El desamparo del cubano

Por Virgilio Toledo López
El día 15 de diciembre, la familia Gálvez Chiu, lo recordará por el resto de sus vidas. Los órganos represivos del Estado cubano son los responsables, al usurparle su patio. Aunque parezca inverosímil, todo el poder y la fuerza de un régimen, que ha optado en estos últimos tiempos por aumentar el control y la represalia sobre los cubanos y cualquier manifestación de autonomía y libertad, ha sido usado contra ellos despiadadamente.
En Cuba, en la provincia de Pinar del Río, en la calle Gerardo Medina número 129 a: Eloy Gálvez, padre y abuelo, 83 años de edad, Caridad (Caruca)Chiu, madre y abuela, 74 años, Karina Gálvez, hija mayor, 40 años, Livia Gálvez, hija menor, 38 años, Idael Márquez, esposo de Livia, 36 años, Enmanuel Márquez, hijo y nieto, 11 años, Marco Antonio Márquez, hijo y nieto, 10 años, y César Abel, hijo y nieto, 7 años, le han arrebatado: un baño, una cocina y una terraza, reconstruidos por ellos en su propiedad.
Las razones públicas que alegan los perpetradores de esta atrocidad, es que esta reconstrucción, la han hecho de manera ilegal. En Cuba hay que solicitar lo que es llamado un permiso de construcción para: construir, remodelar o ampliar una vivienda, aunque sea en tu propiedad, pero dichos permisos, son extremadamente difíciles de alcanzar y demoran por lo general, 1, 2, 3 o más años para darse, si se consiguen, o la institución de la Vivienda estima que necesitas hacerlo, por lo que las personas que se han decidido a construir, remodelar o ampliar su vivienda, en la mayoría de los casos lo hacen sin previo autorizo de la entidad que se encarga de ello , y posteriormente pagan una multa, solucionándose el litigio. Pero en este caso concreto, ya le habían aplicado dos medidas punitivas: una multa de 600 pesos cubanos, aproximadamente 30 dólares estadounidenses, y por si fuera poco, le tienen que pagar de por vida por lo construido, habiéndose efectuado ya el primer pago.
Cuando me avisan sobre el hecho, me traslado al lugar y soy testigo del enorme y desproporcionado operativo policial que ha sido desplegado. Toda la manzana donde está emplazada la casa de los Gálvez Chiu, ha sido rodeada. Varios coches patrulleros, personas de la seguridad del Estado, camufladas, vestidas de paisanos, pero fáciles de identificar, y varios grupos de personas vestidas de civil, que han devenido en llamarse, “brigadas de respuestas rápidas” mostradas al mundo a través de los medios de comunicación masiva, en varias ocasiones, como el pueblo enardecido, pero que realmente son una extensión del ejército represivo del régimen cubano”. Todas estas fuerzas militares y paramilitares asechan expectantes a la presa indefensa para, en caso de protestar porque le están arrebatando su propiedad, asestarle el golpe de gracia, reprimiéndolos con violencia física.
Ojalá que hechos como estos ayuden a mostrar al mundo y a todas las personas de bien, la verdad sobre la crueldad del régimen de Cuba, que ha tratado de vender y en no pocas ocasiones ha vendido una imagen paradisiaca de esta isla, para que no se vea la violación sistemática, durante 50 años, de los derechos más elementales de los cubanos, que está alcanzando en estos momentos, tintes de color púrpura. Quiera Dios que no sea necesario una masacre de cubanos para que los gobiernos, las instituciones y todas las personas de bien condenen y exijan al régimen de La Habana que respeten los derechos humanos de los cubanos.
Soñemos y trabajemos por que ninguna familia más en Cuba, ni en ninguna parte del mundo, tenga que lamentar la usurpación de una parte de su propiedad, menos aún, por el empleo de la fuerza, el abuso y la arbitrariedad. Que no haya más 15 de diciembre en Pinar del Río, en nuestra Isla.
Virgilio Toledo
Ing. Electrónico
Miembro del Consejo de redacción de la revista Convivencia
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