutiendo en constantes avances del conocimiento hasta el surgimiento de los rudimentos científicos que, gracias a la imprenta y al libro impreso, confluyeron en el nacimiento de la ciencia moderna.
Una cadena de descubrimientos e invenciones, cada vez más complejos, fueron democratizando el uso de la información, otorgándole a esta un progresivo carácter masivo y convirtiéndola en necesidad insoslayable para la actividad de millones de personas en todo el mundo.
Origen del periodismo
Aunque el periodismo, entendido como recogida, evaluación y transmisión de noticias, surgió de forma casi paralela a la invención de la escritura, la primera publicación periodística conocida –el Acta Diurna, una hoja informativa que por orden de Julio César se colocaba diariamente en el Foro de la antigua ciudad de Roma– no apareció hasta el siglo I a.C.; mientras el primer periódico impreso, con bloques de madera tallados no vio la luz en China hasta los siglos VII y VIII d.C. Luego, en el siglo XV, la reinvención de la imprenta en Europa con tipos metálicos móviles, permitió la distribución de noticias de forma más rápida y fácil, generando una red de informadores encargados de poner al tanto de los hechos más relevantes ocurridos. Así, en algunas ciudades de Europa comenzaron a venderse hojas informativas que informaban de los acontecimientos ocurridos en otros lugares. En Venecia, por ejemplo, se vendían notas informativas manuscritas al precio de una gazzetta 2, de donde procede la denominación genérica de las notas informativas en el resto del mundo y después, de los títulos de destacados periódicos. Con esos adelantos la prensa escrita comenzó a desempeñar un rol cada vez más decisivo en los procesos histórico-sociales.
La prensa escrita
La importancia y la ventaja de contar con información rápida de los hechos que ocurrían dentro y fuera de las fronteras no pasó desapercibido para los Estados, los cuales asumieron en muchos lugares el monopolio de la información periodística como factor de poder. Sin embargo, desde el inicio del siglo XVIII la demanda creciente de información para las múltiples actividades humanas requería de una mayor socialización, una exigencia de la práctica social que obligó a los Estados a ir levantando el monopolio establecido sobre los medios de comunicación escritos, para permitir que los particulares participaran en la edición de la prensa escrita de forma paralela al Estado.El Daily Courant de Inglaterra, primer periódico diario (1702), el francés Le Journal de París (1777), el estadounidense Pennsylvania Evening Post and Daily Advertiser (1783), el inglés The Times (1785);y en nuestra región la Gaceta de México (1722),la Gaceta de Lima (1743) y el Papel Periódico de La Habana (1790), son algunos ejemplos de lo anterior. La influencia ejercida por estos periódicos demostró a los políticos y a los Estados la importancia del periodismo impreso para moldear la opinión pública a su favor. Como resultado, se diversificaron cada vez más los medios de prensa escritos a la vez que tomaba fuerza la lucha por la libertad de prensa.
Vinculado con el dinamismo de la actividad humana en todas las esferas, el periodismo recibió la influencia de nuevos eventos de trascendencia entre los siglos XVIII y XIX. Destacan entre ellos: la Revolución Industrial, que iniciada en Inglaterra transformó la economía agrícola tradicional en producción mecanizada a gran escala; la Revolución Francesa, que echó los cimientos de la conciencia jurídica y la cultura política modernas; y la alfabetización en los países occidentales, que puso en capacidad de leer y escribir a millones de personas que devinieron consumidores de información. Esos y otros eventos, unidos a la disminución de los precios de los periódicos, gracias a la invención de técnicas como la del linotipo 3, permitieron aumentar las publicaciones y sus tiradas para las multitudes de las grandes ciudades. Joseph Pulitzer 4 y Randolph Hearst 5 en Estados Unidos ejemplifican la creación de publicaciones destinadas a ese amplio sector poblacional.
A partir del descubrimiento de la electricidad 6, invenciones como el telégrafo 7, junto a los tendidos de cable 8 y el teléfono 9, propiciaron no solo el surgimiento de diarios que como el New York Times cubrían con eficacia las cuestiones más destacadas de la actualidad nacional e internacional; sino también el nacimiento de asociaciones y agencias de prensa. Algunas de ellas, como la norteamericana Associated Press 10 y la inglesa Reuters 11 que continúan funcionando en la actualidad.
Del desarrollo de la prensa y de la libertad de expresión emergió el periodismo especializado en la investigación de aspectos de la realidad social, por lo que muchos escritores abandonaron la literatura para dedicarse por completo al periodismo de opinión. Desde mediados del siglo XIX aparecieron diarios que realizaban análisis exhaustivos de los sucesos del momento y de sus consecuencias. Ejemplos de ello fueron el inglés The Times, el español El Imparcial, y en América La Nación, de Buenos Aires y El Siglo, de Montevideo.
Junto a las nuevas tecnologías, el desarrollo del ferrocarril, la reducción del precio de la distribución postal, el crecimiento del número de industriales y comerciantes que necesitaban promocionar sus productos, entre otras razones, estimularon la creación y difusión de publicaciones de temas especializados con la utilización masiva de la ilustración y la fotografía, una técnica que alcanzó gran desarrollo desde mediados del siglo XIX. Así aparecieron en Alemania revistas ilustradas con enormes tiradas que se fueron extendiendo al resto del mundo. De igual forma la fotografía comenzó a utilizarse en la prensa diaria y en los suplementos dominicales. La prensa escrita alcanzaba en ese momento su punto más elevado.
La prensa audiovisual
A principios del siglo XX, el creciente volumen de información y las exigencias de su inmediatez, obligaron a la prensa escrita a buscar soluciones. Una de las respuestas fueron las ediciones matutina y vespertina. Sin embargo, primero la masificación del cine 12 –fotografía en movimiento– y luego la invención de la radio 13 permitieron el tratamiento instantáneo y continuo de las noticias, dando origen a los diarios hablados, los cuales superaron con creces a las ediciones de la mañana y la tarde de la prensa escrita. La importancia de la radio se acrecentó durante la II Guerra Mundial, al llevar a los hogares las noticias, casi de forma instantánea, a millones de radio oyentes en todas partes del mundo. Gracias al cine y a la radio, el periodismo audiovisual asumió una función cada vez más social y miles de nuevos periodistas se incorporaron a la difusión de información, desplazando a la prensa escrita de su lugar cimero. Ese fenómeno se produjo nuevamente a mediados de siglo XX con la aparición de la televisión 14, la cual unió, a las ventajas de la radio y el cine, el poder de la imagen que era exclusividad de la prensa escrita, con la ventaja que su consumo se podía hacer sin salir del hogar.
Las autopistas de la información
La presión de las necesidades crecientes de información sobre las formas de comunicación condujo en el siglo XX al surgimiento de las novísimas tecnologías de la información y las comunicaciones (TICs), especialmente en el campo de la tecnología de los ordenadores desde la aparición de las computadoras digitales en la década de 1940, con las que, mediante la utilización de las redes informáticas y los dispositivos auxiliares, el usuario de un ordenador puede transmitir datos con gran rapidez. Estas tecnologías permiten: que los espectadores asistan en directo a acontecimientos que están teniendo lugar en otras partes del planeta; que los periodistas consulten casi instantáneamente enormes cantidades de información; y que los diarios electrónicos puedan llegar directamente a los terminales de los usuarios sin necesidad de imprentas, transportes o vendedores de prensa. Un ejemplo de lo anterior es la cadena estadounidense Cable News Network (CNN) que emite noticias y reportajes informativos por cable y por satélite las 24 horas del día a todo el mundo.
Con las TICs el periodismo se montó en las autopistas de la información. Muchos periódicos cuentan con una página web. De forma paralela, debido al relativo bajo costo de las comunicaciones y de los ordenadores, el monopolio de las grandes empresas informativas, privadas o estatales, tienen que enfrentar una competencia por parte de grupos, facciones, instituciones, partidos políticos y particulares que ratifican, corrigen, complementan o contradicen sus puntos de vista. Es en ese contexto de democratización de la información que emerge la última forma conocida de prensa: el periodismo ciudadano.
El periodismo ciudadano
El periodismo ciudadano, una nueva etapa de la prensa, nace del perfeccionamiento de las formas de comunicación, que se corresponde con las necesidades de la sociedad de la información, caracterizada por el empleo masivo de las TICs y por la participación ciudadana (no profesionales) en la producción e intercambio de información sin tener que someterse al Estado, a las instituciones o a las políticas editoriales. Es, por tanto, una nueva forma que asume el periodismo en la sociedad de la información.
Al contener y permitir la realización de otros derechos y libertades, constituye la última y más desarrollada forma de libertad y una valiosa herramienta para promover la participación. La libertad de prensa, la más perfecta de las libertades, asume con el periodismo ciudadano su más alta cota conocida en el desarrollo humano; mientras su ejercicio constituye una expresión de dignidad y de libertad de opinión en el ciberespacio.
Por las razones anteriores el periodismo ciudadano coadyuva a que las personas y la sociedad civil puedan desempeñar el rol de sujetos activos en los procesos sociales y constituye fuerte antídoto contra todo intento totalitario de anular la individualidad.
En Cuba, la represión contra los intentos ciudadanos de hacer uso de la libertad de prensa, cuenta con una historia que va desde la ejecución del joven tipógrafo Eduardo Faccioso, en plena época colonial, hasta las presiones e impedimentos técnicos actuales para que los ciudadanos no puedan acceder a Internet libremente como productores o consumidores de información. Sin embargo, como esta forma de periodismo se realiza desde el ciberespacio, donde el control es imposible en la sociedad de la información, las disímiles formas de represión se tornan inútiles en ese intento.
El periodismo ciudadano, resultado lógico del desarrollo, constituye una etapa de la evolución del periodismo que se corresponde con las posibilidades tecnológicas, con las necesidades de la práctica social, con el proceso de democratización de la comunicación y con el gigantesco volumen de información correspondiente a la etapa conocida como sociedad de la información.
Por su carácter democrático y participativo, al propiciar y potenciar la socialización de las ideas, deviene instrumento decisivo para la participación ciudadana y una insoslayable necesidad del desarrollo social e individual en cualquier parte del mundo.
Con el periodismo ciudadano no desaparecerán sus formas precedentes. La historia de la comunicación demuestra que las nuevas formas, emergidas de las anteriores, constituyen un salto respecto a ellas, las contienen y las superan, pero no las eliminan, sino que conviven en una nueva interrelación. Eso explica que actualmente, paralelo a las autopistas de la información, coexistan la televisión, la radio, el cine, los periódicos, los libros, las revistas y convivirán con las nuevas formas de periodismo que seguramente surgirán antes de lo que podemos imaginar.
Referencias y notas
1.Celebrada en la ciudad suiza de Ginebra en diciembre de 2003
2.Moneda local esa región italiana que era de escaso valor
3.Linotipo, técnica que comenzó a utilizarse en 1886.
4.Joseph Pulitzer (1847-1911), periodista estadounidense que en 1878 compró el St. Louis Evening Dispatch y el Evening Post, los que unió para fundar el Post-Dispatch y en 1887 adquirió el New York World, que bajo su dirección se convirtió en un periódico famoso por su sensacionalismo, sus revelaciones, sus reportajes extensos y detallados y sus cruzadas contra la corrupción.
5.William Randolph Hearst (1863-1951), destacado editor y político estadounidense que creó un imperio nacional de medios de comunicación. Precursor de los métodos sensacionalistas conocidos como periodismo amarillo Desarrolló la International News Service, una gran agencia de prensa. Empezó a producir noticiarios en 1911 y llegó a controlar una gran empresa de noticiarios y una compañía cinematográfica. En su vida se inspira el filme Ciudadano Kane, considerada por muchos críticos la mejor obra de la historia del cine.
6.Entre 1672 cuando se describió la primera máquina para producir una carga eléctrica hasta los aportes de Benjamín Franflin a mediados del siglo XVIII, el descubrimiento de la electricidad se puso a punto para su explotación.
7.El primer mensaje telegráfico se envió entre las ciudades de Washington y Baltimore en Estados Unidos en 1844, cuando Samuel Finley Breese Morse construyó una línea experimental entre esas ciudades. En Cuba la primera línea se estableció en 1853 entre La Habana y Batabanó.
8.Charles Tilston Bright (1832-1888), ingeniero británico tendió en 1853 el primer cable submarino entre Portpatrick (Escocia) y Donaghadee (Irlanda).
9.El teléfono fue patentado por Alexander Graham Bell en 1876, inauguró su primer servicio en la ciudad norteamericana de New Haven a fines de 1877 y llegó a Cuba en 1881. Dos años después, la Primera Guía Telefónica de La Habana contenía 422 suscriptores y en 1885 ya contaba con cerca de un millar.
10.Associated Press (AP), primera agencia informativa del mundo, fundada en Estados Unidos en 1848 por una red de periódicos neoyorquinos. En la actualidad constituye la mayor red de información periodística del planeta, con 240 oficinas distribuidas en 121 países y 3.700 profesionales en plantilla.
11.Julius Reuter (1816-1899), fundador de la agencias de noticias Reuter en 1851.
12.El cine fue patentado en 1895 por los hermanos Lumière y fue exhibido en La Habana en 1897, en la acera del actual cine Payret.
13.La radio se estrenó en los Estados Unidos en 1920 y se inauguró en Cuba en 1922. Ocho años después de su inauguración funcionaban 61 emisoras en todo el país, una cantidad proporcionalmente superior a las de Nueva York. Además los radioaficionados construyeron infinidad de pequeñas emisoras para trasmitir programas alternos. Esos datos ubicaron a Cuba en cuarto lugar en estaciones de radio en el mundo y en 1953 ya el 80% de los hogares contaran con esos equipos.
15.Aunque hubo emisiones comerciales de televisión desde antes, fue en 1950 que la misma se inauguró en Estados Unidos y casi inmediatamente, después se inauguró en Cuba Unión Radio Televisión Canal 4, la tercera planta televisiva de América Latina; mientras que en España la primera emisión pública de televisión tuvo lugar en 1956.
Dimas Cecilio Castellanos Martí. ( Jiguaní, Granma, 1943)
Reside en La Habana desde 1967.
Licenciado en Ciencias Políticas en la Universidad de La Habana (1975), Diplomado en Ciencias de la Información
(1983-1985), Licenciado en Estudios Bíblicos y Teológicos en el (2006).
Trabajó como profesor de cursos regulares y de post-gados de filosofía marxista en la Facultad de Agronomía de la
Universidad de La Habana (1976-1977) y como especialista en Información Científica en el Instituto Superior de
Ciencias Agropecuarias de La Habana (1977-1992).
Primer premio del concurso convocado por “Solidaridad de Trabajadores Cubanos, en el año 2003.
Es Miembro de la Junta Directiva del Instituto de Estudios Cubanos con sede en la Florida.