Ya todos, o casi todos, aceptamos que Cuba agoniza en una etapa terminal. El deterioro es exponencial e irreversible. Vivimos el final de otro período de nuestra historia patria. Como siempre lo hemos dicho, el final no vendrá de fuera de nuestras fronteras. Las contradicciones vienen de adentro. La corrupción, que es el catalizar que termina con imperios e históricos proyectos, contamina y envenena todo el tejido social.
La etapa termina. No hay vuelta atrás. Pero Cuba continuará su historia inaugurando una nueva etapa. Cuba es más que un sistema, más que un régimen, más que un partido. Cuba es más que una ideología y más que un período de su devenir histórico.
Cuba es precisamente la comunidad que formamos todos los cubanos de todos los tiempos. Cuba es su cultura, su religión, su historia con luces y sombras. Cuba es la Isla y su Diáspora: los dos pulmones con que respirará los nuevos aires de resurrección y vida nueva. Cuba trascenderá el umbral de esta noche oscura y abrirá su alma a las luces de un nuevo día.
La pregunta clave es: ¿hacia dónde nos conducirá la transición después del comunismo? Este es el mayor peligro y el más grande desafío. Esta es la tarea pendiente. Es la misión más urgente: prever el futuro.
Precaver para no tener que volver a lamentar
Es necesario alertar del mayor peligro: un futuro autoritario, violento, populista, fraudulento, corrupto, indecente. Del totalitarismo se puede pasar al caos. Del caudillismo se puede pasar a la violencia desatada y permanente. Del analfabetismo ético y cívico se puede arribar a la anomia social, al fanatismo, a la superstición, a la impiedad como alertó el Padre Varela.
Del daño antropológico se puede desencadenar, sino se pone a tiempo sanación al daño, a una nueva etapa de degeneración moral, cívica y espiritual. Sanar ese daño antropológico es el mayor reto y la más difícil y duradera tarea que tendremos los cubanos después del cambio hacia una posible democracia. Sin una persona sanada, curada del totalitarismo, no habrá cubanos que puedan ser y ejercer como ciudadanos libres, responsables, honrados, pacíficos, trabajadores, solidarios, emprendedores, creativos.
Es necesario repetirlo. Tres son los más graves escollos para una democracia en Cuba, a saber: el daño antropológico; el analfabetismo ético y cívico; y la reconstrucción del destruido tejido de la sociedad civil. Cuba, los cubanos, chocaremos con estas tres colosales piedras que podrían hacer fracasar todo proyecto económico, político y social, educativo, cultural y religioso que se intente edificar en la nueva etapa democrática.
- Precaver en lo económico: La propiedad privada y la libertad de empresa y de mercado son indispensables, pero pueden fracasar o degenerarse o pudrirse por esas tres plagas que pueden invadir todos los mecanismos e instituciones económicas en un futuro de libertad. Es necesario trabajar desde ya por un sistema económico con personas sanadas del daño antropológico, con cubanos bien formados moral y cívicamente, con una sociedad civil sana, verdaderamente solidaria, emprendedora y creativa.
- Precaver en lo político: Un sistema político con libertades y derechos, con partidos y elecciones libres, competitivas y transparentes, con la división de poderes, y con Estado de Derecho, son indispensables. Pero pueden fracasar o degenerarse o pudrirse por esas tres plagas que pueden invadir todos los mecanismos e instituciones democráticas en un futuro de libertad. Es necesario, por tanto, trabajar desde ahora, por un sistema político con personas sanadas del daño antropológico, con cubanos bien formados moral y cívicamente, con una sociedad civil sana, verdaderamente solidaria, emprendedora y creativa.
- Precaver en lo social: Una sociedad estable, decente, en convivencia pacífica y civilizada, con un ambiente que favorezca a los valores y virtudes, a la familia, a la educación, a la salud, a la cultura, a la religión, en libertad y democracia a todos los niveles, es indispensable. Pero pueden fracasar, o degenerarse, o pudrirse, por esas tres plagas que pueden invadir a las familias, a la vida vecinal, laboral, educacional, cultural y religiosa en un futuro de libertad. Es necesario, por tanto, trabajar desde ahora, por sanar la convivencia y reconstruir un tejido social con personas sanadas del daño antropológico, con cubanos bien formados moral y cívicamente, con una sociedad civil sana, verdaderamente solidaria, emprendedora y creativa.
- Precaver en lo espiritual: El cultivo de una vida interior, la libertad de conciencia y la libertad religiosa para fomentar la espiritualidad de los cubanos y la sanación de su alma como personas y como nación, es indispensable. Pero este renacimiento espiritual puede fracasar, o degenerarse, o pudrirse, por esas tres plagas que pueden invadir, secar o corromper, todos los espacios de crecimiento espiritual y mundanizar, disecar o banalizar a las instituciones religiosas, tanto en la práctica del culto verdadero lejos de la superstición y el fanatismo, y sobre todo bloquear o privatizar las propuestas y el ejercicio cívico que emanan de la doctrina social de la Iglesia en un futuro de libertad. Es necesario, por tanto, trabajar desde ahora, por una vida espiritual y por una vida religiosa con personas sanadas del daño antropológico, con cubanos bien formados moral y cívicamente, con una sociedad civil sana, verdaderamente solidaria, emprendedora y creativa.
El Centro de Formación Cívica y Religiosa y su revista Vitral (1993-2007) estuvieron precaviendo desde hace 30 años. El Centro de Estudios Convivencia (CEC-Cuba) (2008-2024) es el primer think tank independiente de Cuba (Isla y Diáspora) y desde hace 10 años viene consensuando un “Itinerario de Pensamiento y Propuestas para Cuba” que se han recogido y sistematizado en 15 Informes para la reconstrucción de Cuba con visión, objetivos, estrategias, acciones y leyes en los siguientes sectores y temáticas nacionales: economía; tránsito constitucional y marco jurídico; educación; salud; cultura; agricultura; medios de comunicación; como enfrentar la corrupción, el narcotráfico y la inseguridad ciudadana; la gobernabilidad y la gobernanza; ética, política y religión; relaciones internacionales; aportes de la Diáspora a la reconstrucción de Cuba y una hoja de ruta para una transición verdadera, pacífica, ordenada y eficaz. Se pueden descargar libremente los informes en www.centroconvivencia.org
La preclara visión de José Martí, apóstol de nuestra independencia, resume, culmina y enfatiza, la advertencia de este editorial:
“EN PREVER ESTÁ TODO EL ARTE DE SALVAR”.
El futuro se nos viene encima. El peligro de que Cuba se pierda después del cambio es real, inminente, preocupante. Prever es la actitud, el programa y la misión más urgente y necesaria para salvar el futuro de Cuba.
Cuba se salva si precavemos a tiempo.
Pinar del Río, 14 de marzo de 2024
Aniversario de la fundación del periódico Patria de José Martí.